Un joven okupa perdió un testículo en el desalojo del gaztetxe de Rekalde y el Consejero Bingen Zupiria tuvo una “polémica” reacción, al manifestar que la Ertzaintza “puede utilizar elementos para disolver concentraciones, pero eso nunca debe ser un uso desmedido de la fuerza. Lo que ocurrió fue injustificable, gratuito, un abuso de poder completamente fuera de lugar, además pude ver cómo me apuntaban y disparaban de forma directa”.
Desde el Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.), le contestaron: “El consejero de Seguridad nos vuelve a poner a los pies de los caballos, sentencia sin juicio y responsabilidad sin pruebas”
“Desde el Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.), queremos mostrar nuestro absoluto rechazo y profunda preocupación por las recientes declaraciones del consejero de Seguridad del Gobierno Vasco en relación con el incidente ocurrido en el barrio bilbaíno de Rekalde. Una vez más, y por desgracia no es la primera, el máximo responsable político de nuestra institución ha decidido actuar como juez, parte y portavoz de una versión parcial de los hechos, sin tener en cuenta la presunción de inocencia ni el contexto operativo en el que se desarrolló la intervención”.
Una condena pública sin investigación ni juicio
“Nos encontramos ante un caso paradigmático de lo que no debe hacer un cargo público: señalar sin pruebas concluyentes, condenar sin investigación judicial y emitir valoraciones interesadas desde una tribuna política. El consejero ha decidido que ya hay culpables, sin necesidad de jueces ni de que avance el procedimiento judicial. La presunción de inocencia, pilar básico del Estado de Derecho, ha sido triturada desde el minuto uno.
¿Con qué garantías puede ahora un agente presentarse ante el juzgado cuando su propio consejero ya ha dictado sentencia ante los medios y el Parlamento? ¿Qué mensaje se envía al conjunto del cuerpo cuando quien debe respaldarte institucionalmente te desautoriza públicamente sin conocer todas las circunstancias?”.
Desconocimiento del terreno y falta de respeto al trabajo policial
“Cuando el consejero afirma que la persona herida no estaba en el “foco de la actuación”, demuestra un profundo desconocimiento del terreno y de la dinámica real de este tipo de operativos. Las intervenciones de orden público no se desarrollan en un plano estático ni con líneas imaginarias delimitadas. Los perímetros de actuación son amplios, dinámicos y condicionados por multitud de factores en tiempo real.
Pretender reducir lo ocurrido a una simple ecuación de presencia y responsabilidad es, como mínimo, una simplificación inaceptable, cuando no una manipulación política. Lo que debería hacer el consejero es confiar en los cauces judiciales y respaldar a los agentes mientras no haya pruebas concluyentes que justifiquen lo contrario”.
La herencia de la desidia: falta de personal, medios y planificación
“Pero esto no es nuevo. Lo que estamos viendo es la consecuencia directa de años de abandono por parte de quienes han dirigido el Departamento de Seguridad. Si los antecesores del actual consejero se hubieran preocupado por dimensionar adecuadamente las plantillas, por dotar de recursos a los dispositivos y por reforzar la planificación operativa, hoy no estaríamos gestionando situaciones con medios limitados, turnos al límite y efectivos sobrecargados.
La precariedad con la que trabaja la Ertzaintza no es una casualidad: es el resultado de decisiones políticas que han priorizado otros intereses y que, llegada la hora de la verdad, solo buscan responsables en los escalones más bajos de la cadena. Nunca en el despacho, siempre en la calle. Nunca en la planificación, siempre en la ejecución”.
“Exigimos respeto, garantías y responsabilidad política”
Desde el Si.P.E. exigen que se respete el trabajo de los ertzainas, que se garantice la presunción de inocencia de nuestros compañeros, y que se deje de utilizar la institución como chivo expiatorio de las carencias estructurales que arrastramos desde hace años. “No vamos a permitir que se nos juzgue en sede parlamentaria para tapar la incompetencia o la cobardía política”.
Remarcan que la única vía legítima para esclarecer lo ocurrido es la judicial. Cualquier otro juicio, mediático o político, no tiene valor y solo contribuye a deteriorar aún más la confianza entre la base operativa de la Ertzaintza y quienes deberían representarla con lealtad.
“A los pies de los caballos nos han puesto demasiadas veces. Pero no nos vamos a callar. No vamos a permitir que se pisoteen nuestros derechos ni que se nos utilice con fines políticos. Exigimos respeto. Exigimos presunción de inocencia. Y exigimos que se deje trabajar a los profesionales de la justicia sin presiones ni condenas anticipadas”.
