Un dispositivo de prevención contra el menudeo de drogas en los alrededores de la estación de autobuses de Caldes de Montbui terminó con un violento enfrentamiento entre agentes y un grupo de personas que rodearon a la policía. Según informó El Caso.
El operativo, llevado a cabo por los Mossos d’Esquadra y la Policía Local, tenía como objetivo identificar a individuos sospechosos de tráfico de drogas en la zona.
Durante la intervención, dos hombres de 22 años se negaron a identificarse y reaccionaron de manera agresiva ante los agentes, lo que derivó en su detención por resistencia y desobediencia a la autoridad. Sin embargo, la situación se tornó crítica cuando un grupo numeroso de personas comenzó a rodear a los policías, generando un ambiente de tensión que requirió la intervención de unidades adicionales, incluyendo equipos de orden público del ARRO de los Mossos.
En el enfrentamiento, cuatro agentes resultaron heridos, dos de los Mossos d’Esquadra y dos de la Policía Local. Posteriormente, un grupo de personas se dirigió a la comisaría de Caldes de Montbui, aunque fueron dispersados sin mayores incidentes. Los detenidos quedaron en libertad tras declarar en comisaría, mientras que los agentes heridos se recuperan de sus lesiones.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la inseguridad en la zona, la falta de respeto hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la fragilidad legislativa de España ante clanes violentos que ejercen actividades ilícitas pisoteando la normativa vigente.
La culpa es politica osea de los políticos
El principio de Autoridad, hace decenios que se viene conculcando. Y quienes lo conculcan principalmente son las Autoridades judiciales, que con su forma de actuar, dan pie a que la delincuencia se sienta arropada por algunos jueces. El delincuente ya sabe de antemano que va a ser puesto en libertad nada mas pise el juzgado de Guardia. Hay jueces que están deseando de que les pasen los detenidos pasa nada más oírlos en declaración, casi sin tener en cuenta el atestado policial ponerlos en libertad, sin tener en cuenta la gravedad del delito cometido, no vaya a ser que envíen a prisión a un inocente.