España se droga: de la jeringuilla al papel de plata

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Ha cambiado la forma de consumo de heroína y las jeringuillas han dado paso al papel de plata. Un método más seguro y discreto que los ancestrales “picos” que impulsa un cambio de consumo de este opiáceo. Las generaciones perdidas de los 80 son las que configuraron el perfil del yonki. Un individuo esquelético, demacrado, propenso a ser portador del VIH, de la hepatitis C o tuberculosis. Con callos en los brazos como signo de evidencia de entrada de la antimateria.

Este nuevo escenario, la mayor presencia de esta droga en España, el cambio de modelo de consumo, su bajo coste y el golpe de una crisis económica sin precedentes, son factores que amenazan con el regreso a nuestras calles de los “caminantes”.

 

Lo que parecía ser un problema erradicado vuelve a amenazar nuestra sociedad

Esta vez el toxicómano ha cambiado la forma de consumo y en vez de ser administrada intravenosa es inhalada. Quizás, esta pequeña garantía de esquivar peligrosas enfermedades sea uno de los alicientes para retornar al consumo del caballo.

El consumo de la heroína late en las plazas y callejones de las grandes urbes españolas donde los vecinos ven repetirse escenas del pasado. En Madrid y Barcelona están proliferando los denominados narcopisos, proveedores de todo tipo de sustancias estupefacientes que amenazan a otra generación al borde de desengancharse de la vida.

Según la Fiscalía General del Estado, en 2017 la Policía incautó más de 524 kilos de heroína

Heroína por babor, heroína por estribor

Nos enfrentamos a una peligrosa sustancia trata de adentrarse en España por el Mediterráneo y el Atlántico.

En noviembre del año pasado, una operación de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera concluía con éxito al incautar más de 330 kilos de heroína en el Puerto de Barcelona. Se trataba de la mayor aprehensión de este tipo de droga en España. En agosto de ese mismo año, otra operación conjunta, esta vez de Policía Nacional con Vigilancia Aduanera, lograba una incautación de récord incautando 65 kilos de opiáceo.

La venta en dosis de estas dos operaciones hubiera alcanzado los 60 millones de euros

El bajo coste de la heroína frente otras sustancias estupefacientes como la cocaína puede ser un factor decisivo para el consumo. Los narcos son conscientes de la oferta-demanda que mueve a su clientela y están dispuestos a cambiar su modelo de negocio para adaptarse a este nuevo mercado.

El caballo pone de nuevo en jaque el futuro de nuestra sociedad.

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