Rafa Cádiz
Hace aproximadamente una semana se hizo viral un video en el que se podía ver a varios policías nacionales, subidos a un tejado para detener a uno de los sospechosos de estar implicados en el apuñalamiento de un hombre de 32 años, en el número 11 de la cercana calle de Peña Gorbea. El suceso tuvo lugar en torno a las 20.45 horas del pasado sábado y por el momento, fuentes de la investigación, lo relacionan con bandas juveniles, concretamente a Trinitarios.
Su casa no se hallaba forzada y no se descarta que el subinspector de Ribarroja hubiera sufrido las contusiones en una caída accidental, ya que tomaba muchos medicamentos y perdía el equilibrio a veces por las afecciones que padecía.
Lo que no ha trascendido tanto es que hasta el lugar acudieron agentes de la Comisaría de Puente de Vallecas, que encontraron a la víctima, un hombre de nacionalidad dominicana, con numerosas heridas y golpes en la cara y que estos agentes fueron los primeros en asistirle y practicarle los primeros auxilios, ya que, los mencionados patrulleros se percataron de que entre otras, presentaba varias heridas por arma blanca en el tórax y en la espalda, siendo las más graves, una herida penetrante en el hemitórax izquierdo, la cual fue taponada con un guante por uno de los agentes actuantes, y otra herida en el antebrazo, que los agentes trataron mediante un torniquete para evitar que la víctima perdiera más sangre. Una vez los indicativos de SAMUR-Protección Civil se personaron en el lugar, agradecieron a los agentes su actuación y tras estabilizar a la víctima, fue trasladado al hospital Gregorio Marañón en estado grave y escoltado por Policía Municipal de Madrid. Nuevamente, agentes de policía en el ejercicio de sus funciones, poniendo en riesgo su integridad física, sin ser reconocidos como profesión de riesgo y al mismo tiempo, haciendo gala de su compromiso con la sociedad y los derechos de las personas realizando los primeros auxilios casi siempre, gracias a formaciones y materiales costeados por la propios agentes y sin importar más que el hecho de salvar una vida.
