La seguridad europea en caída libre: zonas “no go” en Suecia, Francia, Bélgica, Holanda…

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Cuando hace un par de semanas advertía que se nos venía un otoño calentito,  lo hacía desde un enfoque relacionado con la actualidad política y social que se vive actualmente en Cataluña.

Sin tener un sentido de la anticipación ultradesarrollado y sin una bola de cristal delante mío con la cual adivinar el futuro, me atrevo a reiterar de nuevo mi advertencia y no solamente respecto al desorden público provocado por los radicales independentistas.

El vandalismo, el descontrol y la consiguiente inseguridad ciudadana encienden todas las alarmas y advierten que seguir sin mirar de frente a esos problemas, es un error que tarde o temprano se pagará caro.

Actos tan violentos y preocupantes como los ocurridos durante la celebración de las fiestas populares de Molins de Rei nos alertan de que la delincuencia vandálica se está abriendo paso y poniéndose incomprensiblemente de moda.

En relación con lo anterior, se ha podido demostrar que la mayor parte de dichos actos fueron cometidos por jóvenes que apenas rozan la mayoría de edad y que sintiéndose impunes arrasaban con todo a su paso a la vez que cometían robos en esos mismos locales comerciales que destrozaban. Muchos de ellos ya tienen experiencia en el pillaje y saben perfectamente que con una aplicación excesivamente laxa de las leyes actuales les saldrá prácticamente gratis.

Se comienza normalizando las protestas violentas, el boicot de eventos y se termina llegando a la agresión. El lanzamiento de polvo de colores y pintura a varios asistentes a la Feria Inmobiliaria de Barcelona es otro ejemplo de vandalismo organizado. Estos ataques bien orquestados vienen promovidos por activistas anticapitalistas que no tienen problemas incluso para llegar a utilizar la violencia física contra otras personas.

Todo tiene un comienzo.

Lo que se inició en los barrios “no go” de Francia ahora se traslada a Suecia, Bélgica y Holanda. La zona noble de Europa y lo que en su momento era el modelo de sociedad moderna poco a poco desmorona como un castillo de arena. Las mafias y la delincuencia organizada han tomado el corazón del continente. Los estándares sociales europeos se resquebrajan a merced de aquellos que no titubean a la hora de transgredir la ley sin contemplaciones.

El efecto contagio es evidente. Aquí en España todavía las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen capacidad de actuación y respuesta. Nuestra Policía y Guardia Civil se emplean a fondo interviniendo con la contundencia suficiente para frenar esta avalancha de delincuencia e inseguridad.

Ante el caos en la seguridad el individualismo de cada país juega en contra. En esa carrera de fondo las distintas policías europeas no se pueden quedar atrás.

Todo tiene una perspectiva.

Desde el ámbito de la sociología más pura siempre se hace mención a la beneficiosa evolución de la sociedad y a la positiva tendencia al globalismo, y es por ello, que también debemos hacer un ejercicio de coherencia y hablar también de la parte negativa. Desde el punto de vista de las ciencias policiales y la criminología es obligatorio poner blanco sobre negro y hacer visible la evolución paralela de la delincuencia.

Las políticas europeas sobre seguridad nacional y defensa no deben quedarse atascadas en un barrizal burocrático. Las temáticas tratadas en reuniones y conferencias sobre políticas de seguridad han de ir encaminadas a favorecer la puesta en marcha de manera directa de cuántas medidas sean necesarias para mitigar los problemas internos en ese ámbito dentro la Unión Europea.

Tal es la magnitud del problema en el mantenimiento de la seguridad en países como Suecia, que sus autoridades se han visto obligadas a sacar al ejército a las calles. Para muchos puede parecer una medida desproporcionada o que se están matando moscas a cañonazos, pero no ha quedado más opción que acudir al ejército al no haber funcionado ninguna de las medidas aplicadas con anterioridad.

No me cansaré de reivindicar la importancia de todas las actuaciones que se lleven a cabo para garantizar la seguridad interior de los países de la Unión, a la vez que se realizan controles exhaustivos y minuciosos de nuestras fronteras exteriores. Se trata de actuaciones e intervenciones complementarias y no excluyentes. Poner el foco siempre en el exterior nos hace perder la noción de lo que ocurre en el interior.

Los caballos de Troya existen y en Europa hace años que entró la caballería. El aviso navegantes es extremadamente claro muy a pesar de aquellos ciudadanos altamente escépticos.

El tiempo será quien de o no la razón…. Y me encantaría equivocarme

@mar_deposeidon
BRAU LÓPEZ MATAMOROS.   @mar_deposeidon
DESDE EL ROMPEOLAS – h50 Diario Digital Policial BRAU LÓPEZ MATAMOROS.   @mar_deposeidon VENUS INFINITA

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