Un policía local del municipio tinerfeño de Arona se vio obligado a prestar servicio durante meses calzando unas zapatillas deportivas negras, pagadas de su propio bolsillo, ante la falta de suministro de botas de dotación, según ha denunciado Aropol.
Según relata esta plataforma policial, cuando se hizo el reparto anual de uniformidad a los miembros de la plantilla aronera, el agente afectado se encontraba de baja médica de larga duración. Cuando se incorporó al servicio el 1 de octubre del pasado año, no existían existencias de botas de su talla.
El agente continuó prestando servicio con unos zapatos particulares de color negro, a la espera de las botas reglamentarias de su talla, que nunca llegaron. El deterioro de dichos zapatos era tan evidente que incluso presentaba agujeros en la suela, motivo por el cual tuvo que dejar de usarlos.
De tal extremo dio cuenta al delegado de Prevención de Riesgos Laborales, que a su vez contactó con el señor concejal de Seguridad hasta en dos ocasiones: “Mire usted señor concejal, este compañero no ha recibido las botas de su talla y está viniendo a trabajar con sus zapatos particulares que ya están bastante deteriorados.”
El agente decidió, entonces, tramitar una queja mediante la web interna del “portal empleado”, sistema que permite emitir un mensaje oficial con número de registro al responsable de su departamento. La única respuesta que recibió fue, a finales de enero, que “lo solicitase por el conducto reglamentario”.
Ante la ausencia de soluciones viables, el agente se vio avocado a emplear el único calzado de color negro del que disponía para acometer su servicio, unas zapatillas deportivas de la marca Nike. Una imagen insólita que la madre de un niño del colegio, donde el agente regulaba el tráfico, inmortalizó en la fotografía objeto de polémica.
Si bien es cierto, la única posibilidad que se ofreció al afectado fue utilizar una botas que no eran de dotación, calzado que parece ser que el Ayuntamiento había desechado por la supuesta falta de calidad de las mismas.
Durante estos meses, el policía llegó incluso a sufrir mofas y comentarios hirientes por parte de algunos de sus compañeros de trabajo como: “no tenían ni que darle calzado por haber estado de baja” o “si vas a irte a otro municipio no deberían darle nada”.
Finalmente, la situación se tornó en tan insostenible que tuvo que solicitar el traslado a otra corporación local, según informan desde Aropol.
Fuente: @AROPOL
https://twitter.com/aropol/status/1236290400412893187?s=21
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