El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha anunciado la reapertura de la histórica prisión de Alcatraz, cerrada desde 1963. La decisión, comunicada a través de su red social Truth Social, ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones legales, económicas y políticas.
Ubicada en una isla en la bahía de San Francisco, Alcatraz fue durante décadas el destino de algunos de los criminales más notorios del país, como Al Capone y George “Machine Gun” Kelly. Su cierre se debió principalmente a los elevados costos de mantenimiento y a la dificultad logística de operar una prisión en un entorno tan aislado.
Sin embargo, Trump ha defendido su reapertura como una medida para albergar a los delincuentes “más violentos” y, según algunas fuentes, incluso a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales.
La propuesta ha sido recibida con escepticismo por expertos en seguridad y derechos humanos. “Reabrir Alcatraz no es solo una cuestión de infraestructura, sino de principios. ¿Queremos realmente volver a un modelo de encarcelamiento basado en el aislamiento extremo?”, cuestionó un analista de políticas penitenciarias.
Además, el costo de reacondicionar la prisión podría superar los cinco millones de dólares anuales, una cifra que pone en duda la viabilidad económica del proyecto.
Más allá de la logística, la medida parece encajar dentro de la estrategia de Trump de reforzar su imagen de “mano dura” contra el crimen. En los últimos meses, el mandatario ha impulsado políticas más estrictas en materia de inmigración y seguridad, incluyendo la posibilidad de enviar delincuentes estadounidenses a prisiones en el extranjero.
La reapertura de Alcatraz, con su carga simbólica y su historia de implacable disciplina, podría ser un movimiento calculado para consolidar su base electoral.
Mientras el debate continúa, la isla de Alcatraz sigue siendo un destino turístico que atrae a millones de visitantes cada año. ¿Se convertirá nuevamente en una prisión de máxima seguridad o quedará como un gesto político sin ejecución real? Solo el tiempo lo dirá.
