Vigilantes de seguridad: visibles, pero ignorados

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Muchas veces y siempre en plan cariñoso , el director de este Medio  (h50 Digital) se refiere al colectivo de la Seguridad Privada con este calificativo. Él sabe, porque no en vano su experiencia policial y académica siempre le precede, que somos un sector que no es tenido en cuenta por nadie.

Y  este concepto de la invisibilidad tendría muchos matices.

La R.A.E.  define como “que no puede ser visto” y añade muchas similitudes. Haciéndonos eco de las palabras de Serafín, podría ser que algunas nos vinieran bien. Yo iría más lejos y aportaría un viejo refrán que todos conocemos y que es…” No hay peor ciego, que el que no quiere ver”.

Y lo vemos:

  • No pueden  ser invisibles  quienes durante la Pandemia cayeron , pero no se mencionaron.
  • No pueden ser invisibles quienes custodiaron infraestructuras esenciales con el riesgo que conllevó , no siendo considerados esenciales ellos también.
  • No pueden ser invisibles quienes a diario sufren graves agresiones y manchan sus uniformidades con la roja sangre que todos llevamos.
  • No pueden ser invisibles quienes soportan el intrusismo más desmedido en su profesión.
  • No pueden ser invisibles quienes aguantan estoicamente meses sin cobrar por las malas praxis de sus empresarios.
  • No pueden ser invisibles quienes te pueden salvar la vida con una gran profesionalidad a prueba de todo.
  • No pueden ser invisibles quienes cada día ponen a disposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a tantos delincuentes.
  • No pueden ser invisibles quienes sin ser agentes de la autoridad, hacen que se cumpla la Ley.
  • No pueden ser invisibles quienes sin medios de autoprotección adecuados dan un paso adelante ante cualquier incidencia.
  • No pueden ser invisibles quienes aun teniendo derecho a hacer huelga, la Secretaría de Estado de Seguridad fija un porcentaje tan alto que hace imposible sumarse a ninguna.
  • No pueden ser invisibles quienes llevan más de 30 años con un Reglamento caduco y con una Ley a la que le falta consistencia.
  • No pueden ser invisibles quienes realizan servicios solos y desamparados en lugares aislados , donde si ocurre algo grave, ya te encontraran.
  • No pueden ser invisibles quienes en los juicios con delincuentes, son llamados por su nombre y apellidos delante de estos.
  • No pueden ser invisibles quienes no tienen adquirida la presunción de veracidad ante los delincuentes.
  • No pueden ser invisibles quienes piden una Formación de calidad y acorde con la realidad y sólo se le ofrecen migajas.

Podría seguir hasta el infinito, pero cansaría.

Querido amigo Serafín, no es que seamos invisibles, es que en esta profesión hay muchos ciegos que no quieren ver, empezando por el inquilino del Ministerio al que pertenecemos y muchos piratas que con un solo ojo nos ven como cofre de oro inagotable a los que explotar y todo con la complicidad de las propias Administraciones.

                             “ Los ojos no sirven de nada, si la mente no quiere ver” (Anónimo).

 

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