La Policía Nacional cuenta con una de las unidades especializadas en la desactivación de explosivos más prestigiosas de Europa, se trata de los denominados TEDAX-NRBQ. Su papel más relevante giró en torno a los atentados con artefactos explosivos perpetrados por la banda terrorista ETA, durante los mortíferos “años de plomo” vividos en España no hace tanto tiempo atrás.
Sus componentes cuentan con una alta cualificación técnica, fraguada durante los 15 meses de duración que dura el curso formativo de carácter selectivo. Su exigente preparación no es para menos, teniendo en cuenta que los futuros TEDAX se convertirán en la punta de lanza ante la amenaza de artefactos explosivos o agentes NRBQ.
Su misión radicará en eliminar o, en al menos, disminuir los posibles efectos dañinos que pudiera ocasionar una explosión descontrolada o la fuga de sustancias nucleares radiológicas, biológicas o químicas. También serán los encargados de tomar muestras, restos o evidencias, en unión con la Policía Científica, para su posterior estudio y análisis.
Su valor y nervios de acero están “a prueba de bombas”, nunca mejor dicho. Un simple error puede ser el último para estos especialistas, bajar la guardia o un exceso de confianza se tornan en el peor enemigo de un desactivador de explosivos. Ellos lo saben bien.
Pese a su alto grado de formación y capitación técnica, lo accidentes existen. Forman parte del precio que se deben pagar estos especialistas policiales.
En este sentido, es obligada mención los trece TEDAX fallecidos en acto de servicio a lo largo de sus 45 años de historia. El primero se produjo en 1978, en la La Laguna (Tenerife), mientras manipulaba un artefacto explosivo. El último, tendría lugar el 1 de julio de 1991, en Madrid, cuando fallecieron tres policías nacionales.
TEDAX y ETA
La creación de las unidades TEDAX está íntimamente relacionada con la vorágine asesina tomada por parte de la banda terrorista ETA a principios de los años 70. Los atentados perpetrados mediante bombas, obligó al Cuerpo Nacional de Policía a reinventarse y crear esta unidad de élite, hoy considerada entre las mejores y más avanzadas de Europa.
En aquellos tiempos, no tan lejanos, los especialistas TEDAX eran un objetivo muy apetitoso para los asesinos de ETA. Y es que los artefactos colocados por los terroristas cumplían un doble objetivo: causar los mayores estragos y sembrar el miedo; y el segundo, en caso de fallar el primero, “cazar” a los encargados de desactivar las bombas con la colocación de un segundo sistema de activación.
TEDAX y la amenaza NRBQ
Tras la caída del brazo armado de la banda terrorista ETA y con el incipiente proceso de globalización, que actuaba en todos los niveles, los TEDAX se enfrentarían a nuevas y peligrosas amenazas. En este caso, a posibles ataques con agentes nucleares, radiológicos, bilógicos y químicos (NRBQ) en conjunción con artefactos explosivos en atentados de etiología yihadista.
Balance
El TEDAX-NRBQ ha participado, a lo largo de sus 45 años de historia, en más de 400.000 intervenciones de las cuales más de 16 mil resultaron ser con artefactos explosivos reales. El resto de intervenciones la conforman falsas alarmas (más de 13 mil) y búsquedas preventivas en eventos de gran relevancia o multitudinarios, susceptibles por su naturaleza de sufrir un ataque con artefactos explosivos o agentes NRBQ.
Actualmente, esta unidad está encuadrada en la Comisaría General de Información. Se estructura en una unidad central y 28 grupos periféricos repartidos por todo el territorio nacional, preparados siempre para actuar ante cualquier amenaza con artefactos explosivos o agentes NRBQ.
