La sombra del acoso escolar es uno de los grandes males que esta sociedad tiene la obligación de erradicar, sin duda es un yugo muy pesado para quienes lo sufren. No es desconocido que puede tener consecuencias psicológicas de por vida para sus víctimas. Se ha descubierto un nuevo caso en Granada, donde varios adolescentes de entre 14 y 15 años han estado acosando, golpeando y amenazando de muerte a un compañero.
La Policía Nacional ha puesto ya ante la Fiscalía de Menores a seis estudiantes de entre 14 y 15 años acusados de acoso escolar a un compañero de clase. Han llegado a emplear las redes sociales para denigrar al compañero. Sin duda, es bien sabido que estos casos las acciones de los abusones están siempre subrayadas por la cobardía y falta de personalidad.
Tal y como informaron fuentes policiales, los uniformados identificaron a seis adolescentes, en un municipio de Granada, como presuntos autores de acoso escolar. Esto ha estado ocurriendo durante varios durante su paso por la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Todo aquello por lo que pasó la víctima fue en persona y vía telefónica desde hace tres años. El acoso ha sido continuado afectando gravemente a su rendimiento académico y salud mental. De hecho, en una de las agresiones llegó a perder el conocimiento.
Cabe destacar la explicación que ofrecen muchos colegios, que no activan protocolos para evitar salir en prensa, es que “son cosas de niños”. Es imperativo denunciar cualquier situación de esta envergadura ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Son muchas las víctimas que, a diario, tienen que convivir con este lastre, algunos no aguantan y terminan quitándose la vida. ¿Qué pensarán los progenitores de las acciones de sus hijos? ¿Lo verán como algo normal? ¿Serán conscientes de que sus pequeños están arruinando la vida a un joven que está proyectando su futuro y fundamentando su personalidad?
Uno de sus compañeros le propinó una fuerte patada durante un enfrentamiento, habiéndole practicado un ‘mataleón’ tiempo atrás. Tras la patada cayó al suelo y, estando aturdido, le apretó el cuello con tal fuerza que sufrió dolores cervicales durante varios días. Asimismo, fue apedreado en varias ocasiones, dejándole un hematoma en el ojo durante mucho tiempo.
Ante situaciones tan graves como la presente, es importante tomar nota y desarrollar serios planes de actuación. Desgraciadamente, no todos cuentan con una educación basada en buenos valores, aunque no por ello se deben justificar ciertas actitudes y acciones.
Según un estudio, casi 220.000 estudiantes sufren ‘bullying’ y más de 44.000 decidieron acabar con todo, según un estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia realizado por la Fundación ColaCao y la Universidad Complutense de Madrid a partir de una muestra de casi 21.000 estudiantes de las 17 comunidades autónomas, de un total de 325 centros educativos.
Cabe destacar que muchos de los acosadores suelen arrastrar inseguridades de base, problemas familiares y otros motivos que les llevan a adoptar esas actitudes. Sin embargo, tal y como apuntan muchos padres y antiguas víctimas, no es excusa.
Este medio anima a todos aquellos que se hallen atravesando una situación similar a denunciar sin miedo. Las FFCCS estarán siempre a la entera disposición de aquellos que viven un drama diario sin merecerlo. Los padres y la familia son un pilar fundamental al que no deben dudar en acudir a pesar de las cobardes amenazas por parte de los agresores. Del mismo modo, insta a los centros escolares a tomarse muy enserio cualquier atisbo de acoso escolar, no son bromas, es una desgracia y los colegios son altamente responsables en lo que pueda suceder.
