El Ministerio de Igualdad juega con la verdadera igualdad

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¿Saben lo que significa la igualdad y en que afecta y favorece a la sociedad?

Se trata de permitir que las mujeres y hombres puedan desarrollar todas las capacidades y tomen sus decisiones sin limitaciones y roles, sesgos, estereotipos de género o laboral. La igualdad contribuye a que exista un desarrollo de autonomía de las personas en su ámbito personal, laboral y social.

Es un término que se ha perdido con la ministra Irene Montero y sus compañeras, las que se ríen en un podcast entre mujeres de los violadores que saldrán de la cárcel antes de tiempo por su imposición de una ley que es evidente que no funciona como debería, en la que además son reticentes a reconocer los errores que están cometiendo, en los cuales se cuentan con más de 500 reducciones de condenas y una treintena en libertad antes de lo que se establecía con la normativa anterior.

Dejemos claro que la igualdad busca el beneficio de hombres y mujeres y como tal nadie tiene que tener un favoritismo, sino una labor de crecimiento y formación personal, donde existan los valores y el respeto entre las personas.

¿Qué quieren realmente? Bajo mi punto de vista objetivo y social no están tratando las relaciones afectivas, la potencia y autoestima que merece al ser igualitario, no podemos tratar de valorar la desigualdad en un caso de un Agente infiltrado, por ejemplo, dejando que ante su trabajo y las relaciones sexoafectivas discriminen su labor, además de calificarlo “violencia contra las mujeres”, según afirma la Secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez.

Pero luego el hecho de priorizar una detención a un fugitivo de la justicia, lo dejamos para otro momento, alegando que la mujer está protegida de los depredadores, agresores y maltratadores.

Resulta curioso que quieran tratar de violentar las actuaciones de dicho agente por no indicar u ocultar su identidad real, que cabe recordar y matizar que era un Agente infiltrado en la que que no pueden indicar quienes son realmente. Por lo que, mi pregunta es… ¿Dónde estaría la verdadera cuestión aquí? ¿Hacer apología de una ley en la que si me arrepiento de tener relaciones intimas con una persona puedo denunciarlo, sea quien sea, en el momento que sea, solo porque esta persona no ha dicho su verdadera identidad? Víctimas de primera y/o víctimas de segunda parece ser.

Hace unos días, tras la gala de los premios Feroz en Zaragoza, la actriz y cantante Jedet, interpuso una denuncia por agresión sexual sufrida en la fiesta de dichos premios que se celebran posteriormente, animando y hablando de que se debe denunciar si sufres acoso y no se actúa con la normalidad y la libertad de decisión sin sentirte menospreciada solo por tu género.

Gran valentía desde luego, pero existió otra denuncia por parte de un actor que también acudía a la misma fiesta y sufrió una situación según comentan del mismo modo que la actriz. Sin embargo no ha tenido la misma repercusión por no tratarse del género femenino, siendo igual de persona e igual ser humano que se ha sentido acosado y menospreciado. De esto trata la verdadera igualdad, no tener que sentirse inferior en ningún caso por ser de un género u otro. La segunda denuncia se encuentra en una investigación para esclarecer los hechos, según se ha podido escuchar y leer en los medios de comunicación.

Para finalizar, citaré una parte de la Ley 15/2022, de 12 de julio, integral para la igualdad de trato y la no discriminación, en su artículo 2.1:

“Nadie podrá ser discriminado por razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, expresión de género, enfermedad o condición de salud, estado serológico y/o predisposición genética a sufrir patologías y trastornos, lengua, situación socioeconómica, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

No quiero dejar en el aire que como criminóloga que, una de mis funciones es analizar los comportamientos de los hipotéticos criminales, sus condiciones sociales, entornos en los que se desarrollen y los patrones sociales donde se condiciona la conducta, por lo que mi objetivo en este caso, es que no se discrimine y se busquen las causas del daño que se está ocasionando libremente a la sociedad, donde la motivación está moviendo a los delincuentes para volver a reincidir dado que la propia normativa le ayuda a promoverlo, dejándonos a los profesionales atados de poder establecer una prevención de los delitos junto con la repercusión social de estos actos delictivos y la posibilidad de tratar a las víctimas y victimarios para una posible reinserción social.

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