Santa Cruz de La Palma, 12 de julio de 2025 – Un día que prometía ser únicamente de fervor y tradición en la ansiada Bajada de la Virgen de las Nieves, se transformó en escenario de un acto heroico gracias a la rápida y profesional intervención de Víctor M.F., agente de la Policía Nacional. En medio de la multitudinaria celebración, que este año era especialmente significativa al no haberse podido celebrar en una década, la pericia y formación en primeros auxilios de un miembro de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) resultó crucial para salvar la vida de un ciudadano.
Los hechos se desarrollaron alrededor de las 20:30 horas en la concurrida Cuesta de La Encarnación, en un ambiente festivo con miles de personas congregadas para presenciar la procesión. Fue entonces cuando la tranquilidad se vio interrumpida por la desesperación: un hombre de unos 60 años, visiblemente agitado, pálido y con gestos efusivos, corría pidiendo ayuda, incapaz de respirar. Detrás de él, su hijo, de entre 25 y 30 años, clamaba auxilio por su padre.
A escasos metros, el agente Víctor, de la Policía Nacional, quien se encontraba en comisión de servicio en la isla de La Palma como parte del dispositivo especial de seguridad para las festividades, no dudó un instante. Gracias a su sólida formación como Técnico en Emergencias Sanitarias e Instructor en Soporte Vital Básico y DESA, identificó de inmediato la gravedad de la situación: una obstrucción completa y grave de las vías respiratorias. Sabía que cada segundo que pasara era vital para evitar la inconsciencia y, posteriormente, una parada cardiorrespiratoria.
Con la calma y determinación que requiere una situación de vida o muerte, el agente tranquilizó al hombre y a su hijo, indicándoles que iba a ayudarles. Sin perder tiempo y consciente de la inminente pérdida de consciencia del afectado, procedió a realizar la Maniobra de Heimlich. Con una serie de cinco compresiones abdominales precisas, la vía respiratoria se desobstruyó. El hombre, D. Miguel Ángel, comenzó a respirar espontáneamente y recuperó el tono de piel, regresando del borde de la asfixia.
Tras asegurar la respiración y estabilidad del ciudadano, el Policía realizó una nueva valoración de sus constantes vitales, confirmando su recuperación satisfactoria. Tanto D. Miguel Ángel como su hijo, visiblemente aliviados y agradecidos, solicitaron los datos del agente para poder reconocer su inestimable labor humanitaria.
El Jefe de la Policía Local de Santa Cruz de La Palma, presente en el lugar y testigo directo de la actuación, no tardó en expresar su profunda gratitud y felicitación al agente Víctor VMF. «Es un honor contar entre los profesionales de la seguridad con gente tan preparada y profesional», afirmó el Jefe, destacando que «de no ser por su pericia y conocimiento, [la intervención] hubiese empañado seguramente un día tan especial para los palmeros». El Jefe de la Policía Local ha reiterado su intención, mediante felicitación pública escrita, de actuar como testigo en las instancias que sean necesarias para que esta intervención reciba el reconocimiento que merece.
Este acto heroico, presenciado por numerosos asistentes y mandos policiales tanto de la Policía Local como de la Policía Nacional, no solo subraya la profesionalidad y la preparación excepcional de los miembros de las fuerzas de seguridad, sino que también garantiza que un día de celebración histórica no terminara en tragedia, reafirmando la confianza de la ciudadanía en aquellos que velan por su seguridad.
Y, aunque sabemos que no hay mayor reconocimiento que un final feliz, ahora le toca a la Dirección General de la Policía actuar en consecuencia.
