9 de enero: Cuatro víctimas de ETA en nuestra memoria

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El 9 de enero es una fecha negra para la historia de España, pues cuatro personas en diferentes años perdieron la vida a manos de los terroristas de ETA
Un Guardia Civil, un ex Guardia Civil que llevaba 10 años trabajando en una fábrica, un vendedor ambulante y un concejal del Partido Popular
Ciriaco Sanz García

El agente de la Guardia Civil Ciriaco Sanz García, fue víctima de un atentado en Llodio (Álava), el día 5 de enero de 1979. Varios terroristas le dispararon una ráfaga de metralleta desde un coche hiriéndole de gravedad. Ciriaco perdió el conocimiento de camino al Hospital de Cruces, donde ingresó en estado grave.

No pudo sobrevivir al shock hipovolémico de la hemorragia sufrida y falleció de un ataque al corazón el 9 de enero. Estaba casado y tenía cuatro hijos.

El agente era natural de Burgos, concretamente de la localidad de Santa Inés, llevaba 28 años residiendo en Llodio, donde trabajaba con uno de sus cuatro hijos, el cual también era Guardia Civil. El atentado fue reivindicado por ETA militar.

Ciriaco Sanz García, guardia civil de 50 años y natural de la localidad burgalesa de Santa Inés, llevaba veintiocho años viviendo en Llodio (Álava), donde compartía cuartel con uno de sus cuatro hijos, también miembro de la Benemérita.

Sebastián Arroyo González

Sebastián Arroyo González salió del trabajo el día 8 de enero de 1980, a las 19:30 horas y condujo su vehículo, un Seat 124, dirección a su casa en Alsasua, donde vivía con su esposa y sus cuatro hijos.

En el trayecto, estaba siendo esperado por varios etarras que abrieron fuego con metralletas contra el coche de Sebastián, desde otro vehículo.

Como consecuencia de los disparos, Sebastián resultó herido por seis impactos de bala, pisando el acelerador y perdiendo el control del vehículo, que terminó chocando contra un parque de bomberos. Varios bomberos que presenciaron lo ocurrido, salieron a socorrerlo.

Sebastián fue trasladado a la casa de socorro de Alsasua, donde recibió las primeras atenciones médicas, y después al hospital de Navarra, donde falleció al día siguiente, el 9 de enero.

Sebastián había sido agente de la Guardia Civil, si bien hacía ya 10 años que lo había dejado y estaba trabajando como jefe de sección de la fábrica Igartex, dedicada a la fabricación de guantes, en las afueras de Alsasua.

Aunque ya hiciera 10 años que no pertenecía al instituto armado, ETA le puso una diana señalándolo como objetivo a matar.

Isidro Jiménez Dual

Isidro Jiménez Dual era un vendedor ambulante, tenía 37 años, estaba casado y tenía cinco hijos.

Fue víctima de ETA por la campaña que realizó contra los supuestos traficantes de drogas.

El 9 de enero de 1991, cuando Isidro estaba intentando arrancar su furgoneta, en el barrio de Txurdinaga de Bilbao, una bomba lapa adosada en los bajos del vehículo hizo explosión provocándole graves heridas. Como consecuencia de las lesiones sufridas, falleció dos días después.

Como consecuencia del atentado, tres personas que se encontraban en las proximidades de donde se produjo la explosión fueron heridas.

José Ignacio Iruretagoyena Larrañaga

José Ignacio Iruretagoyena Larrañaga era maderero de profesión y concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zarauz.

En el momento de su asesinato tenía 35 años, estaba casado y tenía dos hijos.

Los terroristas entraron en el garaje de José Ignacio la madrugada del día 9 de enero, y tras forzar la puerta del copiloto, colocaron una bomba lapa debajo del asiento del conductor, la cual estaba programada con un temporizador.

José Ignacio no se percató del forzamiento de la puerta del copiloto y se montó en su vehículo a las 07:30 del mismo día 9 de enero.

Tras parar a desayunar, volvió a coger el coche y cuando se encontraba a sólo 500 metros de su trabajo, la bomba hizo explosión.

La bomba contenía 1,5 kilos de amonal y 2 kilos de cloratita, además del temporizador.

José Ignacio no perdió la vida en el acto, pese a perder varias extremidades del cuerpo debido a la explosión. En medio de lo que era una escena dantesca, José Ignacio pidió auxilio a los viandantes que se encontraban en el lugar, los cuales no pudieron hacer nada para salvar su vida.

Víctima de la explosión también fue una persona que estaba próxima al lugar y que sufrió diversas lesiones.

Un comentario sobre “9 de enero: Cuatro víctimas de ETA en nuestra memoria

  1. Malditos terroristas hijos de puta.
    Y hay q joderse que son los socios del presidente de nuestra nación. Pero q mierda es esta? Estamos todos locos?
    Y encima les pagamos . pero por Dios!!!
    Que asco . Que asco

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