
El local, situado en el número 128 de la calle del Torrent de l’Olla, en el corazón de Gràcia, amaneció el martes vandalizado y plagado de pintadas y carteles que acusaban al establecimiento de tener una postura “anticatalanista” y “discriminatoria” respecto a la lengua catalana.
Antes de abrir al público a las 14.00, empleados del local se apresuraron a limpiar los grafitis que tildaban al local de “fascistas de mierda”. Entre las pintadas que tapaban el nombre del negocio, una veintena de adhesivos amarillos, también retirados, leían: “Este local no respeta el catalán” o “el turismo mata la ciudad”.
Según el País el concejal de distrito de ERC Guillen Roma denunció el local en redes por supuestamente “vejar” a su pareja por hablar catalán cuando fue a comprar un helado.
Los hechos ocurrieron el 17 de agosto en plena Fiesta Mayor de Gràcia. Según explicó Roma en un hilo de X y ha confirmado a EL PAÍS, el choque sucedió cuando su pareja fue a comprar un helado. El dependiente, al ver que su pareja se dirigió a él en catalán, le respondió que era una maleducada por hablar en esta lengua. “Me dijo que si tenía un problema con el castellano y le dije que no. Pero siguió buscando conflicto hasta decirme que estamos en el Reino de España”, explica. Por su parte, el local no ha querido hacer declaraciones al respecto.
Fil 1/3 ATENCIÓ: Avui la meva parella ha patit un cas de discriminació lingüística en plena Festa Major de Gràcia per parlar en català a un treballador de la geladeria ubicada al carrer Torrent de l’Olla 128-124 que s’anomena “Helados Dellaostia”. pic.twitter.com/J1rG9Zo1L7
— Guillem Roma 🎗 (@gromabatlle) August 17, 2025








