Vigilantes de seguridad: “compañeros de placa blanca”

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Desde que pones un pie en la calle, vayas donde vayas te vas a cruzar con muchos de ellos. Ya sea en el metro o en el intercambiador de autobuses, en la oficina del banco, en el hospital, en el control de acceso del aeropuerto, o en el supermercado, los vigilantes de seguridad hacen que tu día sea mucho más seguro. Solamente con su presencia el malo ya se lo piensa dos veces antes de actuar, y el ciudadano perdido o despistado le ve esperanzado como el recurso más cercano para tener la información que necesita y así poder despejar sus dudas.

En estadios de fútbol, conciertos, pubs y discotecas, los vigilantes siempre están velando por tu seguridad para que tus momentos de ocio y diversión sean exactamente eso.

Guardar cola y esperar no suele gustar, pero para que todo salga lo mejor posible hay que empezar por el orden. Nunca olvides que para que tú sonrías y disfrutes, otros tienen que ponerse serios.

Han sido tantas las veces las que has pasado a su lado y ensimismado en tus cosas te has percatado que el atento vigilante te ha saludado con un buenos días y ni le has contestado. No te preocupes porque él no te lo va a tener en cuenta a pesar de que tu mala educación muestre tu lado más indiferente, es más, ese vigilante será el primero que no solamente corra, sino que vuele en caso que necesites su ayuda.

Hay que tener claro el concepto.

La seguridad privada es totalmente complementaria a la que ejercen los diferentes cuerpos policiales ya que se encarga de proteger aquellas parcelas que la seguridad pública no cubre, por lo que su actividad supone un apoyo fundamental para prevenir la delincuencia y mantener la seguridad ciudadana.

A los ignorantes que piensan que éste puede ser un trabajo fácil, les diré que están muy equivocados. La violencia y la inseguridad creciente, la falta de respaldo jurídico y la ingratitud de la sociedad hacen que resulte un verdadero reto afrontar la jornada de trabajo en este sector.  Gracias a una extraordinaria profesionalidad y a su afán por ser mejores en su labor nos encontramos cada día con vigilantes de seguridad infinitamente bien preparados. Son muchos los que en favor de dar un servicio excelente se forman en primeros auxilios, en legislación, en defensa personal o incluso en idiomas.

Hay mucho que mejorar, empezando por lo más básico como son los medios de dotación, los chalecos anti cuchillo, los imprescindibles guantes anti corte o los caros torniquetes. Por desgracia todavía hay muchos vigilantes de seguridad que estando al pie del cañón se tienen que costear esos medios de su propio bolsillo. No son artículos de lujo o accesorios inútiles, son medios de autoprotección y de prevención que los que están en la calle dan buena cuenta de las vidas que salvan.

El suyo es un trabajo continuo, silencioso y poco agradecido. Cualquiera no vale para ser vigilante de seguridad, cualquiera no está dispuesto a trabajar por y para los demás. Horarios interminables, conciliaciones familiares imposibles, medios de dotación escasos, lo que es peor, ver cómo siempre hay un bobo grabando con el teléfono móvil mientras te increpa y te provoca para que tras un largo rato aguantando improperios y amenazas, explotes y así tener la excusa perfecta para utilizar tu reacción como arma arrojadiza dispuesto a ensuciar tu trabajo.

La autoridad en decadencia

Sí en éstos tiempos las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se quejan del continuó deterioro del concepto de autoridad, paraos un momento y pensad qué pueden sentir los vigilantes de seguridad. Con una legislación severa para quien hace cumplir la ley y  extremadamente laxa para el que la infringe, los “compañeros de la placa blanca” lo tienen crudo.

La sociedad ya se encarga de ponérselo difícil, por eso es muy necesario que quienes forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado saquen la cara por ellos  para ensalzar una labor que de manera muy similar compartimos, amamos y sufrimos.

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BRAU LÓPEZ  @mar_deposeidon
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Un comentario sobre “Vigilantes de seguridad: “compañeros de placa blanca”

  1. Totalmente de acuerdo, pero hay una cosas que estás confundido. Nosotros no podemos comprarnos chalecos anti corte, etc. Por que Seguridad Privada Policía Nacional nos sanciona. Osea que fíjate hasta donde estamos vendidos.

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