Relato de un patrullero: una triste intervención de un domingo en Madrid

policia zeta
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Pasan los años en la Policía, y muchas cosas mejoran, otras no tanto… Hay días que son intensos y el domingo lo fue.

Hay días que es mejor no salir de casa… Las emociones, las opiniones, las sensaciones, se quedan dentro de la coraza, desde los más jóvenes y novatos, a los mayores y veteranos muchas cosas se quedan dentro.

Con quien vas hablarlo, a quien contarle cosas que mejor no ver, no saber, cosas que normalmente le ocurren a gente desconocida, y aunque no les conoces, si reconoces el pesar, o la necesidad urgente de ayuda.

Siempre te queda alguien o unos pinchos para comer al salir tarde con tus compañeros…

El domingo fue un día de esos, en que llegáis al lugar y os encuentras algo que entristecería al “Terminator”.

La escena dantesca, y veis que algo no es como los delitos que perseguís a diario, veis una persona fallecida violentamente y otra con heridas autolíticas graves, aún con vida… en ese momento no hay dudas, ni os embargan los sentimientos, tan solo intervenís, sois rápidos y pensáis, a veces alguien lleva la batuta y organiza al equipo, otras estáis solos y actuáis, pero siempre con determinación por salvar una vida;(en ningún caso sois los que algunos quieren vender al público) y protegéis la vida de esa persona herida, taponáis las lesiones, practicáis un torniquete, según sea el caso, hasta que llega la ayuda, los Sanitarios os relevan y quedáis con ellos, para colaborar y explicarles lo que habéis hecho hasta ese momento… Y no sabéis si mañana esa “victima” seguirá viva, pero habéis dado lo mejor, y al menos por el momento lo está…

Ahora dais la otra cara de la Policía, custodiando a una persona detenida, “victima” o “verdugo” el equipo no siempre lo sabe, suele ser sencillo saberlo, sin embargo, en días como hoy asalta la duda, pensáis que clase de dolor puede llevar al ser humano a acabar con todo, quizá ver cada día el dolor o la enfermedad insufrible de un ser querido, sólo imaginar esa charla (si es que existió) entre dos ancianos, para decidir segar una vida e intentar acabar con la propia, por que sabe que quedar solo no tiene cabida y si mucho peso, como dar explicaciones de un acto tan duro a quienes te importan, seguramente el dárselas a la Policía, a los Sanitarios o posteriormente al Juez no sea lo que pesa; algunos casos nos muestra la cara más triste de la vida….

Y en algunas de vuestras intervenciones, agridulces, agrias… que vais a contar, es mejor callarse…

En algunos casos, una sencilla inyección, cuando se sufre o lo hace un ser querido, pero claro dirán que es política, y se abrirá un “debate” nada más lejos… solo fue un pensamiento y claro que es una decisión compleja, no debe ser algo accesible, ni ser algo que se pueda decidir a la ligera, pero esa opción en la forma adecuada, puede que acabase con UN DIA DIFICIL DE ESOS, para una familia que se desgarra, y que ahora escuchara de todo (algunos tiene la lengua, afilada y muy larga)…

 Dedicado este pequeño relato, a las familias que lo han sufrido, a los buenos vecinos que nos ayudan, y claro esta que a nuestros Servicios de Emergencias, Policías, Sanitarios, Bomberos, tan acostumbrados a vivirlo en silencio, a quien vas a contarselo, que parece que hoy, es un día más; UN DOMINGO EN MADRID.

En Madrid a 19 de enero de 2021.

Fdo. Hill Street Blues

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