Juan Carlos Sáenz: “El abandono institucional y los recortes nos están dejando vendidos. Basta ya de mirar hacia otro lado, estamos hartos de promesas vacías”
Azpeitia ha sido escenario de una nueva agresión a varios agentes de la Ertzaintza. Una más, una de tantas, remarcan, «pero una vez más, no nos vamos a callar». Desde el Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.) quieren lanzar un mensaje alto y claro: «nos están dejando solos, sin medios, sin personal y sin autoridad. Y el resultado lo estamos viendo: ertzainas agredidos mientras los responsables políticos miran hacia otro lado».
Denuncian que la agresión sufrida este fin de semana por varios compañeros en Azpeitia no es un hecho puntual, ni aislado. Es la consecuencia lógica de un modelo policial que hace aguas por todas partes, de unas decisiones políticas que han desmontado la Ertzaintza desde dentro y de una cúpula que prioriza la estadística antes que la seguridad real en las calles.
Desde el Si.P.E., denuncian con contundencia lo que vienen advirtiendo desde hace años: «la Ertzaintza está perdiendo su capacidad de respuesta, su operatividad y, lo más grave, su autoridad. Y los únicos responsables están en los despachos».
El secretario de organización del Si.P.E., Juan Carlos Sáenz se ha preguntado «¿Quién responde cuando se agrede a un agente de la autoridad?, ¿Dónde están los que tanto hablan de “seguridad” y “convivencia”? y ¿Cuántos compañeros más tienen que salir heridos antes de que alguien asuma responsabilidades?»
El principio de autoridad, en caída libre
“Lo que ha ocurrido en Azpeitia no es un caso aislado”, afirma Sáenz, “es la consecuencia directa de años de inacción, recortes y decisiones políticas desastrosas. Hemos perdido el principio de autoridad, y esa pérdida empieza en los despachos de quienes dirigen esta Policía sin pisar la calle ni escuchar a la plantilla”. “La imagen de un agente herido, acorralado, desbordado, es la imagen de un Gobierno que nos ha dejado a los pies de los caballos” ha añadido.
Apuntan a que cuando se agrede a un ertzaina, no se agrede a una persona, se agrede a un símbolo del Estado de derecho y la convivencia. Pero ese principio de autoridad ha sido demolido sistemáticamente por los mismos que deberían defenderlo, y denuncian que los responsables políticos de Interior, los mandos que firman desde la comodidad de sus despachos y quienes anteponen los intereses partidistas al bienestar de los agentes, llevan años cediendo terreno ante los que atacan a la Ertzaintza, a veces incluso justificándolos públicamente.
«El resultado es el que vimos en Azpeitia: ertzainas golpeados, acosados, insultados… y ninguneados por la propia institución».
Falta de personal: una plantilla en mínimos históricos
Remarcan que mientras las agresiones aumentan, las plantillas siguen bajo mínimos. El goteo de jubilaciones y bajas no se sustituye, y cada vez son menos para cubrir más servicios. En Azpeitia, como en muchas otras localidades, los agentes no dan abasto.
«Pero eso sí, los responsables siguen recortando y unificando comisarías, como si se tratara de empresas privadas en lugar de servicios públicos esenciales».
Comisarías vacías: la gran mentira de la “eficiencia”
Denuncian la política de unificación de comisarías, vendida como una medida de “eficiencia”, «ha sido una auténtica chapuza. Lo único que se ha conseguido es dejar zonas enteras sin cobertura real, reducir la presencia policial y empujar a nuestros compañeros a trabajar en condiciones cada vez más precarias».
Una política que trae como resultado agresiones como la de Azpeitia, donde los refuerzos llegan tarde y mal.
Desde el Si.P.E. exigen la reposición inmediata de efectivos en todas las comisarías y el fin de los recortes camuflados bajo políticas de “optimización”. Además, solicitan que se pongan en marcha todas las medidas necesarias para el restablecimiento del principio de autoridad, con el respaldo institucional y político que merecen los agentes y sobre todo, respeto hacia los hombres y mujeres que ponen su vida en riesgo cada día por la seguridad de todos.
