Vídeo| Un miedo que nos mata, in memoriam de Juanjo policía nacional fallecido en Andujar

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Éste pasado fin de semana ha sido uno de los más trágicos a nivel profesional para todos los que formamos esta gran familia azul. No hay palabra de aliento ni de ánimo que pueda calmar el dolor y la tristeza que el suceso ocurrido en Andújar ha provocado en cada uno de nosotros.

Una familia más ha sido destrozada. La vida de un compañero ha vuelto a ser cercenada de una forma absolutamente injusta. El día de ayer conmovió a cuantos amamos nuestra profesión aún a sabiendas que cómo en este caso pongamos nuestra vida por delante para salvar la de los demás.

En éstos momentos tan duros debemos ser fuertes y estar más unidos que nunca. Hay que hacer oídos sordos a cuantas noticias e informaciones sesgadas y no contrastadas contribuyen a generar mayor confusión y a realizar interpretaciones erróneas sobre lo ocurrido. Estamos en lo de siempre, en quedarnos con el morbo y en especular a base de opinar desde la más absoluta ignorancia y dar lecciones de cómo acometer una intervención de éste calado sin haberse puesto nunca sus botas y sin saber lo que es tener que sacar tu arma y apuntar a una persona.

Todos conocemos la premisa de que el arma solamente se saca para apuntar a un objetivo al que sabes que es muy probable que tengas que disparar, pero a la hora de la verdad surgen las dudas.. Criticar una actuación policial es tremendamente fácil a la vez que peligroso. En cuanto a la labor de la Policía, en innumerables ocasiones, y siempre a toro pasado, hay personas de opinión fácil que saben perfectamente qué se tenía que haber hecho en determinadas circunstancias. Nadie va a un cirujano ni antes ni después de una operación de riesgo a decirle cómo tenía que haber empezado o qué material debería haber utilizado, al igual que cuando subimos en un avión a ninguno se nos ocurre entrar en la cabina a requerir al piloto la manera de proceder para llevar el avión a su destino.

Habrá quien piense que mis palabras son populistas o simplonas, pero cuando estás en la calle al pie del cañón (nunca mejor dicho), sabes que una intervención aparentemente sencilla, puede descontrolarse al punto de convertirse en un incidente crítico. La clave no está solamente en saber cómo solventar esa situación , ni siquiera en tener los medios adecuados para ello. Hay muchos factores que contribuyen a que una intervención así no salga cómo uno tiene previsto.

Es muy necesario darle una vuelta a los protocolos de actuación ante este tipo de incidentes críticos, al igual que desde las escuelas de policía es muy recomendable la práctica y el entrenamiento en situaciones reales. Es clamorosa la petición continua de emprender de manera completa y efectiva la formación y dotación de pistolas tasser a las unidades policiales de mayor operatividad. Está demostrado que existe una relación muy estrecha entre la utilización de las pistolas tasser en la resolución exitosa de muchas  intervenciones en las que existe una amenaza real y grave para la vida e integridad física de las personas por parte de un potencial agresor con arma blanca un objeto contundente.

No podemos omitir hablar del miedo que se inculca a los policías a la hora de utilizar su arma reglamentaria. Actualmente en el ámbito policial hay una falta de concienciación en cuanto a la idoneidad del uso de los medios de defensa dotacionales.

La falta de respaldo legal y judicial ante intervenciones en las que los agentes se han visto obligados a ejercer el uso de la fuerza mediante su arma de fuego de dotación es otro de los motivos lo que llevan a los agentes a aguantar y aguantar hasta que nos maten. Los juicios paralelos, la crucifixión de los agentes después de un calvario penal, disciplinario, civil e incluso social promueven el crecimiento del temor a usar nuestro arma.

A todo lo anterior debemos sumar el flaco favor que se hace desde ciertas instituciones criminalizando a la policía. Se corre a toda prisa a dar el pésame a la familia de un terrorista de ETA que se suicidó mientras estaba en prisión, pero a las familias de los policías caídos en acto de servicio les brindan olvido e indiferencia. No debemos pasar por alto las  repugnantes declaraciones  lanzadas  por políticos con cargos de primer nivel,  que dicen  alegrarse de ver como se patea en la cabeza a un policía. Ése comentario  ignominioso hace un flaco favor al fomentar una imagen de desprecio y falta de respeto hacia quienes defienden de manera digna e independiente los derechos de todos los ciudadanos. Ésa primera falta de respeto y de consideración hacia los agentes es el primer peldaño de una corta escalera en la que los siguientes escalones por subir serán los del insulto y la agresión. Cuando la escalada de tensión se encuentra en su punto más álgido, el agresor se desinhibe de cualquier miedo o responsabilidad y es capaz de asesinar salvajemente.

Es inconcebible que por ese fatal cúmulo de factores cada vez haya más policías asesinados en acto de servicio. Ésta vez ha sido nuestro querido compañero Juanjo, mañana podemos ser cualquiera de nosotros.

Desde h50 Diario Digital Policial enviamos un enorme abrazo a la familia, compañeros y amigos el de Juanjo. En éstos momentos tan dolorosos queremos que nos sintáis muy cerca. El dolor es compartido y por ello, aunque sea a modo de artículo,  queremos hacer un pequeño homenaje a una excelente persona y a un  gran profesional. No es el adiós a un abnegado policía, es un hasta luego a un hijo y esposo ejemplar.

Los que entendemos ésta forma de ver la vida de la misma manera que tú sabemos que siempre serás un referente. Familiares y amigos de Juanjo y del compañero herido, debéis sentiros orgullosos por haber conocido a un héroe de carne y hueso.

Señores que tienen el poder para tomar cartas en el asunto, les ruego de manera encarecida que escuchen el sentir de todos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en concreto de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Considerennos personal de riesgo y escuchen cuantas reivindicaciones se hagan por parte de nuestros colectivos.

Somos la primera muralla que tiene la sociedad ante quienes osan medrar la democracia y los derechos fundamentales de los ciudadanos. Tengan por cuenta que ladrillo a ladrillo se construye un castillo, pero de igual manera, cada piedra que se quita contribuye a que el castillo se desmorone.

 NO SOMOS UNIDADES SUPERFLUAS. SOMOS PERSONAL DE RIESGO.

DESCANSA EN PAZ COMPAÑERO. SERÁS OTRO ÁNGEL QUE DESDE EL CIELO SEGUIRÁS CUIDANDO DE TODOS.

En memoria de nuestro compañero Policía Nacional en Andújar.

DESDE EL ROMPEOLAS – h50 Diario Digital Policial BRAU LÓPEZ MATAMOROS VENUS INFINITA

 

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