Vigilantes de Seguridad Marítima denuncian su crítica situación laboral en alta mar

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Representantes de la asociación Marea Negra por la Seguridad Privada llevan años denunciando la crítica situación laboral de los profesionales de la Seguridad Marítima. Son trabajadores que prestan servicio en duras condiciones abordo de barcos españoles, enfrentándose a diario ante la amenaza continua de los ataques piratas.

El 27 de septiembre de 2016, el mismo Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados (PSOE) presentó una Propuesta no de ley (PNL) solicitó formalmente una serie de medidas urgentes en relación con la prestación del servicio de Seguridad Privada en los barcos atuneros que faenan en el Índico. Unos requerimientos, efectuados ante por aquel entonces gobierno dirigido por Mariano Rajoy, que parecen que han caído en el olvido por parte del actual ejecutivo.

El deterioro de las condiciones laborales de estos profesionales de la seguridad ha sido nuevamente reivindicada durante años posteriores con la llegada del PSOE a Moncloa. A día de hoy, todavía no se ha contado con la pertinente inspección del Estado y del Ministerio que corresponda de todas las irregularidades denunciadas incrementando la indignación y desprotección de los vigilantes.

En la actualidad cuentan con un informe emitido recientemente donde se estudian vías jurídicas de reclamación y depuración de responsabilidades en referencia al único servicio internacional español de protección marítima (seguridad privada).
“En estos momentos son ya múltiples denuncias por parte de los trabajadores que aumentan cada año, pero ya no son cuestiones económicas, que también, sino operativas y de interés para las administraciones que permanecen pasivas y no hacen ni la inspección correspondiente ni aplicación de sanciones poniendo a todo el personal en serio riesgo”, manifiestan para h50.

Representantes del Servicio de Seguridad Marítima ha detallado a este medio las lamentables “deficiencias destacables” que sufren los trabajadores en el marco de su situación laboral en el Océano Índico indicando que se deberían de tomar medidas urgentes a fines de control e inspección por las dos administraciones implicadas en primera instancia en lo respectivo a la regulación de armamento y munición y aplicación de normativa de Seguridad Privada.

Precisamente, respecto al armamento que se usa en este tipo de servicios, se ha denunciado que no se efectúan por parte de especialistas las revisiones reglamentarias ni los mantenimientos o reparaciones oportunas sobre las armas en servicio, siendo los propios vigilantes de seguridad los responsables en todo momento de su mantenimiento, uso y conservación campaña tras campaña.

Actualmente, según manifiestan, se realizan prácticas de tiro de forma mensual que implica unos ejercicios de tiro real con fusil HK G36 y ametralladora MG.  Sin embargo, “estos entrenamientos están dirigidos por los mismos vigilantes de seguridad que no cuentan con habilitación reglamentaria como instructores de tiro a tal efecto expedida por la Guardia Civil”, denuncian precisando, además desde esta asociación: “Según nuestros últimos controles, la munición en su mayoría está caducada y obsoleta”.

En este servicio de seguridad marítima con armas, aseguran que no se respeta los periodos de descanso obligatorio del vigilante de seguridad según normativa en vigor entre turno de guardias armadas.

“Nos gustaría saber actualmente el número exacto de operativos armados autorizados y que deberían trabajar a bordo según Plan director en vigor ya que en estos momentos en los buques de pabellón español únicamente hay dos vigilantes de seguridad durante más de 4 meses continuados de campaña para esta tarea, siendo un auténtico riesgo para la seguridad del buque y todo el personal a bordo”, denuncian.

Los representantes de Marea Negra también se lamentan que la desactualización del protocolo de actuación calificándolo de “obsoleto e ineficaz” a la vez que exigen una urgente revisión del mismo.

La falta de personal es otra de las medidas que comprometen su propia seguridad ya que según denuncian “actualmente se ha pasado de ser 4 vigilante a bordo de buques a ser únicamente 2 en servicios de 24 horas navegando durante como mínimo 4 meses de campaña”. Y precisamente por este motivo es por lo que solicitan una revisión urgente del contrato de servicio.

“Los vigilantes de seguridad contratados para este servicio tendrían que reunir unos ciertos criterios que no se cumplen, como son: personal con acreditada experiencia militar profesional en unidades operativas con misiones internacionales en su hoja de servicios, experiencia en armas de fuego militares, no sólo disponer de licencia tipo C”, exponen desde Marea Negra.

Desde esta asociación reivindican que se cumpla la normativa de Seguridad Privada en materia de realización de los cursos anuales de reciclaje y en su caso, destinados al personal en tareas de protección marítima, no cualquier curso de ninguna aplicación en nuestras tareas específicas a bordo.

Se trata de unas líneas generales de los temas más inquietantes que quieren investigar y que según anuncian van a ser revisados y en su caso, denunciados ante quien correspondan por vías judiciales. Hasta la fecha se encuentran a la espera que los responsables con atribuciones en estas materias se reúnan con sus representantes y den soluciones a los diversos asuntos que preocupan y exigen respuesta urgente.

“Los vigilantes de seguridad únicamente pretendemos cumplir y hacer cumplir la normativa aplicable en beneficio del servicio, son ya más de 10 años desde que se activó y cada vez se ha ido a peor en todos los aspectos: peor nivel retributivo, falta de medios actualizados de dotación, manuales obsoletos, falta de criterios de actuación, cobertura legal de nuestros procedimientos…”, sentencian.

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