Nada tiene sentido
La Xunta de Galicia abre una vez más la lata del autoritarismo más rancio, del ordeno y mando. Debemos recordar que el verano pasado ya lo hizo con la obligatoriedad de la mascarilla en todo tiempo y lugar, seguida después por el coro celestial de los demás taifas. Ahora lo vuelve hacer con la exigencia…