Una vez más la realidad supera con creces a la ficción y la luz de la vida se abrió paso entre la más absoluta oscuridad acompañada de un destello azul.
¿ARMAGEDON?
Se habló de ciberataque masivo, de colapso energético o incluso pruebas de lo que en un futuro será la guerra digital y aunque parezca sorprendente viviendo en la era tecnológica y de las telecomunicaciones aún no se sabe realmente que ocurrió.
Nunca imaginé quedarnos a oscuras a plena luz del día, ni tampoco esperar la noche como un desafío ante lo desconocido.
Según se iba sobrellevando la jornada uno se podía hacer una idea de lo que sucedería más tarde. Carreteras colapsadas, avenidas bloqueadas y comercios con miedo a ser saqueados al no poder echar los cierres despertaron en la ciudadanía un temor por lo que podría venir al llegar el ocaso.
UNA MISIÓN DE CINE.
Parece sacado de una película, pero ni los actores principales son megaestrellas de hollywood, ni la actuación seguía las directrices escritas en un guión. Es más, con suerte conocerás su épica azaña pero ni verás sus caras ni nunca sabrás los nombres los héroes del BRONCE 11 de la UPR de Madrid. Esto no es nada nuevo.
Trabajo silencioso, labor encomiable y anonimato es el pan de cada día de aquellos que se juegan la vida vistiendo el uniforme de policía. Sin postureo, sin luces ni cámaras, aquí se saca pecho por el trabajo en equipo y el buen servicio.
La vocación y la entrega van más allá de la prevención de la delincuencia o de garantizar la seguridad ciudadana, en infinidad de ocasiones los policías se verán abocados a intervenir en momentos límite tan extremos y cruciales manteniendo el orden en un infierno de fuego y barricadas ante un golpe de estado o atendiendo un parto en mitad de la calle sin luz.
Es justo en esos momentos en los que no hay tiempo que perder cuando la sociedad recurre a la ayuda de esos policías que están constantemente al pie del cañón. La UPR siempre responde y a pesar de lo complicado de esta situación los miembros del BRONCE 11 fueron capaces de sacar adelante la vida en una jornada de lo más caótica.
Profesionalidad, empatía, calor humano y una determinación envidiable favorecieron la consecución de una historia con el final más feliz que se pueda esperar.
Fue un desconectado y “extraño” 28 de abril que para todos de una manera u otra pasará a la posteridad. Quizás para muchos será recordado como “El día del apagón”, pero de lo que estoy completamente seguro es de que para una madre y su recién nacido así como para los agentes del BRONCE 11 como “El día de la luz”.
Sirva este artículo para rendir homenaje al BRONCE 11 por la excelente profesionalidad mostrada el 28 de Abril de 2025 asistiendo a una mujer embarazada que se puso de parto en pleno apagón en el intercambiador de Aluche.

Me encanta leer tus artículos Brau