La interacción entre la Policía y los pacientes psiquiátricos en crisis es un desafío complejo que requiere una respuesta equilibrada entre seguridad y atención sanitaria. En muchas ocasiones, los agentes son los primeros en llegar a una situación de emergencia, sin contar con formación especializada para gestionar episodios de salud mental de manera adecuada. Esto puede derivar en intervenciones con desenlaces inesperados, donde la falta de recursos específicos y la ausencia de protocolos claros dificultan el desarrollo de la intervención poniendo en riesgo la integridad física de los propios agentes y de la persona afectada.
La Policía enfrenta varios desafíos al intervenir en situaciones con pacientes psiquiátricos, especialmente en crisis. Algunos de los problemas más relevantes incluyen:
- Falta de formación especializada: Muchos agentes no cuentan con capacitación específica para manejar crisis de salud mental o poder predecir (en la manera de lo posible) una reacción repentina lo que puede dificultar una intervención adecuada.
- Riesgo de violencia: En algunos casos, los pacientes pueden presentar episodios agresivos derivados de brotes psicóticos lo que pone en peligro tanto a los agentes como a la persona afectada.
- Saturación de emergencias: Las llamadas relacionadas con crisis psiquiátricas pueden colapsar los servicios de emergencia, dificultando la atención de otros casos urgentes.
- Falta de recursos: La escasez de unidades especializadas y protocolos claros puede hacer que la Policía se vea obligada a actuar sin el apoyo necesario.
- Inestabilidad: Existe el riesgo de que las intervenciones policiales con personas con trastornos mentales se deriven en atentados o incluso un suicidio. El desenlace de la acción es completamente impredecible por lo que se debería contar con un área especializada capaz de realizar un seguimiento específico para cada caso y minimizar las posibilidades de que se repita.
Para mejorar la respuesta policial, se recomienda una mayor formación en salud mental, el uso de equipos adecuados y la colaboración con profesionales sanitarios.
