El día a día de un funcionario de prisiones en una cárcel española

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Hoy nos ponemos en la piel de un funcionario de prisiones que desarrolla su trabajo en un módulo ordinario en una de los Centro Penitenciarios “modelo” que hay en nuestro país, para comprender mejor su trabajo, penurias y falta de medios y de empatía por una gran parte de la sociedad española, una narración en primera persona de su día a día en su puesto de trabajo que nos llega de la mano de la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).

Comenzamos a las 08:00, hora del primer recuento oficial del día, después de un largo viaje ya que las prisiones generalmente se encuentran a muchos kilómetros de la civilización.

Hablaremos de la vida en un módulo ordinario o de segundo grado donde empezamos el día avisando a los reclusos por megafonía, que se va a proceder a realizar el recuento. Los presos tienen que estar de pie en su celda y con la luz encendida.  En nuestro centro cada módulo tiene 72 celdas divididas en dos plantas. En cada módulo puede haber hasta 140 reclusos, con características de personalidad y peligrosidad muy diversas.

Recuento de celdas (Fotografía aportada por TAMPM)

En prisión hay 3 tipos de internos, 1º Grado (más peligrosos), 2º Grado (comportamiento normal), 3º Grado (Semilibertad)

Celda prisión modelo (Fotografía aportada por TAMPM)

Después del aviso subimos a una planta para realizar el recuento. Se realizan a través de una mirilla que hay en la puerta de cada celda.

En ese momento es cuando podemos encontrarnos con situaciones complicadas. El interno se encuentra metido en su cama y no responde a señal alguna.

Esto se puede deber a:
  1. El interno ha consumido cualquier tipo de sustancia estupefaciente o ha abusado de su medicación a lo largo de la noche, teniendo que avisar al Jefe de Servicios y entrar rápidamente para salvar su vida.
  2. Internos que se han suicidado o lo han intentado, encontrándonos con situaciones muy desagradables y tensas (Ahorcados, cortes de venas,…).

    Intento de suicidio en prisión (Fotografía aportada por TAMPM)
  3. El interno se ha quedado dormido, tenga la luz apagada y tienes que despertarlo. Posiblemente al despertarlo recibas malas contestaciones, insultos o amenazas.

Antes las funcionarias de prisiones realizaban su trabajo sólo en los módulos donde había mujeres, pero tras el Real Decreto 1836/2008, de 8 de noviembre, por el que se establecen criterios para la unificación de las escalas masculina y femenina del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, pueden realizar su servicio en cualquier módulo del establecimiento, ya sea de hombres o de mujeres. Esta unificación, ha sido muy conflictiva  dando lugar a situaciones delicadas, por ejemplo, a la hora de realizar los recuentos en las celdas, los internos se muestran desnudos, llegando incluso a masturbarse intencionadamente provocando situaciones muy desagradables.

Bien, estamos en el minuto uno del día y ya tienes un estrés considerable debido a las diversas causalidades del momento.

Terminado el recuento volvemos a la oficina y el funcionario que ha trabajado por la noche, después de contarnos las incidencias, se puede marchar.

A las 8:30 bajan de los reclusos al desayuno y posteriormente al patio o sala de día. Muchas veces  trabaja un único funcionario por módulo y cuando se abren las celdas nos encontramos solos en la galería con todos los internos. En la apertura de las celdas,  puede haber peleas, debido a rencillas del día anterior o incluso las generadas por la noche de las conversaciones que realizan a través de las ventanas de las celdas. Puede haber desmayos, mareos, ataques epilépticos… infinidad de contratiempos que estando tan faltos de personal, la situación puede ser muy desagradable y tensa.

Apertura de celdas (Fotografía aportada por TAMPM)

Una vez en el comedor con todos los internos juntos se procede al reparto del desayuno y si todo va bien, cuando finalizan, se inicia el reparto de la medicación y metadona por parte de los servicios médicos. Momento muy complicado donde la seguridad tiene que ser máxima. Se forma una fila de internos impacientes, nerviosos y con ganas de recibir su tratamiento o apoderarse del ajeno. Para ello, deben presentar el NIS ( Número de Identificación Sistemático), especie de DNI pero a nivel interno.

(Imagen facilitada por TAMPM)

Cuando los servicios médicos traen el tratamiento erróneo, o no lo traen por confusión debido al cambio de módulo de algún interno, la reacción de alguno de ellos suele ser violenta y tenemos que mediar para calmar la situación.

Dos días a la semana se reparten lotes de medicación para 3 y 4 días a cada interno, para que ellos mismos se la administren, pero terminan haciendo un uso arbitrario y generalmente inadecuado, (venta, trueques,…) ” trapicheos ” muy peligrosos, donde se puede acabar con sobredosis que llevan en algunos de los casos a la muerte.

La mayoría de las veces, estos comportamientos ocasionan peleas, agresiones, amenazas entre ellos mismos o como viene pasando, por desgracia, con cierta frecuencia, hacia los Funcionaros. Al no tener la condición de agentes de la autoridad, las agresiones sufridas hacia el colectivo, no son constitutivas de delito y sus consecuencias penales son ridículas, alentando así a una práctica habitual y continua como estamos viendo en la actualidad.

Una vez finalizado dicho reparto, comienza la vida en el módulo donde el conjunto de la población reclusa, realizan las tareas y actividades diarias. Paseos por el patio, juegos de mesa, partido de fútbol, gimnasio, talleres ocupacionales, biblioteca, peluquería, comunicaciones con la familia, visitas de abogados, agentes judiciales, entre otras.

Internos en el patio de una prisión (Imagen facilitada por TAMPM)

La labor de vigilancia es muy importante pero a su vez muy difícil de realizar debido a la escasez de personal, a los muchos departamentos y actividades que tienen acceso los internos, resultando casi imposible controlar  la mayoría de ellos. Las ordenes de seguridad que tenemos que acatar, son tan numerosas que nos es imposible realizar el trabajo de vigilancia de forma correcta. La burocracia poco a poco nos va comiendo terreno teniendo que efectuar diariamente:

  • Informes sobre Seguimiento de Sobredosis y Programa de Drogodependencia (SSPD) de los internos que lo tienen pautado.
  • Informes de Programa de Prevención de Suicidios (PPS)
  • Control y seguimiento de las actividades diarias que realizan los internos incluidos en el fichero FIES ( Fichero de Internos de Especial Seguimiento) y elevar informe de su conducta. Internos de Control Directo, peligrosos y pertenecientes a organizaciones criminales.
  • Registro de instancias de los internos dirigidas a los distintos departamentos (Peculio, seguridad, médico, juzgados,…), así como el correo que envíen, registrar a quién va dirigido y la dirección a donde se envía..
  • Revisión de las celdas, patio, sala de día y zonas comunes (gimnasio, talleres, peluquería, biblioteca)
  • Cacheo de varios internos cada día y requisa de los barrotes de las celdas.
  • Acompañamiento obligatorio de todas las salidas que hagan los internos fuera del módulo, (comunicar con sus familiares, a enfermería, polideportivo, salidas de permiso, salidas en libertad, agente judicial, cursos, escuela, abogados, entrevistas con distintos profesionales del centro y externos).

Después de todas las tareas diarias y obligatorias, lo más importante es velar por la seguridad interior, realizando las tareas de vigilancia y observación para evitar toda actividad prohibida. Para ello nos tenemos que desplazar por el patio, sala de día, subida y bajada de los internos de sus celdas.

Hay internos que tienen sanciones por cumplir y que están obligados a permanecer los días establecidos en dicha sanción, en su celda, estando nosotros obligados a subir para cerciorarnos de su estado de salud cada cierto tiempo. Muchos de ellos, los fines de semana se pueden quedar voluntariamente en sus celdas y cada dos horas como máximo tenemos que subir a controlarlos y que estén en perfectas condiciones de salud.

Como hemos dicho, somos uno o dos funcionarios por módulo y el contingente de internos a nuestro cargo es muy elevado y si le sumamos todas las tareas anteriores, nos resulta casi imposible estar vigilantes en todo momento y en todos los lugares. Como cabe esperar, los internos siempre esperan el momento adecuado y aprovechan cuando los funcionarios estamos realizando otras tareas para realizar actos prohibidos, conductas antirreglamentarias que desembocan en situaciones muy peligrosas como pueden ser los ajustes de cuentas, peleas multitudinarias, destrozo de dependencias comunes, incendios voluntarios de celdas, autolesiones y un sinfín de situaciones que tenemos que atajar con la mayor celeridad posible, resultando en muchos casos muy peligroso tanto para la integridad de los internos como para la de los Funcionarios.

Incendio celda, pinchos…(imagen facilitada por TAMPM)

El abandono que sufrimos por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias es tan evidente y notorio que no se nos dota de medios materiales, personales ni formación adecuada para realizar nuestro trabajo con unas garantías mínimas. El personal penitenciario de la mayoría de las prisiones de España, tiene una media de edad muy alta y la reposición anual en las cárceles es insuficiente debido a las masivas jubilaciones, separaciones del servicio, fallecimientos, etc…

Otro factor importante son las bajas laborales que no se cubren con ningún funcionario, se realiza el mismo trabajo pero con menos funcionarios hasta que son dados de alta, siendo la carga laboral más estresante y límite.

Cada prisión tiene asignado un numero de trabajadores. A ese documento se le conoce como relaciones de puesto de trabajo (RPTs).

Se supone que ese documento define el número de trabajadores necesarios para el buen funcionamiento de un centro penitenciario.  Actualmente  hay unas 3.000 plazas sin cubrir y las plazas ofertadas por el gobierno no cubren las necesidades mínimas para garantizar la seguridad  y cada año vamos perdiendo más y más personal y al final nos encontramos en esta situación insostenible.

La subida salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pertenecientes al Ministerio del Interior, ha sido un agravio comparativo para nuestro colectivo dejándonos una vez más al margen, abandonados y sin ningún reconocimiento retributivo desde hace ya más de 10 años.

Nuestra profesionalidad dentro de las prisiones españolas siempre ha sido cuestionada por un desconocimiento del medio notable y falta de transparencia de cara al exterior.

Los dirigentes y mandos superiores siempre intentan minimizar los gravísimos altercados que ocurren, a través de la censura de imágenes, informes,… desde la asociación Tu  Abandono  Me  Puede  Matar, queremos darle visibilidad a la situación actual de las cárceles y dar luz a las vivencias del día a día aunque en algunos casos nos intenten coartar nuestros derechos, llegando incluso a expedientarnos y suspendernos de empleo y sueldo.

La carga de trabajo es tan brutal, que sumado al estrés de las distintas situaciones que se pueden presentar, es un factor de riesgo para los trabajadores penitenciarios que no tiene ningún reconocimiento por parte de los superiores.

La profesionalidad y el servicio público que le debemos a la sociedad está por encima de todo, por eso seguimos trabajando y realizando nuestra labor, pero nunca dejando de luchar por lo que nos pertenece.

Ya son las 13:00hs y comenzamos con el reparto de la comida, volvemos al comedor y los internos van pasando de uno en uno para recoger el racionado diario. Son los propios internos los que se encargan del reparto de la comida y de la limpieza, teniendo un contrato, cotizando a la seguridad social, con sus retribuciones correspondientes.

Imagen facilitada por TAMPM

Nuestra presencia en este momento es primordial para que el reparto se haga de forma ordenada y organizada. Los internos recogen su racionado y se dirigen a su mesa donde comparten con los demás internos. Para ello se les proporciona una bandeja de latón, tenedor, cuchillo y cuchara, todo ello de plástico por seguridad.  Cuando finalizan, cada uno entrega su bandeja para su posterior limpieza.

Imagen facilitada por TAMPM

A las 14:00hs se realiza otro recuento de la población reclusa una vez que suben a sus celdas, otro momento delicado ya que suben todos juntos y como hemos mencionado anteriormente, pueden surgir altercados y situaciones muy complicadas en cualquier momento. Por eso nuestra presencia en la subida a celdas es imprescindible y a su vez delicada.

Subida a celdas (Imagen facilitada por TAMPM)

Una vez realizado el recuento permanecen en sus celdas para el descanso de mediodía hasta las 16:30hs, cuando bajamos a los internos de nuevo para el disfrute de las horas de patio.

Esta hora es también complicada porque pueden suceder infinidad de situaciones, generalmente como hay reparto de medicación y metadona por la mañana, algunos de los internos aprovechan este momento para consumir toda la medicación que le han repartido los ATS por la mañana y también la que hayan comprado en el patio a otros internos. También consumen otras drogas ilegales que han sido introducidas de forma clandestina por familiares durante las comunicaciones íntimas o familiares.

Esta práctica es imposible de erradicar ya que los funcionarios de prisiones no tenemos autorización para  cachear a los familiares y ver que llevan en sus bolsillos o escondido en el interior de su cuerpo. Para realizar un registro exhaustivo que no atente a la integridad del familiar, es necesaria una autorización judicial, que sólo se otorga bajo sospecha debidamente justificada del Funcionario.

También son introducidas por los internos dentro de su cuerpo, al regreso de los permisos penitenciarios, bien para consumo propio, para vender y traficar en el interior u obligados bajo amenazas de otros internos.

Cuando hay sospechas y con las autorizaciones correspondientes se les puede realizar cacheos con desnudo integral y radiografías dando cuenta de ello al Juzgado de Vigilancia penitenciaria.

Incautación en Centro Penitenciario

Sigue la tensión en el módulo con todos los internos en la sala y en el patio. Muchos de ellos tienen dinero que le ingresa la familia, otros cobran una paga del gobierno y otros no cuentan con ningún apoyo económico.

Se les proporciona una tarjeta donde se les ingresa de su cuenta de peculio una vez a la semana un máximo de 100€  para realizar compras en el economato, (especie de tienda regentada y retribuida por internos que realizan ese trabajo) se forma una cola donde los internos compran todo tipo de productos autorizados (café, tabaco, refrescos, conservas, productos de limpieza y aseo….).

Tarjeta Peculio (imagen facilitada por TAMPM)

Aquí es donde se cobran la mayoría de las deudas originadas por apuestas ilegales, partidas de parchís y préstamos. Estos préstamos son muy comunes y muy conflictivos porque si no se devuelve el dinero a tiempo o no cargan la tarjeta, se ajustan cuentas de forma violenta.

Cuando adquieren una deuda con otro interno en prisión, los intereses de cobro son abusivos pudiendo llegar al 50% semanal. Si le prestan 2 cajetillas de tabaco, tienen que devolver 3 a la semana siguiente. Hay internos especialistas en estas situaciones y se puede decir que viven de hacer esos préstamos.

Cuando un interno tiene muchas deudas, buscan la forma de salir del módulo para no pagarlas, suelen pelearse o bien romper material del centro como ventanas, mesas, sillas y alterar gravemente el orden para ser llevados, la mayoría de las veces, para el módulo de aislamiento,  donde permanecen 24 horas y posteriormente son trasladados a otro módulo distinto donde no se sientan presionados.

Destrozos de material con interno agresivo (imagen facilitada por TAMPM)

En ocasiones cuando los reclusos se pelean, los funcionarios, con la finalidad de salvaguardar su integridad física (es nuestro deber velar por la salud e integridad física de los internos, según la Ley Orgánica General Penitenciaria) intervenimos para intentar detener  la situación y con ello nos exponemos a recibir agresiones, amenazas y todo tipo de insultos.

Entre los artículos que pueden comprar, se encuentran cuchillas de afeitar, latas de conservas, latas de refrescos que pueden manipular y hacer todo tipo de objetos cortantes muy peligrosos.

Pincho carcelario

Hay que ser consciente de la peligrosidad y a la vez intentar controlar el nivel de estrés para reducir con eficiencia, los altercados que se puedan producir entre los internos o contra los Funcionarios.

En el caso de que un interno resulte herido, es trasladado inmediatamente al departamento de enfermería donde se valora la gravedad de las lesiones. Es allí donde, mediante un informe elaborado por el médico, se atienden las  lesiones sufridas.  Dicho informe se notifica al Juzgado de Guardia donde se procede a las investigaciones oportunas. Además, por parte de la Administración Penitenciaria a través de la Inspección Penitenciaria, se recaba toda la información de lo sucedido y a través de las imágenes de las cámaras de ese día, se concluye si los funcionarios han actuado reglamentariamente.

En caso contrario se abre una información reservada y dependiendo de las actuaciones, se puede abrir expediente disciplinario al/los funcionarios intervinientes, pudiendo derivar en suspensión de empleo y sueldo. Esa evaluación se hace en la comodidad de un despacho, y a veces te sancionan por no intervenir adecuadamente y otras por intervenir sin haber intentado antes dialogar con el agresor.

Nuestro trabajo es muy complicado ya que nunca sabes cómo va a ser tú día, a que situaciones te enfrentarás y esa tensión constante con el paso de los años y tras las cuantiosas experiencias desagradables vividas, nos exponemos a ciertos problemas tanto físicos como psicológicos, que a nuestra Secretaría general tanto le cuesta reconocernos.

Para nuestro Ministro, los débiles son los internos, se olvida de las víctimas y de la labor encomiable que realizamos los profesionales penitenciarios.

Son las 19:00hs y procedemos al tercer recuento de población reclusa.  En esta ocasión forman en el patio o en la sala de día, dependiendo de las inclemencias del tiempo, en filas de 5 internos. Si el recuento es correcto se procede al reparto de la cena.

Reparto cena comedor prisión (Imagen facilitada por TAMPM)

Estamos en un momento muy delicado del día, las horas pasan y el continuo bullicio donde las emociones afloran y la serenidad escasea, puede desembocar en actos regimentales graves. Falta apenas una hora para subir a las celdas hasta el día siguiente, momento en el que los internos aprovechan para saldar cuentas y que así su liderazgo sea notorio e indiscutible. Bandas rivales, se ensañan con todo lo que se les cruce y  esos momentos tan catastróficos es cuando se sube la adrenalina hasta los niveles máximos.

Agresión de un interno a otro preso
Pelea multitudinaria en sala de día de la prisión (imagen facilitada por TAMPM)

Muchos reclusos, ya sea para intimidar, amenazar o por miedo y para su propia defensa, son portadores de todo tipo de armas fabricadas artesanalmente, conocidas en el argot penitenciario como “pinchos carcelarios“.

Son fabricados con todo tipo de material y con mucho ingenio para causar la mayor lesión posible. Cuchillas pegadas a un cepillo de dientes, trozos de madera con pletinas hechas con latas de refresco, latas de conservas, tornillos afilados, cristales con empuñadura, varillas metálicas, palos de escoba afilados etc…

Pinchos carcelarios

Como se puede ver, objetos punzantes muy peligrosos que en el transcurso de cualquier altercado, en una agresión directa a otro interno o a algún Funcionario, pueden ser letales.

Ataque a un funcionario por parte de un interno
Ataque a un funcionario de prisiones

Las agresiones a Funcionarios de Prisiones en la actualidad están siendo muy habituales y no estamos recibiendo apoyo alguno por parte del Ministerio de Interior, ya que se niegan en reconocernos agentes de la autoridad.

Dicha medida no tiene coste económico alguno y simplemente sería válida una vez que se publicara en el Boletín Oficial del Estado. A muchos colectivos profesionales se la han concedido (Sanitarios, maestros,..). La Ley Orgánica General Penitenciaria en su artículo 80.2 indica que los Funcionarios Penitenciarios tendrán la condición de funcionarios públicos, con los derechos, deberes e incompatibilidades regulados por la legislación general de funcionarios civiles de la Administración del Estado por lo que actualmente una agresión a un Funcionario de Prisiones, no podría ser calificada como delito de atentado (Art. 550 Código Penal), es una falta que lleva aparejada una sanción económica que la mayoría de los internos al ser insolventes, no abonan.

Si se nos reconoce agentes de la autoridad, las agresiones sí serían reconocidas como delito de atentado y por lo tanto punibles con la correspondiente responsabilidad penal.

Muchos internos también utilizan la violencia en modo de autolesión, en señal de protesta, cortándose distintas partes del cuerpo (brazos, piernas, abdomen,..) buscando la mayor cantidad de sangre posible, la mayor atrocidad y el estremecimiento de los trabajadores, llevando en muchas ocasiones a su ingreso hospitalario. A este tipo de lesiones en el argot penitenciario se le denomina “Chinarse”.

Autolesión de un interno en su celda
Autolesión

Otra manera de protesta es cuando se cosen la boca, los ojos e incluso rompen los cristales de la ventana y se los tragan.

Cuando esto sucede tenemos que proceder urgentemente, teniendo un departamento de enfermería con un equipamiento de última generación con servicio médico las 24 h.

Para los casos más graves que se requiera hospitalización, disponen de traslados a Centros Sanitarios Provinciales con ambulancia acompañados siempre por una patrulla de la  Guardia Civil o Policía Nacional. Este desplazamiento es muy costoso para las arcas públicas ya que la ambulancia se tiene que trasladar al Centro Penitenciario (recordemos la larga distancia a los núcleos urbanos) y coordinar su viaje con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En ocasiones también se desplazan, si la gravedad de la situación lo requiere, en helicóptero.

Todos los servicios están a su disposición, teniendo incluso plantas especiales en muchos hospitales para los reclusos de los distintos Centros Penitenciarios. En ocasiones los reclusos se autolesionan, provocan incendios en sus celdas o cualquier otro acto que sea susceptible de traslado al hospital para aprovechar e intentar fugarse.

Interno intenta fugarse en un traslado al hospital

Son las 20:00hs subida a celdas de los internos, momento muy Importante donde la presencia de los funcionarios es crucial, apertura de celdas y vigilantes para que los reclusos permanezcan cada uno en su celda y no haya allanamientos, robos o peleas dentro de las distintas celdas. Una vez que se anuncia el cierre de celdas y se finaliza dicho cierre, el funcionario supervisa las labores de limpieza de la sala, comedor, patio, escaleras y plantas, que realizan los internos que tienen encomendado ese trabajo.

El día finaliza pero comienza la noche con el recuento de las 21:00hs, que es cuando se realiza el relevo de funcionarios que prestan su servicio en el turno de noche. Se comprueba que toda la población reclusa se encuentre en su celda y estén perfectamente. Nos hacemos cargo del servicio y si el servicio va bien, habremos tenido una buena noche, pero desafortunadamente durante el servicio nocturno, se pueden producir diferentes situaciones que nos obliguen a actuar con la mayor celeridad posible (Peleas entre compañeros de celda, avisos de urgencias médicas, incendios…).

Hacemos la labor de Bomberos, electricistas, psicólogos, educadores, enfermeros, etc… pasamos muchas horas, mucho tiempo con los mismos internos y en situaciones complicadas, de graves alteraciones del orden. Intentamos atajar muchos problemas haciendo uso de nuestras habilidades sociales y asertividad.

A lo largo del turno de noche, comprobamos iluminación del módulo interior, exterior, nos cercioramos que la seguridad del establecimiento no se vea comprometida y vigilamos, cada funcionario en su unidad, que los internos gocen de un descanso nocturno sin incidentes. Para llevar a cabo ese trabajo, como máximo cada dos horas en los módulos ordinarios y cada hora en módulos especiales (aislamiento,  enfermería), realizamos las rondas nocturnas de comprobación.

En una población de internos muy densa, los incidentes suelen estar presentes a cualquier hora de la noche y en cualquier momento. Para ello el continuo contacto con los servicios médicos y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, es primordial para llevar a cabo un trabajo eficiente por si se necesitara un traslado urgente al hospital.

Recluso es trasladado en ambulancia con escolta de la Guardia Civil

La Ley General Penitenciaria en su artículo uno dice “Las instituciones penitenciarias, tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad, así como la retención y custodia de detenidos, presos y penados”.

En cuanto a la reeducación y reinserción un conjunto de profesionales que pertenecen al Equipo de Tratamiento, elaboran un programa individualizado de tratamiento que engloba cursos (Pintura, albañilería, fontanería, panadería, informática, gestión de residuos, yoga, baile, estimulación cognitiva, jardinería, drogodependencia, violencia de Género, auxiliar geriátrica, radio, atletismo, fútbol,…), entrevistas y atención especializada.

Por otro lado los profesionales del Equipo Técnico tienen la función de valorar si un interno está preparado para la vida en libertad, por lo que a través de permisos de salida su reinserción sea gradual y vigilada. En ocasiones los informes de estos profesionales son negativos, por lo que el estudio de la conducta y comportamiento del interno, no resulta satisfactorio para su salida al exterior. Pese a esta negativa, un Juez o la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias pueden revocar la decisión de los profesionales del centro y conceder el permiso denegado anteriormente. Este nefasto proceder, es muy habitual y en ocasiones, los internos beneficiados vuelven a delinquir una vez que están en la calle (homicidios, violaciones, atracos, fugas…) realizando acciones impropias al sentido del permiso.

En este caso la responsabilidad del Gobierno es nula debido a la inmunidad del mismo. Es más, nuestro actual Ministro incentiva a los Directores de los Centros Penitenciarios para apresurar terceros grados, a más excarcelaciones, más sueldo.

El Ministerio del Interior paga un plus de ‘productividad’ a los directores de cárceles por conceder más terceros grados, la principal medida de semi-libertad. Según un escrito de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, esos incentivos económicos pueden ascender hasta los 2.000 euros anuales.

Un dato curioso, facilitado por el Secretario General, es que hace años había alrededor de 70.000 presos y en la actualidad no llegamos a 50.000. Cifras inéditas en excarcelaciones.

Llegamos al final del turno de noche y llega el relevo de la mañana para realizar el recuento de los internos. Son las 8:00hs y los funcionarios entrantes, comprueban celda por celda el estado de los internos que como hemos dicho al inicio, tienen que estar presentes y VIVOS. Si no hay ninguna novedad y todo está en orden, se firma el parte de recuento, el relevo de funcionarios y comenzamos los días de descanso hasta el próximo turno.

Hablaremos ahora de la vida en un módulo de régimen cerrado y aislamiento

Se aplica a los internos clasificados en primer grado por su peligrosidad o inadaptación a los otros regímenes (2º y 3º grado). En este caso las medidas de control y seguridad son las más restrictivas. Todo lo expuesto en los módulos ordinarios, relativo a los incidentes que puedan surgir, en estos departamentos se eleva a la máxima potencia, debido a la peligrosidad de los internos.

Existen dos modalidades dentro de este régimen de vida:

  • Módulo de régimen cerrado: para penados que muestren una manifiesta inadaptación a los regímenes comunes. ( Llamados Artículos 91.2)
  • Departamentos especiales (aislamiento): para internos protagonistas o inductores de alteraciones regimentales muy graves, en las que se evidencie una peligrosidad extrema. (Llamados Artículos 91.3)

La asignación y reasignación del Primer Grado y por tanto la aplicación del régimen cerrado, así como la asignación de modalidad de vida, se acuerdan por los profesionales que constituyen la Junta de Tratamiento. La permanencia del recluso en régimen cerrado será por el tiempo mínimo necesario, hasta que desaparezcan o disminuyan significativamente las razones o circunstancias que sirvieron de fundamento para su aplicación. Cada tres meses como máximo se revisará tanto la clasificación como la asignación de modalidad de vida del interno o interna.

Salida de un interno de su celda en una galería de aislamiento (imagen facilitada por TAMPM)

Los internos asignados a estos departamentos, tienen una conducta conflictiva, inadaptación a las normas y continuos altercados tanto con internos como con Funcionarios. Su vida diaria se desarrolla en estos departamentos y disfrutan de 4 horas diarias de patio con un mínimo de 5 internos para realizar actividades programadas, los que están en régimen cerrado (Art. 91.2) y como máximo 2 internos, 3 horas diarias en los departamentos especiales (Art.91.3). Serán cacheados diariamente y se registrará su celda para evitar la fabricación de objetos prohibidos y por la seguridad general del departamento.

El servicio en este tipo de módulos se realiza con un mínimo de 4 funcionarios, los traslados de los internos de régimen cerrado (Art. 91.2) tienen que ir acompañados como mínimo por 2 Funcionarios por cada preso y los internos de departamentos especiales (Art.91.3), con un mínimo de 3 Funcionarios.

Queda terminantemente prohibido el contacto directo con un interno, si la cantidad de Funcionarios es inferior a la establecida. En los momentos de graves alteraciones del orden por parte de este tipo de internos, tenemos que intervenir un mínimo de tres funcionarios con los trajes de protección legalmente establecidos, así como los medios coercitivos reglamentarios (Aislamiento provisional, esposas, Fuerza física, defensas de goma y aerosoles de acción adecuada, estos últimos están prohibidos en la mayoría de los Centros Penitenciarios, a pesar de estar incluidos legalmente en el Reglamento Penitenciario).

Los internos que tienen esta peculiar modalidad de vida, son extremadamente peligrosos con unos delitos muy impactantes socialmente. Violadores, asesinos, secuestradores, narcotraficantes, sicarios, miembros de bandas, grupos terroristas, islamistas, etc… internos con una frialdad extrema a los que le importa  muy poco la integridad de los funcionarios, así como las normas establecidas para una convivencia ordenada.

Debida a la escasa formación de los Funcionarios para este tipo de intervenciones, la falta de personal y que la media de edad de nuestro colectivo es muy alta, nos vemos expuestos a continuas agresiones por parte de los internos. Las intervenciones que se llevan a cabo para la reducción de un interno agitado son muy desagradables debido al estrés y al desconocimiento de técnicas de autodefensa que desembocan en actuaciones desafortunadas, tanto para los internos como para los Funcionarios.

No tenemos un equipo de intervención preparado para este tipo de sucesos por lo que en las principales demandas de nuestro colectivo está, una formación continua en materia de autodefensa, más personal y sobre todo consideración de agentes de la autoridad.

Otra característica de estos departamentos es que cuando hay un incidente grave en un módulo ordinario (peleas, alteraciones del orden, agresiones, autolesiones, insultos, amenazas,…) los internos participantes tienen que ser aislados provisionalmente a un departamento especial (Aislamiento) por un máximo de 24 horas, hasta que su agresividad cese y su conducta sea favorable para su traslado a otro módulo ordinario. En caso contrario, se valorará su inclusión en el régimen de vida más restrictivo.

Hablaremos ahora de la vida en un módulo de régimen abierto o 3º grado

Se aplica a los penados clasificados en tercer grado que puedan continuar su tratamiento en régimen de semilibertad. Su objeto es potenciar las capacidades de inserción social positiva de los penados en tercer grado, realizando las tareas de apoyo y asesoramiento y la cooperación necesaria para favorecer su incorporación progresiva a la comunidad. Algunos de los principios que rigen este cometido serán la atenuación de las medidas de control tratamental; la autorresponsabilidad; la normalización social e integración; la prevención de la desestructuración familiar y social.

Existen diferentes tipos de infraestructuras específicas para este régimen:
  • Los Centros de Inserción Social: Establecimientos penitenciarios, normalmente independientes, con una estructura específica, dedicado a internos o internas clasificados en tercer grado de tratamiento, y a otros cometidos.
  • Las Secciones Abiertas: Departamentos que forman parte de un Centro Penitenciario polivalente, del que dependen administrativamente, para internos clasificados en tercer grado de tratamiento.
  • Unidades Dependientes: Instalaciones residenciales ubicadas normalmente dentro de la comunidad y gestionadas gracias a la colaboración de entidades públicas o privadas.

La ejecución del programa individualizado de tratamiento determinará el destino concreto del interno o interna, tomando en consideración, especialmente, las posibilidades de vinculación familiar y su posible repercusión sobre el residente.

Existen dos tipos de salidas de las que pueden disfrutar las personas clasificadas en tercer grado, los permisos de salida, hasta 48 días por año y las salidas de fin de semana.

Así se trabaja y se vive en las prisiones Españolas, la vida en prisión nunca cesa, continúa las 24 horas del día los 365 días del año. Se suceden una y otra vez los actos violentos, angustiosos pero también surgen momentos satisfactorios donde la figura del Funcionario de Prisiones se torna necesaria y valiosa cuando sirve a los reclusos de cara a su futura reeducación y reinserción en la sociedad.

Quiero agradecer a todos los Funcionarios de Prisiones su profesionalidad y que nunca se coarten nuestros derechos, recordar y dar visibilidad de nuestro oficio a la sociedad y sentirnos orgullosos del trabajo tan característico que realizamos.

A los políticos de este País decirles que existimos!!!!!!! estamos aquí detrás de los muros y concertinas de las prisiones, deseando que nuestros días en prisión, no desemboquen jamás  en ninguna desgracia para sus trabajadores y que tengan presente por siempre que Tu Abandono Me Puede Matar.

Distintos edificios de un centro penitenciario español

 Algunas instalaciones de un centro penitenciario
Enfermería
EQUIPACIONES MÉDICAS DE ENFERMERÍA (RX)
Odontología
GIMNASIO DE UN MÓDULO
GIMNASIO DEL POLIDEPORTIVO
Polideportivo con techo retráctil
Piscina con techo retráctil
Cocina
Lavandería

Así es la vida en el interior de una prisión española para los internos (presos condenados) y las condiciones laborales de los funcionarios que velan por la seguridad de éstos, el correcto cumplimiento de las penas y ahora también, también velan por su seguridad.

Gracias a Tú Abandono Me Puede Matar por acercarnos esta narración en primera persona de la vida de un funcionario de prisiones y su día a día en el interior de una cárcel española.

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