EXCLUSIVA: Quema el rostro de su expareja con un líquido corrosivo

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Una joven tinerfeña ha sido atacada con un líquido corrosivo, ocasionándole diversas quemaduras en el rostro y en el cuello. Sus  atacantes, dos personas encapuchadas. Se sospecha que pudieran tratarse de la expareja y la actual pareja de éste. Los hechos ocurrirían en la Plaza del Tranvía, en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), sobre las 21:40 horas del día de ayer.

Alertados por los testigos, la URSI– grupo de intervención de la Policía Local- se personó en el lugar, asistiendo a la víctima que se quejaba amargamente de un ojo y suplicaba a los policías actuantes que la protegieran. Y eso harían. Una ambulancia del Servicio Canario de Salud (SUC) trasladaría a la joven hasta el Hospital Universitario de Canarias (HUC) donde ha sido ingresada. Su pronóstico es reservado.

El presunto autor de los hechos responde a las iniciales de M.E.A, un ciudadano italiano de 40 años, de complexión fuerte y con gran parte de su cuerpo tatuado. Al parecer habría llegado a la isla hace dos días, acompañado de su actual pareja I.A.  Se conoce que el día anterior habían sido identificados en las inmediaciones del domicilio de la víctima por una patrulla de la Policía Local.

A tenor de lo sucedido, no encontramos ante un nuevo caso de violencia de género. Esta vez no tenemos que lamentar una nueva víctima mortal, 45 ya en lo que llevamos de año, aunque estaremos atentos de la evolución médica de la víctima.

Tranvía Metropolitano de Tenerife, La Laguna

Ataques con ácido

En España no es tan habitual los ataques con ácido como forma de violencia contra las mujeres. El país  donde más ataques de este calibre se producen es Colombia seguido de la India, Irán o Afganistán. “Si no eres para mí no eres para nadie” deben creer algunos despechados sin escrúpulos.

Estos “perturbados mentales” pensarán que desfigurando el rostro de la mujer que ya no les quiere impedirán que encuentre otra pareja sentimental. En otros casos, la simple sed de venganza será óbice suficiente para optar por este tipo de modalidad delictiva, tan cruel y despiadada.

Rociar a una persona con ácido significa anularla como persona, marcarla de por vida. Las secuelas psicológicas pueden prevalecer de por vida, pudiendo además provocar aislamiento social y familiar. Siendo así, su victimario ha alcanzado su objetivo.

 

 

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