Por siempre Javi. Eterno recuerdo D.E.P.

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Un maldito miércoles, 11 de agosto los familiares y amigos de Javi recibimos un durísimo golpe, inesperado, injusto… Una de esas noticias que no terminas de creer y no quieres hacerlo.

Nuestro Javi, aun sin terminar de asimilar que tenía una batalla por librar contra esa maldita enfermedad llamada cáncer nos dejó.

Nos dejó su sonrisa perenne, esa alegría constante, interminables su bromas, ininterrumpida felicidad, en posiblemente uno de los mejores momentos de su vida con sus dos preciosas hijas, su querida mujer Celia y su siempre presente madre a las que bien seguro les mandara la fuerza para seguir adelante muy pronto.

Nos dejó su ejemplo de persona ejemplar, en el plano personal un modelo de padre, de marido, de hijo. También nos dejó un ejemplo de policía de vocación, siempre en la calle jugándosela por quien hiciera falta, primero en Madrid y después en Valencia.

Javi era una de esas personas que hacían de este mundo un sitio mejor, que siempre estaba para alegrarnos la vida, esa vida que se ha equivocado enormemente contigo.

Te has llevado un pedacito de todas las personas que teníamos la suerte de conocerte, ser tus amigos… pero también nos has dejado el ejemplo de persona, de policía…

Descansa en paz, no hace falta pedirte que cuides de nosotros porque sabemos de sobra que lo harás.

Rafael José Hinojosa De la Torre, Secretario General Provincial de Madrid del sindicato ASP y entrenador de baloncesto, para h50 Digital Policial

8 comentarios en “Por siempre Javi. Eterno recuerdo D.E.P.

  1. Q.D.E.P
    Mi más sentido pésame a sus familiares amigos y compañeros 😇😇🙏🙏
    La Muerte No Es El Final 🇪🇦🇪🇦🇪🇦🇪🇦🇪🇦

  2. De las mejores personas que he conocido, tan gran persona como profesional. El tópico de que se van los mejores se cumple contigo, un abrazo donde estes

  3. Nada me ha pegado tan duro, nada. Ni los golpes en la calle, ni críticas, ni las mentiras. Desde la academia coincidimos, en Madrid por casualidad de nuevo y ahora solo me queda perdonarme por no haber trabajado más nuestra amistad y por no haberte dicho lo mucho que te admiraba. Me dió fuerte, porque tú hacías gala de la ilusión que yo perdí por esta empresa. No hay despedida posible, porque sigues aquí, siempre. Recordarán a “algunos” que se hicieron gala de estar en el momento oportuno, pero tú al igual que los que todavía se preocupan, estuviste siempre hicieras falta o no…

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