
Según destaca el medio Nuevo Observador la rápida intervención la pasada Feria de San Agustín evitó la muerte de un hombre de 70 años que se había atragantado con un trozo de comida. «Nunca podré agradecerle lo suficiente que me permitiera seguir viviendo para disfrutar de mi mujer, mis hijos y mis nietos», describe el linarense en una emotiva carta dedicada a este policía nacional de 37 años.
Natural de Torre del campo y destinado en la Comisaría de Linares desde hace tres años, su acción durante la madrugada del 29 de agosto fue milagrosa. Sin ella, quizá esa persona a la que le practicó la maniobra de Heimlich -técnica de primeros auxilios para desobstruir las vías respiratorias- no hubiera sobrevivido.
Era la una de la madrugada cuando José Manuel vio a una mujer pedir auxilio de manera desesperada. Su marido no podía respirar. Se había atragantado con un trozo de carne. Sucedió en la zona de bares de las fiestas. El agente ni se lo pensó.
Corrió hasta el lugar en el que se encontraba el hombre e hizo lo que tenía que hacer: poner sus conocimientos al servicio ciudadano. Tras unos momentos de angustia, la víctima, que prefiere mantenerse en el anonimato, expulsó el elemento que obstruía su respiración y ponía en serio riesgo su existencia.









