SEOR advierte de la escasez de oncólogos radioterápicos en relación a las futuras necesidades asistenciales de los pacientes con cáncer

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La radioterapia es un pilar fundamental en el cuidado de los pacientes oncológicos debido a su eficacia, seguridad y conveniencia, impactando positivamente tanto en la cantidad como en la calidad de vida de estos pacientes. Del total de personas que son diagnosticadas de cáncer en España, aproximadamente el 60% necesita recibir radioterapia en algún momento de su enfermedad. Por otro lado, aproximadamente la mitad de los supervivientes del cáncer ha recibido este tratamiento, ya sea de manera exclusiva o combinada con otras modalidades terapéuticas.

Sin embargo, la escasez de oncólogos radioterápicos es ya una realidad en España y, en el caso de que no se resuelva, este problema puede comprometer en el futuro el cuidado adecuado de los pacientes con cáncer”, declara el doctor Antonio Gómez Caamaño, presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica – SEOR. El aumento de la incidencia de esta enfermedad en relación al envejecimiento de la población va a requerir de un aumento de los profesionales involucrados en su diagnóstico y tratamiento. Por otro lado, las importantes inversiones a través del plan INVEAT y las donaciones de la Fundación Amancio Ortega van a permitir tanto la renovación del parque de aceleradores lineales con altas prestaciones como la implementación de la protonterapia en España. Todo este despliegue tecnológico supone una excelente noticia para los pacientes con cáncer, pero también una llamada de atención sobre la imperiosa necesidad de profesionales que optimicen su uso.

SEOR y la Sociedad Española de Física Médica (SEFM) elaboraron el año pasado un documento dirigido a los profesionales sanitarios y a los administradores públicos con el objetivo de facilitar una implementación racional de los futuros diez centros de protonterapia dentro de la sanidad pública española. Entre las recomendaciones contenidas en este documento se encuentra una provisión adecuada de recursos humanos, la cual incluye un mínimo de 4-5 oncólogos radioterápicos por unidad.

Un ejemplo de las consecuencias nefastas de no disponer de suficientes recursos humanos para trabajar con alta tecnología sanitaria es el reciente conflicto generado con el aparato MR-Linac Unity del Hospital Universitario La Paz (Madrid). Una máquina altamente exigente debido a su complejidad que no ha podido funcionar adecuadamente debido a la ausencia de dotación de oncólogos radioterápicos. Este problema se traduce en ineficiencias y en un alto costo de oportunidad en términos de pacientes que han dejado de beneficiarse de este tratamiento.

El doctor Gómez Caamaño señala que “la fascinación que sentimos por toda novedad tecnológica nos hace olvidar lo relevante. Las máquinas las hacen las personas y las máquinas son lo que las personas hacen con ellas. Por tanto, lo realmente importante son todos los profesionales que están detrás de la indicación, diseño y administración de un tratamiento radioterápico, así como de la monitorización y cuidado del paciente durante y después del mismo”.

Desde SEOR se reclama un aumento del número de plazas MIR de la especialidad para intentar aliviar las futuras necesidades asistenciales y poder responder de manera adecuada a la demanda de radioterapia. Es necesario reaccionar antes de que sea demasiado tarde para hacerlo. Nuestro compromiso con el paciente con cáncer nos obliga a llamar la atención sobre este problema y colaborar dentro de nuestras posibilidades en su resolución”, concluye el doctor Gómez Caamaño.

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