El olmo es uno de los árboles más emblemáticos de España, y a la vez, uno de los que peor suerte ha tenido durante los últimos años. La grafiosis casi nos deja sin ellos, aunque no es la única plaga que los ataca.
En la actualidad, la galeruca del olmo madrid está afectando a los ejemplares de la ciudad y de toda España, provocando graves daños en una especie que ha estado en la cuerda floja durante mucho tiempo.
Características de la galeruca del olmo
Es un insecto de color amarillo con líneas negras. Además, cuando son adultos miden de 6 a 8 mm, por lo que si están sobre las hojas se ven a simple vista (en especial si hay varios).
Los daños graves no los provocan los individuos adultos, sino que son las larvas las más peligrosas. En este estado se parecen a las orugas y se alimentan de lo que se denomina parénquima foliar, es decir, el tejido de la hoja que se encarga de la fotosíntesis.
Cómo es el ciclo biológico de la plaga
Este insecto presenta varios ciclos anuales, lo que complica aún más la supervivencia de los olmos:
- Adultos: emergen en primavera y ponen huevos en las hojas de los olmos.
- Huevos: puestos en grupo, las larvas nacen en forma de colonias que acaban con ramas enteras.
- Larvas: pasan por tres estados en dos o tres semanas. Es aquí cuando provocan los mayores daños.
- Pupación: cuando las larvas se alimentan, caen al suelo en forma de pupa, para crear nuevas generaciones de insectos.
- Hibernación: los adultos se refugian en el pavimento o en la corteza de los olmos. Esperan a la primavera siguiente para comenzar de nuevo.
¿Qué daños provocan en los olmos?
Los daños son muy visibles en los árboles que están afectados. Enseguida, las hojas se quedan translúcidas y se caen al suelo antes de tiempo. Esto, repetido año a año, debilita la capacidad de la planta para hacer la fotosíntesis y la debilita.
Los árboles afectados por la galeruca son propensos a las enfermedades, como la grafiosis. Además, también pueden sufrir el ataque de otras plagas.
¿Cómo se controla?
Por suerte para nosotros, y para los árboles, la galeruca se puede controlar. Existen varios métodos que se combinan. Si la situación es grave, los tratamientos químicos son los más efectivos. Estos se aplican en el campo, ya que no es posible usarlos en zonas urbanas por temas de salud pública.
Por su parte, los tratamientos mecánicos son los más ecológicos. Se llevan a cabo eliminando las hojas con huevos de forma manual y limpiando el suelo en invierno.
También se aboga por el control biológico. Algunos coleópteros y las aves insectívoras se comen a los insectos que provocan la galeruca. Si se fomenta la biodiversidad, los olmos sobreviven a la plaga.
Por último, y como ocurrió con la grafiosis, se están seleccionando olmos resistentes. Hay algunas variedades que resisten muy bien a la plaga, por lo que se emplean a la hora de repoblar tanto el campo como las zonas urbanas.
