
Un grupo de opositores al proceso selectivo para el ingreso en el Cuerpo de Agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera, convocado por Resolución de 20 de diciembre de 2024 de la Presidencia de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y publicada en el BOE el 28 de diciembre de 2024, denuncian graves irregularidades detectadas en la Resolución del 9 de septiembre de 2025 del Tribunal Calificador.
Denuncian que en dicha resolución se publica la relación de aspirantes que han superado la primera parte del tercer ejercicio de la fase de oposición, dejando sin cubrir el 44% de las plazas ofertadas, o lo que es lo mismo, dejan vacantes 70 de las 160 convocadas. Indican que este hecho es una circunstancia inédita hasta la fecha, adoptada sin alegación ni explicación oficial, pese a que la convocatoria no contempla la posibilidad de dejar plazas vacantes.
Apuntan, los perjudicados, que esta decisión genera serias dudas sobre la transparencia, la legalidad y la igualdad de oportunidades, principios básicos que deben regir cualquier proceso de acceso a la función pública. La falta de información clara incrementa la sensación de arbitrariedad y vulneración de derechos.
Un contexto de dimisiones y movimientos internos
La polémica se agrava con las dimisiones del Director Adjunto del SVA y del Subdirector de Operaciones, anunciadas horas antes de la publicación del listado. Todo apunta a que existía conocimiento previo de que no se cubrirían todas las plazas, lo que alimenta la sospecha de que la oferta inicial de 160 plazas podría haber sido más un gesto electoral que un compromiso real.
Asimismo, informan, que la presidenta del Tribunal Calificador, había solicitado previamente cambiar de puesto para ocupar la parte de Operaciones —cargo que quedaba vacante tras una de las dimisiones—. Tras el escándalo por el examen, esta petición, inicialmente concedida, habría sido retirada tras supuestamente un «tirón de orejas» interno. La coincidencia temporal entre la publicación de las notas y las dimisiones refuerza la percepción de que nada ocurre por casualidad, apuntan.
Inseguridad jurídica y sensación de indefensión
Actualmente, se está produciendo una oleada de recursos de alzada y solicitudes de revisión de exámenes, en los que reclamamos copia de las pruebas y una nueva corrección independiente. «Afirmamos no estar de acuerdo con las calificaciones obtenidas y mantenemos serias sospechas sobre la veracidad de las mismas», señalan los perjudicados.
La resolución tampoco especifica qué órgano o persona resolverá los recursos de alzada. Todo apunta a que la Dirección del Departamento de Recursos Humanos de la AEAT sería la responsable, área que ya firma resoluciones de naturaleza similar. Este hecho, unido a informaciones periodísticas hechas públicas, aumenta la preocupación de los perjudicados, quienes denuncian encontrarse en una situación de indefensión «ante un procedimiento lleno de irregularidades y carente de garantías, que no solo nos perjudica a nivel personal, sino que además erosiona la credibilidad de la Administración y de sus procesos selectivos».
Llamamiento a la transparencia
Los opositores perjudicados hacen un llamamiento a los medios de comunicación y a la sociedad para que se exijan explicaciones claras y responsabilidades a los órganos implicados. Remarcando que solo con transparencia y rigor podrá recuperarse la confianza en un proceso que debería regirse por los principios de igualdad, mérito y capacidad.
La posible causa de los suspensos
Fernando, un seguidor de h50 apunta a la posible causa de estas vacantes por parte del Tribunal Calificador, señalando que «mezclar acontecimientos para dar notoriedad a una noticia ¿Qué tiene que ver un proceso selectivo convocado en 2024 e iniciado en marzo con dimisiones ocurridas hace menos de un mes? Relacionar las dimisiones con la publicación de las listas de aprobados de una de las oposiciones convocadas por el mismo organismo es un intento de levantar sospechas sin argumentos que relacionen una cosa con otra, teniendo en cuenta que las bases de la convocatoria de esas oposiciones establecen que hay que superar una puntuación mínima para optar a una plaza. Con esta regla ya se admite la posibilidad de no cubrir todas las plazas. Parece difícil que está circunstancia, que ocurre en todos los procesos opositores pueda provocar la dimisión de un Director».
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Me parece poco profesional, desde el punto de vista periodistico, mezclar acontecimientos para dar notoriedad a una noticia ¿Qué tiene que ver un proceso selectivo convocado en 2024 e iniciado en marzo con dimisiones ocurridas hace menos de un mes? Relacionar las dimisiones con la publicación de las listas de aprobados de una de las oposiciones convocadas por el mismo organismo es un intento de levantar sospechas sin argumentos que relacionen una cosa con otra, teniendo en cuenta que las bases de la convocatoria de esas oposiciones establecen que hay que superar una puntuación mínima para optar a una plaza. Con esta regla ya se admite la posibilidad de no cubrir todas las plazas. Parece difícil que está circunstancia, que ocurre en todos los procesos opositores pueda provocar la dimisión de un Director.
Hemos recogido su comentario en el artículo al considerarlo necesario para mostrar los dos puntos de vista
Vergonzoso, y de aquí a que se resuelva, los opositores volverán a pagar académica, dar viajes ,permisos,pagar hoteles porque la mayoría de examenes son en Madrid, a seguir reduciendo las jornadas laborales para estudiar y a pasar otra vez por todos los procesos desde el principio.Que publiquen las 70 plazas que faltan y listo.Dos meses desde Julio sin saber nada para esto…
Lo que han hecho es las oposiciones de aduanas es vergonzoso, espero que se resuelva en los tribunales
El examen desde mi punto de vista adolece de las siguientes irregularidades:
1. Confusión de «revelación» con «violación»: La pregunta de la revelación de secretos está mal formulada. En el temario lo que se incluye es la violación de secretos, la revelación de secretos es un artículo diferente del Código Penal. Esto induce a error al opositor y se trata de una pregunta fuera del temario.
2. Examen muy «teórico»: La informativa del examen indicaba que el examen constaría de 10 preguntas relacionadas con un supuesto teórico práctico profesional. De la literalidad del texto se entiende que las preguntas del examen deben estar relacionadas de algún modo con el supuesto, cosa que no ha sido así, siendo la mayoría preguntas teóricas del temario.
3. Armas, contrabando y Código Penal: En dicha nota informativa, se indica que el supuesto versaría de un caso «teórico profesional», y en los criterios de valoración se indicaba: “se valorarán los conocimientos teóricos/prácticos del candidato». Considero que no se puede valorar el supuesto bajo un criterio práctico sin tener conocimiento de los delitos de tráfico de armas del Código Penal. Habida cuenta que el tema de las armas en el temario se pasa muy de refilón y ni siquiera entra el concurso de normas con el Código Penal.
Buenas, ¿has presentado algún tipo de recurso de alzada a la resolución de las notas? Estoy pensando en presentarlo o solicitar una segunda revisión pero estoy algo perdido. Gracias.
Para superar la prueba se debe alcanzar 30 de 60, pero ¿con que criterios se corrige ese examen?. Del criterio de un miembro del tribunal que no será el mismo que el de otro miembro del tribunal. Es decir, que si a mí me lo corrige uno de ellos me valorará de una manera y a mi compañero se lo corrige otro y se lo valorará de otra. Tampoco será igual que mi examen se esté corrigiendo el número 50 que cuando esa persona lleve corregido 200 exámenes. Que nuestro futuro dependa del criterio y del punto de vista de una persona, en un supuesto teórico-práctico, bueno más teórico que práctico, (aunque la teoría ya se haya evaluado en el primer ejercicio tipo test, que normalmente es dónde se hace la criba), no me parece lógico. Esta prueba es de lo más hipócrita, un paripé donde no se demuestra ninguna valía ni ningún mérito, totalmente innecesaria tal y como está planteada en tanto dependa del humor que tenga una persona un día concreto que se pone a corregir exámenes.