Un sindicato policial tiene que dotar de termómetros infrarrojos a las comisarías de la provincia de Pontevedra ante la inoperancia del Gobierno

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Las preguntas que muchos policías se hacen y que siguen esperando respuesta por parte de la administración.

  • ¿Por qué no se toma la temperatura a las personas que acceden a las dependencias policiales para evitar el contagio del COVID-19 dentro de los edificios públicos?
  • ¿Por qué no se toma la temperatura a los detenidos que se llevan a dependencias policiales para evitar el contagio del COVID-19 dentro de las comisarías y cuarteles?.
  • ¿Por qué no se toma la temperatura a los detenidos que se trasladan a los juzgados y evitar así el contagio del COVID-19 en los edificios judiciales?
  • ¿Por qué no se les dota de termómetros de infrarrojos a los agentes que se encuentran trabajando en la calle y que en caso de la indisposición de una persona en la vía pública o dudas de mal estar se le pueda tomar la temperatura y poder avisar a los servicios de emergencia y evitar la dispersión del virus?
  • ¿Por qué no hay termómetros de infrarrojos en las dependencias policiales que permitan a los agentes y personal no policial poder comprobar su temperatura corporal en caso de duda y prevenir así un posible contagio el COVID-19 dentro de las comisarías y cuarteles?.

Esa es la pregunta que se debió hacer el sindicato policial Unión Federal de Policía de Pontevedra, el cual pone de manifiesto que se vieron obligados a actuar ante una administración que no sabía o no podía reaccionar,  ya que pidieron medios para evitar el contagio dentro de las dependencias policiales, y si bien algunos llegaron, por otros todavía siguen esperando, tales como termómetros de infrarrojos o la realización de test a todos los integrantes de la Policía Nacional de su provincia.

Así pues, y tal como hicieran en la primera ola de la pandemia, cuando dotaron de mamparas a las comisarías de la provincia de Pontevedra ante la inexistencia de las mismas, estos representantes policiales tras adquirir termómetros de infrarrojos han hecho entrega de los mismos a las Comisarías de la Policía Nacional de Pontevedra, Vigo, Marín y Villagarcía de Arosa.

Es su granito de arena para poder ayudar a no difundir una enfermedad en la que la Policía debía ser un ejemplo para la sociedad por sus medidas de protección y no convertirse en un vector de la misma como por desgracia ya ocurrió en Vigo con el brote de la Unidades de Intervención Policial, poniendo de manifiesto que “es lamentable que la Dirección parece no disponer de 30 Euros que es lo que viene a costar un termómetro de infrarrojos“.

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