
Manuel Avilés*
Llevo mucho tiempo cabreado, pienso que escribir en los periódicos o en cualquier otro lugar, no sirve para nada. Muy poca gente lee y los políticos – todos- tienen sus equipos de comunicación para neutralizar las opiniones discordantes. Los sanchistas, los peperos, los ultramontanos voxistas, los podemitas – gran fracaso desde que surgieron los chalets de Galapagar, aun desgajados en sumar, restar y dividir-, los puigdemones, los bildus, los peneuveros… todos tienen sus equipos de publicistas, que trabajan como negros para dirigir la opinión pública y un artículo más o menos, aunque sea de Pérez Reverte, de Cercas o de cualquier otro genio, pasa sin pena ni gloria. La maquinaria publicitaria de los partidos, que pagamos nosotros, entre todos, hacen que los artículos pasen sin pena ni gloria y sin que casi nadie les haga ni puto caso.
Mi chica, esa mujer galáctica, etérea, que hace temblar el asfalto cuando pasa y volver la cabeza a los paralíticos cuando camina – yo la llamao Jesús de Nazaret por sus milagros, sin ánimo de ofender a los cristianos porque Jesús me parece la persona más respetable que ha pasado por este mundo aunque no resucitara- mi chica, de un nivel muy superior al mío, estratosférico diría yo, me dice: amor no te cabrees. A tus años, enfadarte con los políticos que llevan siglos haciendo lo mismo sin que nadie pueda remediarlo, solo va a hacer que te dé un subidón de algo, un ictus, un infarto o un ataque a algún sitio y bastante perjudicado estás tú como para andarte preocupando ahora por eso. ¿Has cobrado tu pensión este mes? Pues olvídate ya de Feijoo, de Sánchez, de Trump, de Netanyahu y de Putin, que esos ya andan con el riñón cubierto para lo que les queda de vida. ¡ Qué sabia es mi chica!
Yo no me subo en los barcos porque me mareo como un pavo. En Mallorca, donde estuve destinado sirviendo al país, no me quedó más remedio que montar con la moto y luego con el coche, varias veces y fue terrorífico. Prefiero un vis a vis con Urrusolo Sistiaga, con al Tigresa, con Santi Potros y con Josu Ternera. Acojonante. Echabas hasta la última papilla y contaminabas el mediterráneo dejándolo más guarro que el sobaco de la motitos, que se cortó un brazo para no lavárselo.
Yo no me apunto a la flotilla de Gaza ni aunque me den la medalla de Isabel la Católica y la Cruz de Carlos Tercero juntas. Ni loco me apunto porque llego a ls costas de Israel y en lugar de a la cárcel me tiene que llevar a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital más cercano al puerto donde nos hayan capturado los israelíes.
Lo que están haciendo en Gaza es un genocidio con todas las letras. Los seguidores de Feijoo, Cuca Gamarra y Almeida se empeñan en no llamar a las cosas por su nombre. Hasta que no lo digan los tribunales. Como si nos negamos a llamar muerto a un tipo despedazado y que no respira, hasta que no lo certifique el forense. Suena a chiste trágico de Gila. Un genocidio perpetrado por dos criminales de guerra esenciales: Netanyahu y Trump – quiere el jeta el premio Nobel de la Paz- y luego se presentan como solucionadores del problema. ¡Venga, aquí está el plan de paz! ¡Perfecto y que hacemos con los casi setenta mil muertos, quien paga eso! Ahí hace falta un juicio de Nuremberg.
El viaje de la flotilla, posiblemente voluntarioso por parte de alguno de sus componentes, ha sido un bluff. La resonancia internacional de la masacre de Gaza ya es más que suficiente, cuarenta barcos turísticos surcando el mediterráneo no resuelven nada. La presión al gobierno sanchista es nula porque encima manda su barco de guerra, convertido en oenegé y si capacidad para hacer nada, solo mirar, y los señores viajantes son detenidos, fotografiados, trasladados como en un sainete de Muñoz Seca – ese sí que sufrió una tragedia en su carne perpetrada por el fascismo- y los repatrían para que sean entrevistados hasta por telebobos del monte. Héroes de la nada. Turistas marinos gratuitos al estilo campamento de la oje. Esta de acuerdo conmigo hasta el que me lama facha, el sanchista, De Manuel.
Sánchez hace aguas. No puede aprobar nada porque los puigdemones le piden hasta el hígado para votar a favor cualquier cosa, por eso se agarra a los barcos de guerra, a los barcos turísticos, al aborto – quiere ahora reformar la Constitución cuando no es capaz de aprobar unos presupuestos- cuando está más que solidificado por más que grupos de carcas quieran mandar al infierno a todos los que lo practican. Almeida se ha metido a psiquatra. Me ha parecido oírlo hablar del síndrome post aborto. Evidentemente que abortar es un trauma, nadie lo duda. No estamos en tiempos de traer problemas que se solventaron hace décadas. Se notan las cortinas de humo.
Feijoo sabe que Mazón es un cadáver. ¿Quién lo aconseja para que siga poniéndole goteros? Tiene suerte de que el relevo socialista no acabe de funcionar, aunque Diana Morant está a punto de superar a Ayuso, porque no sabemos nada de su novio si es que lo tiene.
Alicante hace aguas por todos los sitios. Es la ciudad de la doble fila, de los semáforos mal sincronizados. Para cualquier cosa tienes que pedir cita previa. Toda cita es previa, dejen de decir gilipolleces y atiendan a los ciudadanos. En una cosa somos los primeros: la ciudad más sucia de España. Vayan a Gijón, a Oviedo, a Vitoria, a León, a El Pedernoso. Allí se puede comer en el suelo.











