
Un artículo escrito por Amara Martín Vázquez @laflordehielo
Mientras las altas esferas se blindan con sueldos de más de 180.000 euros, miles de carteros sobreviven al límite entre la precariedad, el estrés y el silencio institucional.
Correos, ese gigante amarillo que un día fue símbolo de un servicio público, agoniza.
No por falta de compromiso de sus trabajadores, sino por la gestión nefasta, la corrupción impune y el silencio cómplice de quienes deberían defenderlo:
sindicatos vendidos, medios de comunicación que miran hacia otro lado y una empresa que responde a los gritos de auxilio de su plantilla con represión y contratos basura.
Una dirección millonaria mientras la base se hunde..
Pedro Saura.. actual presidente de Correos cobra 185.725 euros al año, y esta misma semana ha pedido en el Congreso apoyo a un plan para “salvar la empresa”.
Un plan escondido en una enmienda a la reforma fiscal de Canarias. ¿Por qué ocultarlo?
Porque saben que no beneficia al trabajador, sino a la estructura directiva y a sus intereses.
Su antecesor, Juan Manuel Serrano, percibía 207.000 euros anuales mientras vaciaba las arcas de Correos. Cerró edificios, desmanteló estructuras, dispersó a empleados por toda la geografía madrileña como piezas de ajedrez y dejó tras de sí una empresa herida de muerte, con números en rojo y sin que nadie – ni Hacienda, ni el Estado, ni la UCO – le hayan pedido cuentas.
¿Dónde están los medios de comunicación? ¿Por qué callan?
Los carteros: alma de Correos, esclavos del silencio…
Si los PATRULLEROS son el ALMA de la POLICÍA, los CARTEROS son el ALMA de CORREOS.
Caminan bajo olas de calor, alertas naranjas, nieve, hielo o tormentas. Son los únicos que, en plena Filomena, salieron a la calle a repartir. Pero eso no se graba, no se aplaude, no se recuerda.
Porque no se cuenta, parece que no existe.
También estuvieron todo la Covid-19 en primera línea regalando sus mascarillas a los policías y personal funcionario de autobuses… y entregando miles de cartas y paquetes…
Correos les exige repartir dos o tres secciones al día – el trabajo de tres personas- sin medios ni refuerzos. Las unidades están al borde del colapso. Las cargas de trabajo son inhumanas.
Las PDA fallan, los carros rebosan y los jefes solo exigen más ( 200 notificaciones por cartero al día ).
La prioridad no es el servicio público, sino el paquete urgente que da beneficios.
¿Qué hay del correo ordinario? Las cartas importantes, médicas, judiciales, las que marcan vidas.. esas, son ignoradas, acumuladas en sus casilleros por semanas ( podéis ir a comprobarlo a cualquier Distrito de España, en Madrid lo vais a flipar), son ignoradas porque no generan dinero.
Correos: ¿Empresa pública o fraude institucional?
Correos es, desde el 29 de junio del 2001 una empresa privada con capital estatal y un contrato con el Gobierno hasta el 2030. Pero aún se la vende como pública. Una Sociedad Anónima Estatal camuflada que engaña a los ciudadanos y precariza a sus trabajadores mientras anuncia a bombo y platillo 4.000 plazas para el 2025, con previsión de cerrar 36 centros logísticos…
¿La solución de los sindicatos? Decir que el personal laboral pasará a trabajar en Ministerios. Una falacia más, ya que las “OPOSICIONES” de laboral fijo ni si quiera entra la Constitución Española. Una falacia más.
Correos no es pública, es un negocio mal gestionado, bajo el paraguas de la SEPI, y sostenido a pulmón por los mismos que hoy levantan este SOS:
LOS CARTEROS
El día a día de una esclavitud moderna..
. Cargas de trabajo imposibles
. 200 notificaciones diarias
.Paquetes que superan los 2 kilos ( Deberían estar prohibidos por ley sacar a reparto)
. Agresiones durante el reparto a pie y motorizado
. Mordidas de perros a diario ( Correos tiene un protocolo ante mordidas de perro a los carteros, los dueños deberían ser sancionados con multas )
. Robos durante el reparto de giros y paquetería sobretodo en Navidad
. Reclamaciones injustas de clientes ( El personal de Correos debería tener a disposición un gabinete de abogados)
. Sueldos que apenas alcanzan los 1.300 – 1.500 euros netos mientras los ejecutivos duplican el salario de un ministro.
¿Qué piden los carteros? No son privilegios. Es JUSTICIA
. Contratación inmediata de personal a pie motorizado
. Contratos de larga duración, no más precariedad ni horas extras
. Eliminación de la sobrecarga
. Prohibición de sacar giros y paquetes pesados sin medidas
. Mejora urgente de herramientas como la PDA
. Asistencia jurídica gratuita ante denuncias y reclamaciones
. Fin de la persecución sindical interna
. Respeto al servicio postal como derecho ciudadano y no como mercancía
¿Hasta cuándo seguirán callando los medios de comunicación?
Este no es un problema menor aislado. Es una crisis estructural que está destrozando una de las instituciones más antiguas de nuestro país. El silencio es cómplice, La indifencia, criminal.
Este es un SOS NACIONAL.
Una llamada de auxilio de miles de trabajadores que no pueden más. Que no quieren privilegios, solo DIGNIDAD.
Correos se muere. Y, con él, muere el Servicio Postal Universal.
¿Quién va a dar la cara?
Ser cartero no es solo entregar paquetes o dejar notificaciones. Es un trabajo físico, mental y profundamente humano.
Caminar kilómetros bajo el sol, con el viento cortando la cara o con la lluvia calando los huesos no es una anécdota: es una rutina diaria.
Pero más allá del esfuerzo físico, está el valor silencioso de quien conecta personas. Porque un cartero no reparte solo objetos; reparte noticias, esperanzas, despedidas, ilusiones.
Entrega cartas de amor, avisos médicos, resultados esperados, regalos de cumpleaños.
Cada sobre lleva una historia.
Y cada entrega una responsabilidad emocional..
Somos psicólogos improvisados
Escuchas silenciosos
El primer “Buenos días” de muchas personas mayores que viven solas..
No se puede digitalizar la cercanía…
Este trabajo requiere cuerpo pero también corazón.
Ahora solo te pido que leas y compartas este artículo y ayudes a miles de CARTEROS de toda ESPAÑA.
Un artículo escrito por Amara Martín Vázquez @laflordehielo









