Envenenadoras

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Columna de Ricardo Magaz en h50 Digital Policial. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”.

Los hombres recurren a menudo a la violencia física; las mujeres a la sutileza. Suele ocurrir cuando unos y otras deciden atentar contra la vida ajena. Va en el rol atávico.

Homicidio en grado de tentativa

Ocurrió en Móstoles hace días. Una anciana de 70 años envenenaba la comida de la familia con la que vivía de alquiler bajo el mismo techo, incluidos dos niños. Afortunadamente pudieron detenerla antes de que lograra su propósito criminal. Está acusada de homicidio en grado de tentativa.

“LOS ENVENENAMIENTOS CASI SIEMPRE TIENEN LUGAR EN EL ÁMBITO DEL HOGAR PORQUE ESE MODO DE HOMICIDIO EXIGE CERCANÍA, CONFIANZA O DOMINIO”

Garrote vil

Si repasamos la crónica negra de envenenadoras nos daremos de bruces con episodios tremendos. Entre otros, el caso de Pilar Prades es paradigmático. Pilar fue la última mujer ajusticiada en España con garrote vil en 1959 por envenenar a la señora de la casa donde servía, e intentarlo con tres más. Otro caso brutal es el de Francisca Ballesteros, “La filicida de Melilla”, que mató en 2004 a su marido y a sus dos hijos envenenándolos.

Sin sangre

¿Por qué es el envenenamiento un modus operandi más común en las mujeres? Varios son los factores: talla desigual, empleo de la mínima violencia física, carencia de sangre, ausencia de enfrentamiento directo y, lo más significativo, la premeditación fría y sin arrebatos. Es decir, la no improvisación. Así, en la mayoría de los casos hay un elemento común: los hechos casi siempre tienen lugar en el ámbito del hogar porque ese modo de homicidio exige cercanía, confianza o dominio.

Confiar en todo el mundo es peligroso; no confiar en nadie es neurótico. La vida.

(*) Ricardo Magaz es profesor de Fenomenología Criminal en la UNED, ensayista y miembro de la Policía Nacional (sgda/ac)

Un comentario sobre “Envenenadoras

  1. Este artículo le iría de perlas a la Ministra de Igualdad,esa que presupone que todas las mujeres son buenas por el hecho de serlo y que se niegan a admitir que la violencia no tiene género,es consustancial con ciertas personas independiente de su género.”El hombre no mata,mata un asesino”(Macarena Olona).La mujer no mata,mata una asesina,añado yo.
    Gracias por su artículo,viene muy a cuento en estos tiempos de malos entendidos en beneficio del modus vivendi de unos pocos,esa casta.

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