Entrevista al magistrado Eloy Velasco: “Ojo con copiar técnicas muy viejas de inoculación del odio, porque pueden volverse a producir movimientos horrorosos que ya hemos superado”

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Eloy Velasco Núñez es magistrado y juez español. Fue titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional y Director General de Justicia de los gobiernos de la Generalitat Valenciana, bajo la presidencia de Eduardo Zaplana y Francisco Camps, entre 1995 y 2003, en la actualidad es magistrado de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional.

Nacido en Bilbao (Vizcaya), el 2 de enero de 1963, es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto (1986). Desde 2010 es también doctor en Derecho por la Universidad de La Coruña con la tesis titulada “Delincuencia a través de Internet y nuevas tecnologías: aspectos procesales”, premio Extraordinario de Doctorado. Está casado y tiene dos hijos.

¿De no haber sido juez y vincular su vida al Derecho a qué se hubiera dedicado?

Cuando yo era pequeño, quería ser veterinario, pero no había facultad en el lugar en donde nací; en Bilbao, porque me gustaban mucho los animales, tenia que ir a estudiar a Córdoba o a León; y entonces tuve que cambiar de idea.

¿Cuándo se inicia como Juez sustituto en Portugalete en 1987 se imaginaba que iba a llegar tan lejos en la carrera judicial?

Bueno, no considero que he llegado tan lejos, he ido cambiando de destinos, lo que me marcó más, fue haber trabajado en la Plaza de Castilla, hasta que un día descubrí que había una delincuencia repetitiva, como el hurto, la estafa, una delincuencia que cabrea mucho al ciudadano; y otra delincuencia mucho mas bonita desde el punto de vista profesional: informática, grupos organizados, que me llamó mucho más la atención.

Siempre he dicho que nunca fui a la Audiencia Nacional por el tema del terrorismo, sino por el tema internacional e informático, pues veía que ahí podían caer asuntos por afectar al territorio de más de una provincia, y ese fue el motivo por el que fui allí, luego me tocó terrorismo, corrupción, etc., y creo que he hecho el trabajo judicial mas propio del siglo XXI, y que llega a una trascendencia mas trasversal, trabajando junto a los Carabinieri en Italia, luchando contra la Camorra; he conocido a ETA, a GRAPO, el yihadismo, y por tanto hemos aprendido que el terrorismo ideológico o religioso pueden parecer diferentes, pero, al final hay elementos comunes.

Puedes escuchar la I parte de esta entrevista en el canal de YouTube de h50

Ha tenido Vd. escolta: ¿ha temido alguna vez realmente por su vida?

Si, he tenido escolta varios años. Yo siempre cuento la misma anécdota, el día que pasé mas miedo en un juzgado no fue por un tema de terrorismo, fue por un tema de divorcio.

Porque le quité a un camionero a sus hijos, y el buen hombre se presentó en mi despacho, que desconozco como lo descubrió, cuando yo era juez en Sagunto, en Valencia, me arrinconó con la mesa contra la pared, gritando; y ahí tuve que utilizar mis “armas disuasorias” para explicarle al buen hombre que dialogando se arreglaban las cosas y no usando la violencia.

Si que me han hecho pintadas en mi casa; pero sentirme amenazado, más que por ETA: -algún escrache cuando he ido a Bilbao a dar alguna conferencia- por otro tipo de terrorismo. Pero nunca se sabe donde está el peligro, fíjense que creo que ha sido en Santa María de Nieva, donde, también por un divorcio le pegaron un navajazo a una juez.

De todas formas, los que trabajamos con gente mala, o con gente que está mal; que no es lo mismo, nunca sabemos dónde tenemos el peligro.

Cuando fue el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 instruyó la causa contra Arnaldo Otegi por enaltecimiento del terrorismo tras su participación en el mitin que celebró Herri Batasuna en Anoeta; ¿Cuándo escucha ahora que se ha incorporado a la “dirección del Estado” que opina?

¿Pues qué voy a opinar? Que al final la vida da tantas vueltas que…pero al final nosotros siempre hemos intentado convencer a la ciudadanía de que no atacamos las ideas, -ni tan siquiera en una de las sentencias contra Hasel que me ha tocado-, una de las tantas sentencias suyas, y que se dedican 5 hojas a explicar que en una democracia uno puede decir tantas barbaridades como quiera, pero uno tiene una barrera, que es el odio; cuando el etnoterrorismo vasco, de mi tierra, estaba mas vivo, había personas que incitaban a chavales -que no sabían lo que hacían-, en nombre de no se sabe muy bien de qué patria, pudieran convencerles para que mataran a personas que no conocían tan siquiera de nada, que podían ser exactamente iguales que ellos o sus vidas, que tenían hijos, mujeres, que ganaban un sueldo muy bajo, pero que

por ese odio inoculado, podían ser capaces de destrozar familias, y eso es lo que debería de reflexionar mas Arnaldo Otegui que yo. Que yo ya lo tengo mucho mas reflexionado, pero desde el otro lado.

El límite de la libertad de expresión, entonces, ¿es el odio? ¿Podría ser un titular?

Es jurisprudencia propiamente dicha, lo ha dicho el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos; lo dice la Corte Iberoamericana, etc.; es muy triste, y esto va dirigido a las nuevas generaciones:

ojo, con copiar técnicas muy viejas de inoculación del odio, porque pueden volverse a producir movimientos horrorosos que ya hemos superado: y estoy hablando del nazismo, de los gulags de Stalin, de los crematorios contra los judíos.

El problema es que hay grupos supremacistas, me da igual que sean religiosos, políticos o ideológicos que se creen que son superiores a la Humanidad, porque su condición sexual, ideología o religión es esta, y los contrarios están equivocados; esas ideas pueden llegar a inocular odio a otras personas menos formadas, más débiles o menos íntegras y pueden acabar cometiendo violencia o barbaridades contra esos colectivos.

Lo ideal sería todo lo contrario de lo que se está haciendo en la actual sociedad: inocular odio, en vez de educar en la diferencia, aquí hemos venido todos, cabemos todos, a tener un hueco; y si no estás de acuerdo, pues déjame vivir, pero no intentes convencerme ni intentes exterminarme por no pensar como tú.

Volviendo a Otegui, ¿no es una provocación que Pablo Iglesias haya declarado recientemente que, sin hombres como él, no habría paz?

Bueno, yo creo que eso es una boutade y una falsedad; sencillamente si no hubieran existido hombres como él muchas familias en estos momentos en España tendrían padre, tendrían hijos, tendrían negocios y vivirían en otra zona de España y no habrían tenido que huir…

Esas son declaraciones propias de personas que excluyen a trozos de una sociedad y a personas que no opinan nunca como ellos, y yo no estoy de acuerdo con esa forma de pensar.

¿Y qué cree Vd. que pueden pensar las víctimas del terrorismo cuando escuchan estas declaraciones?

Pues las victimas del terrorismo que ya sufrieron algo inenarrable -y quien no lo ha pasado no lo puede ni entender-, ni va a tener la empatía de poder ponerse en su pellejo ni en sus problemas; a lo que tienen derecho, ya que no van a poder recuperar a su persona muerta, es a descansar, ya que otros se los quitaron gratuitamente de encima, pues por lo menos que no les vuelvan periódicamente a hurgar en la misma llaga, porque es que es volver a reabrir las heridas y a sufrir, y lo que no se puede hacer, es en nombre de unas ideas o de unas creencias, a gente que ya ha sufrido periódicamente, volver a recordarles lo ocurrido.

¿Cree que una persona que viene de la carrera judicial, después de ser ministra de Justicia nombrada por un presidente de Gobierno, pueda ser nombrada Fiscal General del Estado por un Gobierno con el mismo presidente?

Por lo menos tendría que estar una temporada haciendo otras cosas, para que…no diría que se limpie del contacto con la política; porque yo no soy los que demonizan el paso por la política, aunque si

pienso que hay políticos que se han profesionalizado y sólo miran por sus intereses,

pero si uno es político honesto, puede trabajar para que los demás puedan salir adelante, me parece correcto y muy digno, ahora bien; como ahora estamos en un mundo, como de muchas ideologías y muy de sectas de ideas radicales, etc., etc., igual sí que interesa poner por el medio una cuarentena temporal para que esa persona no pueda tener contacto directo con la política y luego, si, reincorporarse a su trabajo a la Justicia.

Ahora bien, esto se plantea de los jueces, pero no se plantea de los médicos ni de los profesores, y porqué no se puede haber contaminado también.

Hemos visto como en Cataluña ha habido profesores que han sido capaces de señalar a hijos de guardias civiles como apestados, o hemos visto que una presidenta de la Comunidad de Madrid, tenía un accidente de moto, y un sector sanitario decía que había que dejarla morir.

todos los sectores radicales ideológicos necesitan descontaminarse para volverse a reintegrar a una profesión neutral.

¿Pero entenderá que es algo difícil de entender teniendo en cuenta que el estatuto fiscal intenta proteger la autonomía de la carrera respecto al Gobierno que lo nombra?

Yo le veo, además problemas prácticos, es decir, de contaminación con asuntos muy recientes, es decir si ahora Vd. como fiscal superior a un fiscal de este país sobre un asunto que tiene correlación con la Justicia la gente va a ver sectarismo, y connotación política más que profesionalidad. Sin embargo, si uno ha estado un tiempo fuera de la política, se ha descontaminado o vuelve a recuperar mas su espíritu profesional que su ímpetu político, por eso yo creo que es necesario un tiempo en el que te vean más como ex político, y luego ya, te volverán a ver como profesional y no como político, ¿no?

¿En contra de la opinión demagógica generalizada de que cobran mucho, hay quienes pensamos que los miembros de la carrera judicial están muy mal pagados para la responsabilidad que ejercen, sólo hay que ver los sueldos que tienen en otros países, cree que hay que mejorar los salarios de los jueces y fiscales?

Si, aunque no tiene mucho interés público, los que tenemos que sacar adelante a una familia, no nos vendría nada mal.

“Así no puedo hacer bien mi trabajo, he pedido otro destino”; así se expresaba Vd., cuando instruía la ‘Operación Lezo’ en una entrevista que le concedió al diario ‘El Mundo’ en el año 2017 en la que denunciaba la falta de medios que sufría entonces la justicia española; ¿casi 5 años después han cambiado algo las cosas o sigue pensando lo mismo?

Pues fíjese, un dato objetivo que les va a convencer, 5 años después de la fecha en la que me fui de ese juzgado,

el juez que heredó mi trabajo tiene a otros 3 jueces mas ayudándole, luego era cierto que yo necesitaba ayuda, solo que la manera de presionarme para que me fuera, fue no dármela.

Entrevista realizada por:

Serafín Giraldo, Director de h50DigitalPolicial e Inspector de Policía.

Javier Rodrigo Ordóñez | Inspector de Policía Nacional. Diplomado Universitario, profesor de primaria, especialidad Ciencias Humanas, Universidad de Oviedo. Master, Universidad de Salamanca
Twitter: @JaviRodrigo11

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