La noche del pasado martes en Torrejón de Ardoz terminó en tragedia tras un forcejeo entre un agente de la Policía Municipal de Madrid, fuera de servicio, y un presunto ladrón reincidente que acababa de salir de prisión. El agente, de 59 años y liberado sindical de UGT desde hace dos décadas, ha sido imputado por un delito de homicidio por imprudencia tras la muerte del sospechoso, a quien inmovilizó con una maniobra conocida como “mataleón”.
Los hechos ocurrieron en la calle Pesquera, cuando el agente y un compañero jubilado fueron abordados por dos individuos que, según fuentes policiales, les sustrajeron un teléfono móvil. Tras una breve persecución, el agente logró alcanzar a uno de los presuntos ladrones, identificado como Abderrahim, de 35 años, con más de 40 antecedentes policiales. El hombre, que había salido recientemente de prisión, se resistió con violencia, lo que derivó en un forcejeo en el que el agente aplicó la técnica de sujeción por el cuello.
Varios testigos grabaron la escena y alertaron a gritos al agente de que el detenido estaba perdiendo el conocimiento. Cuando llegó una patrulla de la Policía Nacional, el hombre ya se encontraba en parada cardiorrespiratoria. A pesar de los intentos de reanimación por parte de los servicios de emergencia, se confirmó su fallecimiento en el lugar.
La jueza instructora ha decretado la libertad provisional del agente, con medidas cautelares como la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer semanalmente en sede judicial. La autopsia será clave para determinar si la causa de la muerte fue asfixia directa o si influyeron otros factores, como posibles patologías previas o consumo de sustancias.
El Ayuntamiento de Madrid ha abierto un expediente disciplinario y ha suspendido al agente de sus funciones. Mientras tanto, el caso ha reabierto el debate sobre el uso de la fuerza por parte de agentes fuera de servicio y la respuesta institucional ante situaciones de violencia urbana.
La investigación continúa en manos del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón, que asumió el caso tras el levantamiento del cadáver. La sociedad, dividida entre quienes ven en el agente una víctima de las circunstancias y quienes exigen responsabilidades, espera ahora el resultado de las diligencias judiciales para arrojar luz sobre un suceso que ha conmocionado al municipio.
Me parece inverosímil lo que está pasando en España, la justicia no puede actuar por las leyes y estamos vendidos, incluso nos pueden okupar la casa y los verdaderos dueños, que dicho sea de paso han pagado por el inmueble, a un notario para que conste y las tasas e impuestos, incluso el propietario puede ir a la cárcel si les corta cualquier suministro, roban y tenemos que quedarnos sonriendo. Ahora al menos a ver los resultados de la autopsia y esperemos que el policía esté bien.