El falso revisor de gas y otras estafas

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Las personas mayores son las personas más vulnerables ante este tipo de estafas, en las que se hacen pasar por trabajadores de alguna compañía y tienen que realizar alguna revisión

Los estafadores son personas sin escrúpulos que hacen del engaño su medio de vida y para ello pueden simular ser un trabajador de alguna compañía eléctrica, como Iberdrola, o de gas, o incluso simular ser la sobrina de una vecina que se ha quedado sin llaves para entrar en su casa.

Para entender primero que es una estafa, debemos remitirnos al Código Penal, donde encontraremos en su artículo 248, la definición genérica de estafador: “Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.”

Por tanto, las personas que cometen este delito, se valen de usar el engaño para inducir a error en otras personas, por lo que no utilizan ni la fuerza en las cosas, ni la violencia en las personas, si bien, lo que en principio puede comenzar como una estafa, puede derivar en un robo con violencia, por ejemplo.

Es importante reseñar que estos delincuentes han hecho un control de los vecinos del edificio, ubicando en qué pisos residen personas de avanzada edad, los cuales serán los elegidos como víctimas.

A continuación, vamos a pasar a describir cuales son las estafas más comunes y que más suelen utilizar con nuestros mayores, con el fin de que les llegue esta información y puedan prevenir este tipo de delitos.

Delitos que como norma general no superan los 400 euros, por lo que la pena recogida en el Código Penal es una multa de uno a tres meses.

El falso revisor de luz

Una persona llamará a la puerta de la casa diciendo ser un revisor de Iberdrola o de otra compañía de la luz.

Abordará a la persona mayor sin dar opción a que llame a ningún familiar o vecino, con frases como “esto va a ser rápido”, “sólo serán dos minutos”.

El estafador no parará de dar conversación a la víctima, para evitar que piense que hay algo raro en lo que está sucediendo.

Tras pocos minutos dentro del domicilio, el estafador le dirá que ha finalizado y que tiene que pagar la revisión que acaba de realizar.

Esto no es más que una excusa para que la víctima coja su monedero donde tiene el dinero o su documentación y la tarjeta bancaria.

Se han dado casos que los estafadores acuden con una especie de datáfono para que el perjudicado pase su tarjeta e introduzca el pin para realizar el pago.

Tras esto, el estafador les dice a las víctimas que se dirijan a la cocina y que desconecten y vuelvan a enchufar los electrodomésticos, como la nevera o el microondas para comprobar que está todo bien.

Es en ese momento en el que el falso revisor aprovechará para coger la cartera de la víctima o algún otro objeto de valor y marcharse del domicilio rápidamente.

Ha habido casos, en los que la víctima se ha percatado de que pudiera ser un objeto de un engaño y el delincuente ha reaccionado de forma violenta, encerrándose en la casa con la persona mayor, llegando a agredirla para robarla. Por esto es fundamental advertir a nuestros mayores de que “NO ABRAN LA PUERTA A NADIE”.

Los revisores reales van perfectamente identificados y dejan un aviso en el portal del día en el que van a realizar alguna inspección.

En última instancia, es el cliente quien elige cuando y quien realiza la inspección, por lo que no hay inspecciones sorpresa o sin previo aviso.

Revisión del calentador o del gas

Al igual que ocurre con la estafa del falso revisor de la luz, en esta modalidad, una persona se hará pasarse por el revisor del calentador.

En este tipo de estafas, engañará a la víctima simulando que sustituye alguna pieza del calentador por la que pretenderá cobrar.

Una vez que la persona mayor le haya pagado o haya visto donde se encuentra el monedero, el falso revisor de la caldera se marchará con el pretexto de coger algo de la furgoneta, como una pieza o una documentación para no volver más al piso.

Finalmente, el perjudicado comprobará que no ha sustituido ninguna pieza ni ha realizado ningún trabajo, así como seguramente que le ha sustraído la cartera o algún objeto de valor.

Las empresas suministradoras de gas, realizan una inspección obligatoria cada 5 años y para ello comunican con bastante antelación de la realización de la misma, las fechas y el coste, el cual se cargará en la próxima factura como norma general, siendo el importe entre 50 y 70 euros. Aquí tampoco caben las inspecciones sorpresa sin aviso previo.

La sobrina de la vecina

En esta modalidad, una mujer joven llamará a la puerta de la persona mayor y dirá que es sobrina de nuestra vecina, llamándola por el nombre, el cual habrá visto previamente en los buzones del portal. De esta forma se ganará la confianza de la víctima.

Con la excusa de pedir un vaso de agua o esperarla sentada, intentará acceder al domicilio.

Una vez dentro y mientras la pide el vaso de agua, o le pide ir al baño intentará sustraerle dinero o joyas que pueda encontrar y para ello no dudará en registrar la casa simulando haberse equivocado de habitación al ir al baño.

Existen muchas estafas más de este tipo, en los que los delincuentes intentarán por todos los medios acceder a la vivienda de una persona mayor e intentar mediante engaño en principio, pudiendo llegar a la violencia, para conseguir su dinero.

Las víctimas siempre serán personas mayores que previamente han seguido y controlado donde viven, por lo que es fundamental, advertir a las personas mayores, como hemos dicho antes, que no abran la puerta a ningún desconocido.

Consejos

– No abrir el portal a personas que intenten acceder al mismo con cualquier tipo de excusa.

– Por lo general, las revisiones del gas o de la caldera o eléctricas, son anunciadas o publicitadas con anterioridad por las compañías suministradoras.

– Si alguien, tras identificarse, pretende hacer una revisión y usted no está seguro, no lo deje entrar en el domicilio, quede con él para otro día y pregunte a la empresa a la que representa, si están realizando revisiones en su inmueble.

–  Si finalmente le dejase entrar, hágalo en compañía de un vecino o persona de confianza, no lo deje solo mientras dure la revisión y no abone en efectivo el coste de la misma, las compañías suministradoras generalmente suelen cargar el servicio en nuestra cuenta o con el recibo mensual del gas.

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