Desobedece a la policía y abre fuego antes de acabar neutralizado en Chicago

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Un caso que está dando de que hablar ha emergido tras publicarse las imágenes de las bodycam de los intervinientes y ha llegado hasta las costas internautas del mundo entero; el pasado 21 de marzo la policía tuvo que neutralizar al joven Dexter Red, en Chicago. El estudiante, que iba sin el cinturón de seguridad puesto, desobedeció las órdenes de unos policías. En un momento dado, tras abrir fuego, obligó a los agentes a atajar la amenaza.

Los hechos ocurrieron en apenas un minuto en la calle West Ferdinand del distrito 11 en la ciudad de Illinois. Aquel día el joven Dexter Reed, de 26 años, iba circulando en su vehículo sin el cinturón de seguridad, cuando unos uniformados le pararon y solicitaron que bajase la ventanilla y, a su vez, que saliese. La víctima desobedeció, aunque en un primer momento aceptó procediendo a bajar el cristal delantero.

Gracias a la publicación de las cámaras corporales, se ha podido ver qué ocurrió y despejar algunas incógnitas, sin embargo, queda investigación por delante. En un momento dado, los efectivos comenzaron a gritarle que saliese del vehículo empuñando sus pistolas. Recordamos que en Estados Unidos es legal poseer y portar armas, lo que significa un mayor peligro durante una intervención para la policía, en España no es legal.

Siguiendo el comunicado que ha ofrecido la Oficina Civil de Responsabilidad Policial, fue Reed quien, con sus disparos a la policía, se adelantó a los acontecimientos. Producto de éstos, uno de los agentes quedó herido en la muñeca. Sin embargo, no se han mostrado pruebas gráficas que cercioren esta realidad.

Y, tal y como sucede en el séptimo arte, una nube de balas acaparó la calle West Ferdinand que en ese momento se hallaba expectante ante semejante acontecimiento. Durante el intercambio de detonaciones, Dexter decidió bajarse del vehículo. Sin embargo, no sirvió para concluir la violenta secuencia.

No obstante, la víctima cesó sus acciones dado su crítico estado de salud, así, la policía se acercó al coche y halló una pistola en el asiento del copiloto y al chico en el suelo cerca de la rueda trasera. En ese momento, la dotación policial, siguiendo con los protocolos detalladamente estudiados, solicitó al joven que no se moviese. Éste, que estaba en una situación crítica, quedó boca abajo e inmóvil.

Según su hermana, Porscha Banks, le dispararon un total de “96 veces”. La fémina denunció la actuación policial. Banks afirmaba que “estaba asustado” y mostró su sorpresa ante la respuesta de los intervinientes, “se supone que lo detuvieron por una infracción de tráfico, ¿por qué tienen cuatro armas apuntándole?”.

En Estados Unidos es muy fácil encontrarse con situaciones similares en las que los individuos a identificar disparan rápidamente desmejorando notablemente la salud de los policías. Por ello, es habitual ver a los efectivos desenfundar el arma reglamentaria en situaciones de desobediencia.

Por su parte, Charles Ramsey, ex policía de Chicago y analista de la CNN, dio explicación a las dudas generadas por la hermana de la víctima. A pesar de lo visto en los vídeos, el sujeto ya había disparado contra un policía, lo que desembocó en la desagradable escena. “Por eso le dispararon”, detallando el por qué de la contundente intervención. Además, señaló tajante que “podemos discutir si los agentes tácticos deberían hacer o no paradas de tráfico por llevar puesto el cinturón de seguridad. Pero no puedes disparar a un policía y no esperar que te disparen a cambio”.

Hoy en día es difícil encontrar una actuación policial y que la sociedad no la ponga en entredicho, aun cuando la afectada es la dotación y no el delincuente. Así es como se ha facilitado la sensación de que hay que enfrentarse a la autoridad en las calles, llegando incluso a desobedecer y hacer burla. En España, ante la dejadez del Ministerio del Interior, vemos cómo la seguridad en las calles va cuesta abajo y sin frenos, cada vez hay más zonas “no go”. Sin embargo, en Estados Unidos la situación es diferente. En el territorio americano la inseguridad es muy alta, pero la policía puede actuar con mayor contundencia desembocando en casos como el presente.

Reed fue neutralizado por cuatro uniformados que procedieron según dictaminan los protocolos de intervención. En un momento donde alguien que incumple la norma, desobedece a las órdenes y, además, abre fuego contra un compañero, la acción natural y estipulada es sacar el arma y neutralizar la amenaza siguiendo el camino correspondiente a la complejidad de la situación. Así lo ha expresado Ramsey en una entrevista para la CNN, “Aunque sean muchas balas, es totalmente comprensible que se dispararan tantas en ese corto periodo de tiempo”.

No obstante, no hay nada cerrado, el caso seguirá bajo investigación del fiscal del estado de Illinois y la Oficina Civil de Responsabilidad Policial. Tal y como explicó el experto, los tres últimos disparos son los que serán estudiados con más detalle. “Me preocuparon mucho”, afirmó el ex policía, advirtiendo de un detalle: el individuo ya había salido del coche.

A su vez, rebajó la tensión de la afirmación anterior, “yo he estado en tiroteos, entiendo a los agentes que tienen la adrenalina por las nubes y lo único que quieren es asegurarse de que la persona a la que se enfrentan no es una amenaza para su vida”. Por último, expresó de manera contundente: “En mi opinión, el uso de fuerza letal estaba justificado en este caso”.

No han tardado en aparecer grupos ciudadanos que se han manifestado a favor de abolir las unidades tácticas del Departamento de Policía y el enjuiciamiento de los efectivos implicados en la intervención.

La madre y hermana de Dexter Reed este martes en una rueda de prensa. X.com

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