Los trabajadores dependientes de Marlaska se rebelan contra el Gobierno y anuncian movilizaciones en las calles

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La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana ha sido la gota que ha colmado el vaso, los constantes incumplimientos del Gobierno hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Funcionarios de Prisiones y del sector de seguridad han hecho lo que hasta ahora parecía imposible, la unión de todo el sector de la seguridad pública y privada.

Anuncian manifestaciones multitudinarias en Madrid los días 24 y 27 de noviembre

La continuas agresiones a policías, funcionarios de prisiones y personal de seguridad privada, así como los incumplimientos constantes de equiparación salarial, unida a la anunciada reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana han terminado con la paciencia de los trabajadores del área de interior, y es que pese a las continuas iniciativas para un cambio en la legislación que apoye al sector y que agrave las penas de los agresores, y que se les dote de medios humanos y materiales para desempeñar su trabajo con seguridad, el Gobierno actual no ha puesto en marcha ninguna de ellas.

Los sindicatos policiales SUP, UFP y SPP confirman una gran concentración el próximo jueves 24 de noviembre en Madrid junto con las asociaciones de la Guardia Civil AUGC, AEGC y APC, que integraría a todos los sindicatos y asociaciones policiales en un frente común contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, una concentración a la que se han sumado más asociaciones y sindicatos de interior.

JUPOL, asociación que aglutina a policías nacionales y guardias civiles bajo el sindicato JUPOL y la asociación JUCIL han convocado a todo el sector policial nacional a una gran manifestación en Madrid el sábado 27 de noviembre a la que se ha unido el sindicato policial CEP y asociaciones de la Guardia Civil como AEGC.

Se siguen sumando organizaciones policiales a la manifestación de JUSAPOL contra el Gobierno el día 27 de noviembre en Madrid

 

Unidad ante el la situación precaria del sector

El sentir de este gran colectivo es de “cabreo” por la precaria situación que atraviesan, y desean la unión de todos sus representantes para dar una respuesta contundente y continua a un Gobierno que les ignora.

A día de hoy los agentes policiales siguen sin  contar con la tan deseada “pistola eléctrica” Táser, muchos de ellos no disponen de chalecos antibalas y anticorte que garantice su seguridad, como es el caso también de funcionarios de prisiones y vigilantes de seguridad, así como siguen las continuas quejas por la falta de vehículos policiales ante la obsoleta situación del parque móvil policial.

Incumplimiento en la equiparación salarial

Policías nacionales, guardias civiles, funcionarios de prisiones y vigilantes de seguridad no se olvidan de los incumplimientos en materia económica por parte de este Gobierno, y es que no se ha cumplido el acuerdo de equiparación salarial policial, habiendo una diferencia retributiva abismal con sus homólogos, los Mossos d´Escudra, mismo caso o más sangrante es la de los funcionarios de prisiones, que ven día a día como se acrecientan las diferencias salariales con los funcionarios autonómicos, o la de los vigilantes de seguridad, que trabajan con convenios laborales precarios y con falta de medios.

Quiebra de la falta de principio de autoridad

El día 15 de noviembre sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil se reunirán con Marlaska para mostrar su oposición frontal a la reforma de la Ley Orgánica de Protección a la Seguridad Ciudadana. “Se trata de una reforma que limitará la capacidad de actuación policial ante eventos de gran conflictividad social. Esta reforma impide cumplir con los deberes que impone nuestra Constitución, en especial la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana. La reforma de la Ley vigente compromete la seguridad, no sólo de los policías sino de toda la sociedad en su conjunto”.

Se avecina un invierno “calentito” en las calles

Como ya se vio hace tres años, los policías son un sector muy querido por la sociedad española, llenando las calles de todas las ciudades españolas de manifestaciones y concentraciones por lo que todo el mundo considera justo, como son leyes que les protejan, medios y una justa equiparación salarial que no les discrimine.

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