Un hombre de 35 años ha muerto el pasado domingo después de recibir un tiro de un arma de fuego en una casa de Ciudad Real, cuando fue sorprendido en su interior por el propietario de la vivienda, un hombre de 78 años que llamó a la Policía Nacional para comunicar el suceso y hoy se halla en prisión provisional
En España se encarcela por defender tu hogar y los familiares del “invasor” pedirán indemnizaciones, ese es otro titular para este artículo.
Si nos atenemos al art 20 del Cp que regula la legítima defensa, en su párrafo 4 establece que:
4.º El que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes:
Primero. Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas.
Sin embargo, el juzgador examina la conducta conforme a criterios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad … lo que nos puede llevar a la cárcel cuando defendemos nuestro lugar más íntimo, nuestra casa, nuestro castillo que hemos dispuesto para preservar la intimidad y protegernos.
El propio párrafo segundo del mismo artículo lo establece:
Segundo. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
Por tanto el medio y el lugar de los disparos (patio de la casa) para el juzgador convierten en desproporcionada esa defensa.
La situación es tan real como aberrante. Así este anciano de 78 años se halla en prisión provisional por defender su hogar de un” invasor”. No le llamaré ladrón dado que la familia del mismo afirma categóricamente que no pensaba robar.
Los audios de la llamada del anciano a la policía no dejan lugar a dudas y evidencian la desprotección legal que se sufre en España:
-¿Si? Policía Nacional, buenas noches.
-Mire usted, esta noche he tenido un asalto, destrozos y ha habido unos disparos, aquí hay una persona en el suelo.
-Oiga, ¿Dónde dice que hay una persona en el suelo, pero herida o qué?
El agente sorprendido continúa la conversación en shock y le pregunta: Oiga, pero espere, espere, espere. ¿Le ha disparado usted?
El hombre de 78 años sigue hablando con el Policía y en dos ocasiones afirma que “lógicamente”.
La charla entre ambos no tiene desperdicio y continua:
-A ver, escuché y ¿Qué necesitó dispararle con una escopeta o qué?
-Sí, claro, lógicamente.
-Pero, madre mía, así sin más le dispara usted ¿Por qué no ha llamado la policía?.
A la policía, pero usted se cree que yo estando solo aquí voy a ponerme hacer llamadas por ahí.
La conversación continua y …. El anciano llegó a manifestar que tenía su “motosierra”, evidentemente que trataba de robar y con la que podía atacar o defenderse.
Nuestra sorpresa no acaba aquí, ahora la familia del fallecido explican que su hijo buscaba trabajo y si entró en la vivienda no era para robar sino para buscar un refugio “para dormir”. “Somos personas humildes, pero con principios”, afirma la madre. “Buscaba un refugio, algo para comer. Siempre estaba pidiendo en muchos sitios, no tenía un lugar estable donde quedarse, vivía en la calle”, señala.
Mi pésame por el fallecimiento y desprecio ante su posible búsqueda de indemnizaciones civiles.
El anciano se quedará sin casa … al tiempo
Gedeón Pérez
Hay que cambiar el código penal. Agravante debería ser la nocturnidad, la sorpresa, el allanamiento con propietarios dentro. Y deberían aplicar atenuante a la edad avanzada del hombre mayor, las altas horas de la noche, el no ver claramente, el miedo…