Consejos de un marino para sobrevivir a la cuarentena

consejos para sobrevivir a la cuarentena
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Tengo experiencia en eso de no poder salir. Soy marino, y una de las características que tiene mi trabajo es precisamente esa, que nos pasamos muchos meses sin poder salir de nuestro centro de trabajo. Es muy parecido a lo que ahora os pasa a todos, y os voy a dar unos consejos.

El primero y más importante: busca que hacer. Lo peor con diferencia cuando estamos en la mar, es cuando no tenemos trabajo. Mientras estás haciendo algo, no tienes a la mente haciendo trastadas y comiéndote el coco.

Me es igual que ese algo sea deporte (que se puede hacer mucho sin salir), lectura, estudiar, aprovechar para reparar ese grifo que lleva meses goteando… Lo que sea. Pero hazlo.

Muy importante: no te aísles. Parece una contradicción, pero es así. Cuando estamos en la mar, las llamadas a casa son vitales para mantener la moral. También son vitales para la persona que está en casa, y que echa de menos a su pareja-hermano-amigo o lo que sea.

Estando en casa, si estás solo, habla con los tuyos, por teléfono, por internet, o por señales de humo, lo que sea, pero mantén el contacto a diario. Es mucho más importante de lo que parece. Y si no estás solo, apóyate y apoya a los que estén contigo.

Si tienes a tu pareja en casa, aprovecha para conocerla. No es ningún chiste. Cuando estás aislado con otra gente, les conoces fuera de su zona de confort, y te das cuenta como son en realidad. Es triste, pero conozco mejor a algunos compañeros de trabajo que a mi familia.

Si surge un problema de convivencia, que surgirá, no lo evites, soluciónalo. La m***** huele más, cuanto más tiempo lleve tapada. Ojo, no estoy diciendo que te ahosties con tu pareja. Digo que hables con ella.

Si el problema de convivencia verdaderamente no tiene solución, hay que pasar al plan B: déjalo estar. El aislamiento siempre acaba, y entonces llega la solución, con ayuda. Y si la cosa no va, siempre queda una opción.

Tanto si estás sólo, como especialmente si estás acompañado, hay una cosa que parece una broma, pero no lo es: dúchate a diario. Os sorprendería la cantidad de gente que se abandona desde el punto de vista de la limpieza. Y afecta.

Limita el tiempo ante pantallas, sean de tv, ordenador o móvil. No digo que no veas alguna serie o película. Digo que no te pases todo el día delante del ordenador. Es una evasión útil, y en algunos momentos viene bien, pero el abuso aísla. Y el aislamiento,  afecta.

No pasa nada por beberse una cerveza de vez en cuando, pero no te refugies en el alcohol. No se trata de salvarse del coronavirus para morir de cirrosis. Hoy en día en muchos barcos hay ley seca, precisamente por qué no hace mucho este trabajo estaba lleno de alcohólicos.

Y quién dice alcohol, dice cualquier otra droga. No voy a ser yo el que os diga que no os fuméis nunca un txustarro, lo que digo es que no lo hagáis más a menudo de lo que lo hacéis habitualmente. Abusos, los mínimos.

Tampoco abuséis de la comida. Parece otra broma, pero tampoco lo es. Cuando la gente se aburre hace más visitas a la nevera de lo habitual. Os lo digo yo que peso más de 100 kilos. Si os gusta cocinar, cocinad, pero si estáis 2, cocinad para 2.

Dormid las mismas horas que de costumbre. Si no echáis siesta habitualmente, no lo hagáis ahora. El cuerpo se acostumbra a dormir un número de horas x, y si le sacas de esa rutina luego cuesta mucho volver a ella.

Además, si echáis una siesta larga, luego cuesta horrores dormir en condiciones a la noche, y no hay nada peor que estar haciendo teletecho.

Aunque parezca mentira que haya que decirlo, ten en cuenta que no vives sólo en el planeta. Esa tele con el programa de Ana Rosa y el volumen a tope molesta a los vecinos. Tuve un compañero de trabajo que me ponía Pink Floyd a diario a un volumen exagerado,

Yo dormía en el camarote de al lado y no podía ni pensar cuando estaba allí. Una noche mientras él estaba de guardia cayó agua al aparato de música. Nunca se supo de donde vino el agua, pero el resto de la campaña se me hizo más corta.

No pongas fechas. Siempre plantéate que vas a volver a la normalidad en más tiempo del previsto. Si te mentalizas en que todo acaba el 1 de abril, y luego se alarga al 5, esos 4 días son un infierno.

A la contra, no sucede. Si te mentalizas en que vuelves a la normalidad el 5, y al final todo acaba el 3, esos días son un regalo.

No te plantees como una desgracia estar encerrado. Aprovecha el momento, vívelo como algo que no puedes cambiar, pero si puedes convertir en una experiencia nueva. Y cuando salgas, disfruta.

Añado una cosita que no mencioné porque aquí, en la mar, la rutina es algo que se da por supuesto, pero en un caso como el actual, hay que creárselo, hay que imponerse una disciplina.

Otra cosa más. Ni soy psicólogo ni pretendo serlo, y por supuesto, estos consejos no están para sustituir los suyos. Si en un momento dado lo que sientes no es aburrimiento sino algo mínimamente serio, pide ayuda. Los psicólogos están para eso.

Fuente @angabantxo (Twitter)

 

 

 

 

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