Detienen a un joven marroquí que cayó desde un segundo piso tras herir a tres policías

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Tres policías locales resultaron heridos por un joven de 20 años que les llegó a lanzar una bombona de gas desde un tercer piso.

La acción conjunta de Policía Local y Policía Nacional terminó con la detención del joven de 20 años y su madre de 58, ambos de origen marroquí.

Los hechos se produjeron en Melilla, la noche del pasado sábado 18 de julio en la barriada de Tiro Nacional, donde se estaba produciendo un problema familiar.

Una llamada alertó de esto, desplazándose hasta el lugar un indicativo de Policía Local, los cuales al llegar observaron en el balcón de un tercer piso, como un joven, en compañía de su madre sujetaba una bombona de butano, amenazando con lanzarla a los policías si intentaban acceder al edificio.

Policía Local, Policía Nacional, Bomberos y Ambulancia

Los agentes solicitaron apoyo de más unidades de Policía Local, así como de Policía Nacional. También solicitaron la presencia de bomberos y de una ambulancia.

Tras la llegada del resto de patrullas, acordonaron la zona, “instante en el que el individuo lanzó la bombona de butano, desde un tercer piso, hacia los policías actuantes, teniendo que apartarse para evitar ser alcanzados por la misma” según explicó el portavoz de la policía.

Tras lograr acceder al edificio y llegar hasta la vivienda del agresor, éste les esperaba con un cuchillo.

Desde el balcón y mostrando el cuchillo, amenazaba con matar a los policías que subieran y alentaba a la gente que se había congregado en la calle por lo que estaba sucediendo, a que atentaran contra los agentes.

Según informó el portavoz policial, la madre del joven bloqueó el acceso a los policías para evitar que llegaran hasta el balcón donde estaba su hijo, llegando a empujar a los agentes y resistiéndose activamente de forma cada vez más violenta, por lo que procedieron a su detención.

Al acceder a la vivienda, el joven se descolgó hasta el segundo piso, donde rompió los cristales del balcón y empezó a lanzárselos a los policías.

Debido a que el individuo podía caer al vacío, los bomberos desplegaron una colchoneta hinchable por si caía o se lanzaba al vacío.

Taser

El joven se volvió más agresivo y comenzó a autolesionarse provocándose cortes por su cuerpo. Varios policías intentaron sujetarle a través de las rejas, para evitar que siguiera autolesionándose, siendo heridos con cortes, por los que tuvieron que ser atendidos.

Dada la situación de agresividad y puesto que no había peligro si se caía, optaron por utilizar el dispositivo eléctrico de control (DEC), más conocido como taser.

Al utilizar el taser contra esta persona, cayó sobre la colchoneta que habían preparado los bomberos, siendo reducido y detenido.

Tranquilizantes

Una vez introducido en el vehículo policial, “comenzó a golpearlo con patadas hasta lograr fracturar el cristal de la ventanilla trasera, además de desencajar el marco de la puerta y así como otros daños ocasionados en el vehículo”, destacó el portavoz.

Por esto, personal de la ambulancia que se encontraba en el lugar le inyectó un tranquilizante, siendo trasladado al Hospital Comarcal para ser asistido por las lesiones que presentaba y para su valoración psiquiátrica.

Madre e hijo, ambos de origen marroquí, fueron detenidos como presuntos autores de sendos delitos de atentado a agente de la autoridad, daños, lesiones, amenazas y alteración del orden público.

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