Con motivo del Día Internacional del Trabajo, el Sindicato JUPOL, mayoritario en el Consejo de la Policía y líder en la lucha por la Equiparación Salarial, quiere poner en valor el compromiso diario que mantiene con la defensa de los derechos laborales de todos los agentes de la Policía Nacional.
En esta jornada reivindicativa, desde JUPOL recordamos que los policías nacionales también somos trabajadores, aunque con demasiada frecuencia se nos nieguen derechos fundamentales que sí tienen otros colectivos del sector público. Por ello, desde nuestra fundación, luchamos de forma incansable por dignificar la profesión policial, con el foco puesto en tres grandes ejes: la Equiparación Salarial Real con las policías autonómicas, una Jubilación Digna y el reconocimiento efectivo de la Profesión de Riesgo. Pero además en este día, queremos abogar por el reconocimiento del derecho a la Huelga en la Policía Nacional.
Derecho a huelga: una lucha por la dignidad laboral
En este Primero de Mayo, JUPOL quiere subrayar especialmente una de las batallas más importantes que ha emprendido en los últimos tiempos: la lucha por el reconocimiento del derecho a huelga para los policías nacionales. Se trata de una reivindicación histórica, que JUPOL ha llevado recientemente a los tribunales, iniciando así una vía judicial que busca corregir una anomalía democrática.
Consideramos inaceptable que a día de hoy los miembros de la Policía Nacional no podamos ejercer un derecho constitucional básico como es el derecho a la huelga, mientras se nos siguen imponiendo recortes, desigualdades salariales y condiciones laborales cada vez más precarias. Nuestra iniciativa legal busca garantizar que todos los policías puedan ejercer este derecho de forma segura y regulada, como ocurre en muchos países democráticos.
Unas acciones que buscan el reconocimiento de este derecho o al menos una contraprestación económica en el caso de que el Ejecutivo se enroque en su postura de negar este derecho a todos los policías nacionales.
Desde JUPOL seguiremos defendiendo los intereses de los Policías Nacionales con firmeza y determinación. Hoy, más que nunca, en el Día del Trabajador, recordamos que la dignidad de nuestra profesión pasa por conquistar todos los derechos laborales que aún nos son negados.
Por otro lado, la equiparación salarial sigue siendo una deuda pendiente con los Policías Nacionales. A día de hoy, un agente de la Policía Nacional cobra hasta 800 euros mensuales menos que un mosso d’esquadra o un ertzaina por realizar el mismo trabajo, con idéntico nivel de riesgo y responsabilidad. Esta discriminación no solo es injusta, sino que vulnera principios básicos de equidad entre trabajadores del mismo Estado.
Además, desde JUPOL seguimos exigiendo una jubilación digna para los miembros del cuerpo, que tenga en cuenta la dureza, peligrosidad y exigencia de nuestra profesión, así como el reconocimiento oficial como profesión de riesgo, una condición ya reconocida en otros cuerpos policiales, como las policías autonómicas o locales.
Una legislatura perdida para la Policía Nacional
Este 1 de mayo también sirve para denunciar la absoluta inacción del actual Gobierno en relación con las demandas legítimas de los policías nacionales. No se ha conseguido ningún avance ni beneficio tangible para nuestro colectivo durante las dos legislaturas del Gobierno de Pedro Sánchez, a pesar de las promesas y anuncios vacíos.
Por el contrario, hemos asistido a una utilización política sistemática de la Policía Nacional al servicio de los intereses partidistas del Ejecutivo, instrumentalizando a los agentes en conflictos políticos y territoriales, sin respeto por su independencia ni profesionalidad.
Desde JUPOL denunciamos que el Ministerio del Interior ha dado la espalda de manera reiterada a los policías nacionales. Por ello, reiteramos nuestra solicitud de dimisión del ministro Fernando Grande-Marlaska, al que consideramos el peor ministro del Interior de la democracia, así como, por su falta de compromiso con las necesidades reales del Cuerpo y por haber renunciado a defender a sus propios funcionarios frente a los abusos y olvidos del poder político.
