El paro se ceba con los más vulnerables

UGT reclama al Gobierno que retome la agenda de reformas pendiente y suba el SMI

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Fuente: Pixabay
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Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que hemos conocido hoy muestran dos fuerzas contrapuestas: por un lado, el impacto de la segunda ola de la pandemia y de las restricciones implementadas por el coronavirus; y, por otro, el freno que ha supuesto la campaña navideña para que ese desempleo no haya ido a más. El resultado de ambas en el trimestre es favorable, con un pequeño aumento de la ocupación y una ligerísima reducción del desempleo.

En concreto, cabe destacar el incremento de la ocupación y de horas trabajadas durante el último trimestre del año, junto con la proliferación de contratos temporales para la campaña navideña, frente a los indefinidos. Además, ha aumentado el paro entre los colectivos más vulnerables, como son las mujeres y los mayores de 55 años, y se mantienen muy elevadas las tasas de paro entre los más jóvenes; ha empeorado la situación de las personas en paro de larga duración, que con la crisis se han visto imposibilitadas de volver a incorporarse al mercado de trabajo; y sigue existiendo un número extenso de personas que no tiene un empleo y ha desistido ya de buscar un trabajo por la situación que vivimos desde hace un año, algo realmente desmoralizante y preocupante.

El número de personas desempleadas en el conjunto del 2020 es abrumador, pero gracias a los ERTE y otras medidas de protección social se ha conseguido evitar que esas cifras sean aún más dramáticas. A diferencia de la crisis de 2009, estos mecanismos han logrado evitar que la caída de la actividad se traduzca inmediatamente en destrucción de empleo. Por eso, la extensión de las medidas de ajuste temporal acordadas en la prórroga de aplicación de los ERTE hasta el 31 de mayo y el resto de medidas del escudo social, siguen siendo esenciales para proteger los empleos y el tejido productivo de nuestro país.

Para UGT, es el momento de aplicar medidas que recuperen los derechos laborales perdidos, avanzando en la agenda política pendiente. El aumento del SMI y la derogación de la reforma laboral deberán ser objeto de atención cuanto antes. Sin estas decisiones aún por adoptar, las inversiones proyectadas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, no llegarán a quienes más las necesitan.

La EPA, en datos

La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cierre de este atípico 2020, publicada hoy por el INE, muestra un descenso de los desempleados de 3.100 personas (un -0,08%) en el trimestre, hasta un total de 3.719.800, mientras el aumento anual se situó en un 16,54% (527.900 personas desempleadas más). La tasa de paro llega al 16,13%, 0,13 puntos por debajo del trimestre anterior y 2,35 más elevada que en el último trimestre de 2019.

En términos de empleo:

  • El número de ocupados se sitúa en 19.344.300 personas, 167.400 menos que en el trimestre previo (-0,87%) y 622.600 inferior que un año atrás (-3,12%) (cifra que no incluye a los afectados por ERTEs).
  • Junto con la ocupación, el número de horas trabajadas ascendió un 10,06% en el trimestre. Por su parte, el número de ocupados que no ha trabajado en el último trimestre se reduce a 1.889.100, lo que supone 1.703.700 menos que en el trimestre anterior, lo que muestra el menor número de personas en ERTE durante este periodo.
  • El empleo temporal se salva por la campaña navideña (107.200 asalariados temporales más en el trimestre, un 2,75%), mientras el número de asalariados con contrato indefinido muestra una cifra de incremento trimestral más moderada (0,22%, con 26.300 asalariados indefinidos adicionales). La tasa de temporalidad, por ello, se alza al 24,6%, 4 décimas más que en el tercer trimestre.
Sobre el desempleo, cabe destacar:
  • El empeoramiento de la situación de las mujeres en el mercado laboral, con una tasa de paro que alcanza el 18,33%, frente al 14,17% de los hombres.
  • La tasa de paro entre los menores de 25 años se alza al 40,13% y entre los mayores de 55 años al 12,5%.
  • UGT muestra su preocupación por los datos relativos al paro de larga duración, que muestran un notable empeoramiento: 41 de cada 100 personas desempleadas lleva más de un año buscando empleo y 24 más de dos. Una situación que se puede agravar con la presente crisis, considerando que los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentan este trimestre en 24.300, hasta un total de 1.197.000.
  • A las anteriores cifras es necesario añadir a quienes se han quedado sin empleo, pero no se encuentran inscritos en el desempleo, y que no han podido cumplir con el requisito de búsqueda activa de empleo (por las restricciones o cierres), o bien no están disponibles para incorporarse a un empleo por razones de cuidado de personas dependientes, quedando fuera del concepto de desempleo, e incluidas en el de inactividad, y mostrando así un desempleo oculto. Las cifras evidencian la dimensión de esta situación: 680.300 personas se encuentran en estas circunstancias en el cuarto trimestre.
Datos de interés

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el último trimestre de 2020 el número de ocupados se incrementa y se sitúa en 19,344.300 personas, 167.400 más que en el trimestre previo (0,87%), aunque 622.600 inferior que un año atrás (-3,12%) (hay que puntualizar que esta cifra está incluyendo a las personas que están empleadas en situación de ERTE, ya que se consideran ocupadas, aunque se hayan ausentado del empleo).

Debido a la apertura de las actividades y a la campaña de Navidad, también disminuye el dato de ausencia del empleo por ERTE y paro parcial por razones técnicas o económicas, o enfermedad, accidente o incapacidad temporal en el tercer trimestre. Como consecuencia, el número de horas trabajadas ha crecido en el trimestre un 10% respecto al anterior. Por su parte, el número de personas que no trabajaron (considerándose ocupados) por paro parcial por razones técnicas u organizativas o ERTEs alcanzó un volumen de 497.900 personas (16.800 menos que en el tercer trimestre).

La tasa de empleo se mantiene, situándose en el 62,31%, 0,48 puntos superior a la del trimestre previo, pero 2,39 p.p. por debajo de la del mismo trimestre de 2019.

Mientras, el desempleo descendió en 3.100 personas (un -0,08%) en el trimestre, hasta un total de 3.719.800, mientras el aumento anual se situó en un 16,54% (527.900 personas desempleadas más). La tasa de paro llega al 16,13%, 0,13 puntos por debajo que en el trimestre anterior y 2,35 puntos más elevada que en el mismo periodo de 2019. En la serie desestacionalizada, la tasa de variación trimestral del empleo es del 1,29%, mientras la de paro es del -1,56%.

Cabe resaltar la trayectoria seguida en el trimestre por la población activa y la población inactiva. La población mayor de 16 años crece, y la población activa lo hace en mayor proporción. Hay en el trimestre 164.300 personas activas más, frente a 124.600 menos en inactividad. Esto se debe a que las cifras de inactividad mostraban, en los dos trimestres previos, un aumento de quienes se habían quedado sin empleo, pero no se encontraban en desempleo, y que no habían podido cumplir con el requisito de búsqueda activa de empleo, o bien no estaban disponibles para incorporarse a un empleo por razones de cuidado de personas dependientes, quedando fuera del concepto de desempleo, e incluidas en el de inactividad mostrando así un desempleo oculto. Las cifras evidencian que este último trimestre recupera a un volumen de personas de la inactividad.

La tasa de actividad, en el 58,19%, crece 0,36 puntos en el trimestre, aunque baja respecto a la del año previo (-0,55 puntos), encontrándose aún una brecha de más de 10 puntos de diferencia entre hombres (63,3%) y mujeres (53,35%).

Por sexo, en el año, ha caído el número de ocupados hombres (un 3,13%) y mujeres (un 3,10%) y ha aumentado el volumen de paro entre los hombres y las mujeres (14,76% y 18,13%). En el trimestre, aumenta la ocupación masculina (un 0,15%) y la femenina (1,74%) y desciende el desempleo entre los hombres un 1,65% aunque sube un 1,32% entre las mujeres.

Así, la brecha entre hombres y mujeres persiste: el 46% de las personas ocupadas son mujeres, mientras su peso en el desempleo es del 53,5% y en la inactividad del 57,3%. La tasa de paro masculina se encuentra en el 14,17%, mientras la femenina es del 18,33%.

El trimestre es positivo para todos los sectores. En términos relativos trimestrales, el número de ocupados aumenta de forma llamativa en la agricultura (un 6,98%), seguido de la construcción (un 2,47%), los servicios (0,55%) y la industria (0,22%). En el año, el impacto es negativo para todos los sectores, especialmente en los servicios, que pierde 537.100 empleos.

En términos trimestrales crece la ocupación en el sector privado y en el público. En el segundo se ganan 42.000 empleos; y la mayor concentración se produce en el sector privado, con 125.400 empleos más. Desde el cuarto trimestre de 2019, aumenta el número de ocupados en el sector público (125.800 empleos más) pero cae en el privado (-748.400).

Entre los extranjeros se reduce el empleo en términos trimestrales (un -0,04%), y sobre todo en el trimestre (5,51%). Al tiempo, se incrementa el número de desempleados en el trimestre (4,95%) y en el año (36,95%). La tasa de paro se sitúa en un 25,58%. Un 22,7% de las personas en desempleo son extranjeras.

Por grupos de edad, el paro asciende en el trimestre en los tramos a partir de 25 años, y especialmente de 55 años en adelante. Se reduce en los tramos de jóvenes, debido a la contratación de la campaña navideña, que abarca en mayor medida a los menores de 25 años. Un 14,5% de las personas en paro tiene más de 55 años, mientras otro 15,4% tiene menos de 25 años. Por su parte, la tasa de paro entre los menores de 25 años se alza a la preocupante cifra de 40,13% y entre los mayores de 55 años de 12,50%.

A ello se añaden los datos de desempleo de larga duración. El porcentaje de personas en desempleo que lleva más de un año buscando empleo se ha elevado más de 5 puntos en el último trimestre, hasta el 41% de las personas desempleadas, siendo alta la incidencia de las personas que llevan buscando empleo más de dos años (23,8%). Una situación que se puede agravar con la presente crisis, considerando que los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentan este trimestre en 24.300, hasta un total de 1.197.000.

El número de asalariados aumenta en el trimestre en 133.500 personas (0,83%); con un avance claramente mayor del empleo temporal (un 12,75%; 107.200 personas más con contrato temporal) y, en mucha menor dimensión, del indefinido (0,22%, 26.300 personas añadidas con contrato indefinido). En el año se destruye empleo asalariado (–604.600, -3,59%), sobre todo temporal (-9,03%) aunque también ha afectado a los indefinidos (-1,67%). La tasa de temporalidad continúa elevada: se establece en el 24,6% (en el 26,6% la femenina), con valores superiores al tercer trimestre por la recuperación del empleo (básicamente temporal en la campaña de Navidad), pero inferiores a los registrados en el mismo trimestre del año 2019, debido a la mayor incidencia de la destrucción de empleo, también temporal.

Por su parte, la parcialidad este trimestre se encuentra en el 14,5% (23,5% para las mujeres). En el cuarto trimestre el número de ocupados a tiempo completo aumentó en 23.100 personas (0,14%), mientras a tiempo parcial lo hizo en gran magnitud, un 5,44% (144.400 personas). 2020 cierra con 55 de cada 100 personas empleadas con un contrato indefinido a tiempo completo, mientras 45 posee uno con algún elemento de precariedad (bien temporal o a tiempo parcial, o ambas). La parcialidad involuntaria se mantiene al alza, hasta el 53,4%, con 1.494.800 ocupados a tiempo parcial que aceptan esta situación por no encontrar empleo a tiempo completo.

Algunas consideraciones metodológicas:
  • ¿Qué se considera empleo EPA? Haber trabajado al menos 1 hora en la semana de referencia, por cuenta propia o ajena.
  • La principal diferencia con la afiliación de la seguridad social es que la EPA incorpora a las personas ocupadas, tanto si están dadas de alta, como si no lo están.
  • ¿Qué se considera paro EPA? Personas que cumplen 3 requisitos: no han trabajado ni 1 hora la semana de referencia, buscan activamente empleo y están disponibles para incorporarse a uno en los 15 días siguientes. Las personas no ocupadas, pero que no cumplan los otros criterios, se consideran inactivas.
  • La principal diferencia con el registro de paro del SEPE es que en la EPA se consideran desempleados si cumplen estas 3 condiciones, con independencia de que estén inscritos es el registro. La estadística de personas paradas EPA se asemeja más a la de demandantes de empleo SEPE, aunque considerando que también son metodologías distintas (con la principal diferencia de estar registrado).
  • ¿Cómo se contabilizan las personas afectadas por un ERTE? En la EPA, aunque no hayan trabajado la semana de referencia, se contabilizan como ocupados asalariados siempre que perciban al menos el 50% de su salario y crean que se reincorporarán en el espacio de 3 meses. Se contabilizan como parados sólo en el caso de que perciban menos del 50% del salario y crean que no se reincorporarán en esos 3 meses.

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