DEFEMPOL analiza los útiles alternativos de sujeción para la labor policial

Policía Nacional UIP h50
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En la función policial, a parte de los elementos de sujeción reglamentarios que nos dan de dotación (los grilletes), debemos conocer otros útiles alternativos que podremos utilizar debidamente justificado, como pueden ser las bridas y los lazos de seguridad, también llamados grilletes desechables.

Debemos tener en cuenta, que hay mucha más variedad que los mencionados, pero vamos a centrarnos en los que comúnmente son más utilizados en nuestra función policial diaria.

Significar, que para no tener ningún problema a nivel disciplinario, ni legal, lo adecuado es que sea nuestra unidad la que nos dote de dichos elementos alternativos.

Los útiles alternativos no sustituyen al grillete de dotación, pero pueden resultar de gran utilidad en detenciones en las que haya multitud de detenidos, sangre, etc.

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Sistema de bridas

Empezaremos hablando de las bridas, de las cuáles, lo primero que debemos de decir es que hay diferentes modelos: bridas individuales, bridas dobles, bridas con cerradura, sin ella… Cada persona llevará el modelo que mejor se adecúe a su servicio, a la indumentaria que lleve puesta y a la función que desempeñe. No es lo mismo un servicio de escolta, el cual se realice de traje y en el que prima la discreción, que un grupo operativo en el cual se lleva un chaleco táctico con sistema molle, donde se le pueden acoplar muchos más útiles para su función, como puede ser por ejemplo el G.E.O. de la Policía Nacional.

Las bridas para el uso policial, en este caso nos referiremos a las individuales, normalmente vienen fabricadas en polímero de tensión robustecida, el cual es resistente a impactos, suelen tener un ancho de 8 mm, un peso de unos 15 gramos y una fuerza de tracción de 159 kg, genéricamente hablando.

La ventaja principal que tienen las bridas es su fácil ocultación bajo la ropa. Son muy utilizadas por unidades especiales y que desempeñan la función de escolta ya que se suelen llevar puestas bajo el cinturón del pantalón dejando el extremo más ancho hacia nuestra parte delantera, para que de esa forma, si necesitamos extraerla con rapidez, solo tengamos que tirar de ellas.

La colocación de las bridas no es algo sencillo, conlleva mucho entrenamiento, y debemos saber que podemos colocar tantas bridas como nos sean necesarias, siempre que estén bien puestas.

Evidentemente, las bridas con cerradura, se pueden usar más de una vez, pero debemos tener en cuenta, que si la persona a la que se las vamos a poner está manchada de sangre o tiene alguna enfermedad, lo ideal es desecharlas.

Un matiz muy importante es que siempre que llevemos bridas, debemos de llevar un corta-bridas específico, y en este caso no nos servirá una navaja que lleve corta-cinturones ni un corta-lazos genérico, ya que la dureza de la brida es mucho mayor. Si usásemos una navaja no destinada al efecto, podemos causar lesiones innecesarias.

Lazos de seguridad o grilletes desechables

A continuación, haremos referencia a los lazos de seguridad o grilletes desechables; estos elementos son de un sólo uso, ya que, para quitarlos hay que cortarlos. Los usaremos principalmente cuando haya sospechas de que la persona a detener, pueda padecer alguna enfermedad infecto-contagiosa.

Los lazos se componen por dos “manillas” regulables, unidas por una pieza plástica dentada y por un extremo con otra pieza plástica, que será de la que tiremos para ajustarlos al final.

Podemos observar cómo, en la mayoría de las ocasiones, los lazos se llevan enrollados al cinturón de servicio forma incorrecta y poco práctica para su uso, ya que, eso nos dificultará acceder a ellos con rapidez para su colocación.

En el caso de que tengamos una intervención complicada, la puesta de lazos se puede convertir en una misión imposible, y con una persona poco colaboradora, lo ideal es tener al sujeto controlado en el suelo para facilitarnos su puesta.

La forma correcta de portar los lazos, es llevarlos preparados con una “manilla” más larga que la otra, que será la primera que coloquemos en caso de tener que usarlos.

Los lazos se regulan siempre tirando de la parte interior de cada “manilla”, ya que, si tiramos de la parte exterior, el lazo se quedará bloqueado y ya no nos será de utilidad.

Al igual que con las bridas, podemos utilizar tantos lazos como necesitemos, uniendo unos a otros, pero esta es una acción que conlleva mucho entrenamiento para colocarlos de forma correcta. Cuando terminemos de colocar los lazos, no debemos olvidarnos de realizar un nudo sobre el extremo final que ajustamos, de esa forma evitaremos que se aflojen y puedan soltarse.

Al igual que con las bridas, necesitaremos un corta-lazos o un elemento que tenga un sistema de corte parecido para retirarlos, siendo esto una premisa fundamental.

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