En la última década, se está produciendo un preocupante incremento en el consumo de las denominadas drogas de diseño, sustancias químicas sintéticas creadas en laboratorios y cuyo fin es el de imitar o potenciar los efectos de las drogas tradicionales.
Según nos comentan en el centro de desintoxicación de drogas Madicct, aunque la percepción entre los consumidores es que estas drogas no son más perjudiciales que las convencionales, la realidad es que representan un riesgo mucho mayor para la integridad física y la salud mental de quienes las consumen.
Conque conozcamos cuáles son los efectos de algunas de las drogas sintéticas más consumidas, adelantando que todas ellas tienen un denominador común: su poder adictivo es significativamente más elevado que el de las drogas convencionales.
Éxtasis (MDMA)
El éxtasis o MDMA es bien conocido por sus efectos estimulantes y su capacidad para generar sentimientos de euforia y de conexión emocional.
Lo que no es tan conocido por sus consumidores es que, de forma muy rápida, puede provocar deshidratación, hipertermia y arritmias, trastornos que si se manifiestan de forma severa pueden tener consecuencias mortales.
Y tampoco suelen conocer que, en un plazo de consumo continuado relativamente corto, el MDMA destruye las neuronas responsables de la producción de serotonina, lo que conlleva problemas crónicos de memoria, depresión y ansiedad.
Ketamina
Utilizada como sustancia anestésica veterinaria, la ketamina se ha convertido en una popular droga recreativa, debido a sus peculiares efectos colaterales. Estos incluyen la sensación de disociación corporal, la desconexión de la realidad y las alucinaciones.
Aunque algunos la consideran menos peligrosa que otras drogas de diseño, lo cierto es que sus consumidores son propensos a protagonizar sucesos violentos, especialmente si combinan su consumo con el de otras sustancias estupefacientes.
Además, quienes se encuentran bajo sus efectos pueden sufrir episodios de ansiedad extrema, crisis paranoicas e incluso paros respiratorios y cardiacos. Por su parte, el consumo habitual provoca deterioros graves y permanentes de la memoria y del resto de las habilidades cognitivas.
Metanfetamina
La metanfetamina es una droga extremadamente potente que provoca una sensación intensa de energía y euforia. La contrapartida es que sus efectos colaterales son devastadores.
Por un lado, quienes la consumen experimentan al momento una pérdida casi total de la capacidad de autocontrol, con propensión a cometer actos irracionales, vandálicos o violentos.
Por el otro, su consumo prolongado provoca un brutal deterioro orgánico, mental y físico, muy similar al producido por la heroína, pero que se manifiesta más rápidamente.
Por si lo anterior fuera poco, añadimos que la dependencia a la metanfetamina es una de las más difíciles de tratar.
Cocaína rosa (2C-B)
La cocaína rosa, también conocida como 2C-B, es una novedosa droga sintética que combina los efectos estimulantes con los alucinógenos.
Aunque su nombre sugiere una relación con la cocaína, se trata de una sustancia sintética que nada tiene que ver con esta última: los consumidores de cocaína rosa experimentan euforia, alteraciones sensoriales y una falsa sensación de bienestar.
Es habitual que quienes se encuentran bajo sus efectos experimenten episodios paranoicos, crisis de ansiedad, alucinaciones y taquicardias graves.
Finalizamos añadiendo que otro peligro adicional de las drogas de diseño es que, en muchas ocasiones, sus consumidores ni siquiera saben realmente qué es lo que están introduciendo en su organismo: no es nada raro que se les dé gato por liebre ni que las píldoras o polvos contengan en realidad un batiburrillo variado de sustancias estupefacientes.
