Hacia el fin de la propiedad privada

Manolo_Gimenez_Cuevas
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Cortinas de humo. “Hacia el fin de la propiedad privada”.  Columna de Manolo Giménez Cuevas*. Para h50 digital

“No me lo puedo creer. Resulta que ahora van a ponerles una alfombra a los chorizos que ocupen una vivienda”. De esta forma se manifestaba mi amigo Julián, un tipo de izquierdas de toda la vida que, aunque en algún momento de su juventud hubiera sido defensor de los ocupas y de cualquier tipo de antisistema,  los años y una experiencia vivida en las carnes y la vivienda de una tía de avanzada edad le habían hecho cambiar de idea.

Y en éste país que antes se llamaba España muchos millones de julianes pensaban lo mismo que mi amigo porque no es normal o al menos es difícil de entender que se presente un proyecto de ley para tratar de aprobar una ley para poner freno a las ocupaciones de viviendas y haya  presuntos “representantes” de los ciudadanos que se opongan frontalmente y, lo que es peor, que acaben tumbando y dejando sin efecto la propuesta  con la excusa “moralizante” de que si alguien ocupa es porque lo necesita. Craso error. Se sabe porque entre otras cosas es verdad que los ocupas actúan en un porcentaje relativamente bajo  de ocasiones  movidos por la necesidad y suelen entrar en viviendas abandonadas, propiedad de bancos y, en cualquier caso causando los menos perjuicios posibles. En otros casos  las ocupaciones son violentas, por la fuerza, sin importar si la vivienda está o no habitada por su propietario y siempre con actitudes de desafío hacia la propiedad, las autoridades y la policía que suele sufrir la ira de semejantes personajes.

Hacer una ley que proteja a los propietarios de viviendas que resultan ocupadas en ocasiones hasta en ausencias por pequeños espacios de tiempo de sus legales moradores, parece que es algo necesario teniendo en cuenta que son varias decenas de miles de ocupaciones las que se producen anualmente en nuestro país y que se produce una manifiesta indefensión de los perjudicados que, además de no poder utilizar  su vivienda comprueban con desesperación la destrucción ocasional de sus pertenencias y con el agravante de que se ven en la obligación de seguir abonando los recibos de agua, gas, luz, comunidad de vecinos y en muchos casos además las hipotecas. Porque en este país de nuestros amores, si el propietario del piso decide cortar alguno de los suministros inmediatamente se expone a que el Juez de turno le meta un paquete por considerar que se trata de un delito de coacción hacia el delincuente. El delincuente de rositas  y mientras tanto el propietario a hacer uso del socorrido recurso del pataleo. Parece de cachondeo….a que sí?.

Y si no se  arregla la cosa estaremos en manos de mafias que se dedican a abrir viviendas por un módico precio y a facilitar la entrada a personas sin escrúpulos que invaden la propiedad y que encima al ser preguntados por la autoridad acerca del  presunto derecho que les asiste para estar en casa ajena, dicen que la casa se la han comprado a un tipo al que dieron un dinero y que les dijo que con eso ya era todo legal. Eso, sin  dejar de lado a algunas presuntas onegés que no se cortan un pelo a la hora de abrir puertas de pisos  deshabitados, en este caso de bancos, eso sí, facilitando la entrada a gentes con problemas seguramente, pero que carecen del derecho de ocupación. Y esas onegés actúan a cara descubierta, sin miedo a nada ni a nadie porque parece que eso es lo que mola y encima se creen más o menos modernos Robin Hood. Y en ocasiones sus “buenas acciones” tienen premio y algunos acaban de diputados, alcaldes, concejales o enchufados varios y varias.  Siempre que la propiedad no sea ni suya ni de sus allegados.

Y a cada cual lo suyo: los que se han opuesto a que se promulgue una ley anti ocupas son los de siempre, o sea esos que son muy generosos con  el dinero de los demás. Esos a los que se les llena la boca hablando de nepotismo cuando son los más nepotistas del mundo en el momento en que tienen posibilidades de hacerlo como es público y notorio.

Y como al propietario flaco todo son pulgas, ahora se sacan de la manga una ley que viene a poner puertas al campo de la propiedad privada ya que papá Estado se cree con el derecho de intervenir en el precio de los alquileres y de imponer severas sanciones a los propietarios de viviendas vacías, o a los que tienen varias propiedades o a lo que sea ya que en cualquier caso son títulos de propiedad obtenidos con esfuerzo, sudor, alguna que otra lágrima y en cualquier caso de forma legal y pagando los pertinentes impuestos. Unas medidas muy bolivariana en cualquier caso.

Y  lo peor del caso es que de no ponerse freno a la cosa con unas leyes adecuadas, los malos que ocupan –no lo pongo con k porque no me da la gana- seguirán a lo suyo y los que les jalean continuarán con sus ataques a las fuerzas de seguridad enfrentándose a los polis de forma violenta en una especie de tiro al blanco, o sea al guardia. Un “deporte” despreciable .

Manolo Giménez Cuevas. Inspector-Jefe jubilado de la Policía Nacional, periodista, escribidor y presentador de Tv, para h50 digital

Un comentario sobre “Hacia el fin de la propiedad privada

  1. Pues yo la verdad diría que tenemos lo que nos merecemos pues no salimos en ningún momento a manifestarnos ni a dar tanto la murga como hace la izquierda por ejemplo por lo que si no nos quejamos bajo ningún concepto y estamos aborregados pues tendremos cosas como estás o peores

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