
En un país donde la desafección política crece al ritmo de la precariedad, Vito Quiles se ha convertido en un referente inesperado para miles de jóvenes que sienten que España está estancada. Su presencia este viernes en la Universidad de Málaga (al igual que otras que le precedieron), redes sociales y espacios públicos no es casual: responde a una necesidad generacional de ruptura, autenticidad y confrontación directa con el sistema.
Mientras los partidos tradicionales se enredan en promesas vacías y pactos de despacho, Quiles recorre campus y calles con un mensaje claro: España necesita despertar. Y lo hace sin filtros, sin miedo a la polémica, y con una narrativa que cala entre quienes han crecido viendo cómo la corrupción, el paro juvenil y el coste de vida se convierten en norma.
¿Por qué conecta con los jóvenes?
Porque habla su idioma. Porque no les trata como votantes potenciales, sino como ciudadanos indignados. Porque pone el foco en lo que muchos sienten pero pocos se atreven a decir: que el bipartidismo ha secuestrado el futuro, que la clase política vive desconectada de la realidad, y que el discurso oficial ya no representa a una generación que quiere avanzar sin tutelas ideológicas.
En sus visitas a universidades, Quiles no busca adoctrinar. Busca provocar reflexión, agitar conciencias y romper el monopolio del pensamiento único. Y lo consigue. Jóvenes que nunca se habían interesado por la política ahora corean su nombre, comparten sus vídeos y debaten sus ideas.
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Más que un comunicador: un catalizador social
Vito Quiles no es un político. Es un catalizador de una nueva narrativa que desafía el relato dominante. Su estilo directo, su uso estratégico de las redes y su capacidad para generar conversación lo han convertido en un fenómeno que trasciende la ideología.
En un país donde los medios tradicionales han perdido credibilidad entre los jóvenes, Quiles representa una alternativa comunicativa que, guste o no, está marcando tendencia.
¿Qué revela su éxito?
Que la juventud española no está dormida, está buscando referentes. Que el hartazgo no se traduce en apatía, sino en acción. Y que, frente a quienes intentan silenciarlo, Vito Quiles sigue ganando espacio porque representa una ruptura con lo establecido.










