¿Esto … tiene aún remedio?

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Manuel Avilés*

Los juristas, los legisladores, los padres prestigiosos de la patria, los senadores desocupados, los diputados holgazanes se tienen que poner a la faena. Es urgente crear una nueva figura jurídica, regulada, con sus normas bien claras: el aviso de querella. Estoy harto de oír una y otra vez a los políticos que, para salir de un atasco, claman cual cura en sermón terrorífico cuaresmal, y avisan solemnemente: vamos emprender acciones judiciales por ese delito.

Se ha destapado la caja de los truenos y Nicolás Maquiavelo Sánchez anda insomne urdiendo con su guardia pretoriana algún antídoto, una defensa antiaérea  – yo me ofrezco si paga bien que  tengo que ahorrar para la residencia y fui apuntador tirador en la mili en la que me quedé inválido, sordo como una tapia pegando cañonazos-. Intentan encontrar una cúpula de hierro al estilo israelí, una trinchera maqui o un nido del águila hitleriano. Sánchez busca un refugio seguro y neutralizador para el bombardeo a que lo somete su amigo Ábalos:  Echo de menos tu amistad, le decía después de expulsarlo y Ábalos, parecía que se había ido en silencio, hasta que con su compañero de fechorías  – presuntas hasta que haya sentencia- pensando más con la bragueta  – presuntamente también- y tras ser detenido ostentóreamente como diría Jesús Gil   – también presunto chorizo-, comenzó a soltar dinamita informativa. Aquí todo el mundo tiene un dossier preparado por si las moscas. Esto, necesariamente, me recuerda cada día más al caso Roldán, Granados, Correas,  Bárcenas, Matas y tantos otros que siempre hablan de esa acción defensiva que recuerda al catenaccio italiano de Helenio Herrera y que luego, no sirve para nada porque todo el mundo canta, que me experiencia me dice que, al final, hay que decirles: no se chive usted más que ya no hace falta.

Todo el mundo tira de la manta. Hasta yo, voy a tirar en mis memorias, aunque tengo la pena y el inconveniente de haber trabajado con gente honesta, trabajadora y moral: De la Cuadra – hombre serio, pausado y sobradamente preparado-. Múgica -atropellado y parlanchín, que jamás se preparó una conferencia y lo único que robó fue su expediente carcelario del penal de Burgos al que entró como parte de una célula comunista en la que figuraba el gran Agustín Ibarrola, el magistrado Jiménez Pericás y Ramón Ormazábal Tifé como jefe-. Antonio Asunción – listo, valiente, político genético que se creía inmortal, auto defenestrado y siempre inventando negocios  hasta que el cáncer de esófago hizo su aparición-. Juan Alberto Belloch  – genio jurídico, político honesto e incansable, padre de algunos pájaros que aun andan dando tumbos, aclamado en los sitios como una estrella de rock con las chicas suspirando por más que algunos periodistas envidiosos le llamaran el cochero de Drácula. Ya querría yo, que iba con él sin comerme ni medio rosco nunca, haber tenido la mitad de la mitad de su éxito.

Volvamos al día de hoy que el De Manuel, confabulado con otros rojos de salón, burócratas de pacotilla, conspiradores decimonónicos que jamás han corrido peligro salvo el de caerse del sillón en su despacho, va a empezar a decirme vejestorio con prótesis,  pecholobo postizo, alzheimer disfrazado de genialidad cutre y a cantarme abuelito dime tú, como si yo tuviera algo que ver con Heidi. Vejestorio en definitiva.

Volvamos al día de hoy pero no con Franco al que le están intentando hacer la cama por enésima vez. ¿Quién es ese Millana? Que este se enfrente a Franco es como enfrentar a Drácula con el Ratoncito Pérez. Franco va a durar en el #psoealicantinomecagoentoloquesemenea  más que su primo el del golpe de Estado del 36.

El día de hoy se llama filtración de Ábalos. Él  – imposible no recordar cómo lo idolatraba Lassaleta como futuro brillante para la izquierda socialista, imposible de imaginarlo como novio de Jessi, presuntamente-, él tiene ya preparado un arsenal de mensajes para ir soltándolos en pequeñas diócesis conforme a su interés.

Ayer salió uno que podría derribar a un gobierno si ese gobierno tuviese la vergüenza torera, por ejemplo, de Felipe González, antes de hacerse burgués y rico, de dimitir cuando no pudo aprobar unos presupuestos generales del estado. Eso que ahora no tiene importancia mientras los puigdemones apoyen y los de izquierda ultra izquierda disfruten del sillón y el sueldo sin haber aprobado nunca una oposición. Me voy a hacer politólogo a ver si cuelo.

El mensaje de ayer me dejó helado. ¿Cómo entra un gobierno al trapo de salvar a una compañía, rescatarla a golpe de talonario  cuando los jefazos acaban de repartirse dividendos por más de treinta millones de euros? #mecagoentoloquesemenea . Alucino por un tubo o…Cosas veredes amigo Sancho.

Me asombro y me reconcilio con el genero humano cuando veo que aún queda gente que no está todo el día pensando en el poder y en la cartera. Ya saben. Luego me dirán mujeriego, pero hace dos días fui a un evento cultural: veintitrés personas, cinco hombres, todos vejestorios e incluso algún calvo. Nutopía – potente movimiento cultural alicantino dirigido por señoras utópicas: Belén y Marieta- organiza una mesa para dar fe de que nos están asesinando poco a poco: La inteligencia artificial. La inteligencia artificial me parece una mierda, pero caí por allí accidentalmente porque inteligencia y artificial son términos contradictorios.

Nos acordamos todos de George Orwell. Nos asombró cuando leímos 1984 y hemos comprobado, ya no con horror porque todos estamos para que nos quite de en medio la Guardia Civil, pero hemos comprobado que se quedó corto con la dictadura de los multimillonarios, los Trump, los Musk, los Soros, los Bezos y los Zukerberg.  La inteligencia artificial nos está matando porque falsea la realidad: muestra fotos o videos de cosas que no han pasado. Elimina la capacidad de trabajo porque tu le dices a la inteligencia esa que te escriba un libro y lo hace y puede pasar como que lo has escrito tú. Los chavales ahora no estudian, no dan golpe porque con las maquinitas están todo el día tocando los cojones y metidos en esa inteligencia artificial que elimina su capacidad de estudiar y de crear. No obstante felicito a Nutopia y a estas dos agitadoras culturales por su trabajo en pos de la reflexión y la sabiduría.

Menos mal que a la vejez me he vuelto pacifista y olvidado ya de la mili donde nos enseñaban, en caso de urgencia a atacar al enemigo con la bayoneta en el cuello. Habría que ir siempre al combate con un mandil de plástico porque un bayonetazo en el cuello forma un río de sangre y te pone hecho un cristo. Se descuelga doña Marieta, presentadora, con un rollo que me resulta ininteligible y me pregunta: ¿Qué piensas del algoritmo compas, usado en la administración de Justicia penal para predecir la probabilidad de reincidencia de un individuo? Yo contesté: eso es tan improbable  – que los algoritmos predican una reincidencia- como que los curas confiesen por ordenador. Ya saben el viejo chiste de aquella chica que se ha metido mano con el novio  – los reprimidos eran muy tendentes a preguntar los detalles. Como fue, de qué manera y cuantas veces- y el cura tiene que decirle vete y que haga la penetración entera porque has dicho solo un poquito y este chisme no trabaja con decimales. Pues ese es el asunto.

Yo  estoy pendiente de aprender algo de inteligencia artificial para aplicársela a Koldo, Aldama, Ábalos y demás miembros de la banda  – presuntamente- para analizar qué se han llevado, a cuanta gente han colocado, cómo fue el rescate, cuántos dividendos repartieron, que bolsas llevaron a distintas sedes, que es el cupo vasco, como se puede medir su amor por España y su entrega a la Causa Pública, cuanto tardan en dormirse cada noche ideando leyes y mecanismos para mejorar la vida de los españoles y mil cosas más que ya estoy hasta los mismísimos de que nos repartan los datos con cuentagotas.

Les voy a dar un último dato que voy a investigar, cójanlo con pinzas hasta que termine mi investigación. Muface ha renovado contrato con compañías médicas para atender a los millones de vejestorios que nos arrastramos llenos de goteras por las consultas del país. Fíjense si esto es verdad que hasta los autocares del Inserso paran en los ambulatorios como, escala obligada en cada ruta, para que los abuelos carguemos los bolsos de recetas. Pues bien, han conseguido un sustanciosos aumento en sus cuotas y están reduciendo gastos echando médicos a la calle. Dos que me tratan mis múltiples deficiencias me han dicho que no aparezca por allí porque, echados del sitio, tendrían que cobrarme una iguala. Señor, llévame pronto o tendré que montar un número quemándome a lo bonzo en la puerta de la delegación del gobierno.

Manuel Avilés, escritor y director de prisiones, columnista de h50 Digital

 

 

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