El carajal del PP, otra vez | Artículo de Manolo Giménez Cuevas para h50 digital

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Cortinas de humo…..cortina rasgada: el carajal del PP.  Columna de Manolo Giménez Cuevas para h50 digital

En este cachito virtual de nuestro H50 en el que me dejáis colaborar y que, por cierto, he tenido un poco abandonado, ya me he referido en alguna ocasión a los carajales que se organizan en los partidos políticos y en éste caso el renuente carajal le toca de nuevo a las buenas gentes del PP.

Antes de pasar a analizar el tema, me vais a permitir que refleje un pensamiento que me asaltó el día de la semana pasada en que nos despertamos con un presunto chanchullo que afectaba a la Presidenta de nuestra Comunidad, la popular y (en éste caso de verdad), Isabel Díaz Ayuso una mujer que se llevó de calle las elecciones para gobernar nuestro “Madriz” y que es una de las pocas personas dedicadas al mundo de la política capaces de incordiar a veces y fastidiar casi siempre a los miembros de la coalición chusca que gobierna este país que antes se llamaba España. Ahora, vaya usted a saber.

Porque la conocida de forma irreverente como  La “Ayuso” ha dado sopas con onda al desgobierno central en casos significativos como, por ejemplo y por solo citar un ejemplo, en la pandemia de nuestros sinsabores algo de lo que se tenía que haber hecho cargo -porque así lo dijo y con publicidad -el peor vicepresidente que hemos tenido en la historia de la democracia que, pensando tal vez que ahí en la desgracia había de donde rascar corrió a hacerse el machito cosa que en él parece costumbre, hasta que se dio cuenta que el tema no era sencillo. En ese momento, abrumado y con cierta dosis de cobardía  debió pensar que “de lo dicho mejor ná” y corrió a refugiarse bajo la toga del presidente que enseguida resolvió el asunto: a partir de ese momento las comunidades autónomas se harían cargo del tema y él se lavaba las manos como Pilatos. Los “marrones” para otros.

Y la señora Ayuso se hizo cargo del asunto pandemia de forma ejemplar. Tomó decisiones como la de no cerrar los establecimientos, suprimir las clases, crear de la nada un magnífico hospital, el conocido como Zendal, y muchas cosas más que la costaron más de una crítica por parte incluso de algunos sanitarios y sanitarias empeñados en hacer carrera política a costa de lo que fuera. Solucionó el tema de las mascarillas y fue la primera en dar algunas gratis a los madrileños y ahora sabemos que una parte fueron conseguidas gracias al trabajo de su hermano, un caballero que lleva trabajando más de 20 años en el sector de los suministros sanitarios y que hizo los contactos precisos para conseguirlas a mejor precio que estaba consiguiendo el Gobierno. Gobierno al que a veces engañaban y le daban gato por liebre o hacía contratos con empresas que poco o nada tenían que ver con el tema y de  cuya honorabilidad caben muchas dudas que espero se descubran algún día.

Porque en este país parece lo más importante del momento que una persona se gane la vida honradamente y haga un servicio – retribuido como es natural-con algo más de 50.000 euros a cambio de traer mascarillas por importe de millón y medio de euros.  Y eso, “descubierto” por algún fontanero de uno u otro bando ha sido debidamente filtrado una vez manipulado y maquillado  a la cúpula del PP, que ha corrido a atacar a la que hoy por hoy es su mayor activo político aunque eso la genere no pocas envidias. Y como se sabe, la envidia es la enfermedad de los mediocres.

La oposición está encantada con la reacción de la atacada que harta tal vez de insidias  y zancadillas decidió tirar por la calle del medio y largó una andanada a sus detractores que dio de pleno en la línea de flotación de un partido que se comportaba de forma errática y muy floja en lo político, indefinido en su finalidad y con complejos varios y miedos hacia los partidos que pueden robarle la cartera a poco que se descuiden.

Ahora, con esto de la guerra que se ha sacado de la manga el tal “Putín” parece que los todólogos se dedican un poco menos al tema, un caso que parece lo más de lo más porque a ninguno de los opinadores  les importa un carajo que las remuneraciones percibidas por el otro Ayuso lo hayan sido por un trabajo, bien hecho por cierto, y no por otros conceptos en los que nada tiene que ver la Administración. Ni la de Madrid ni ninguna otra.

Estoy esperando que alguien hable de las “astillas” (léase comisiones) que podrían haberse llevado otros que contrataron compras de material a particulares y empresas que poco o nada tenían que ver con la sanidad y que, en algunos casos, incluso carecían de cualquier operatividad y ni siquiera tenían empleados. Y esos contratos no fueron de millón y medio de euros sino de muchos millones..

Pero aun considerando todo lo expuesto, los estrategas del PP no dan ni una en la diana. Una vez que han metido la pata hasta la cadera, lo mejor que podían haber hecho además del más clamoroso de los ridículos cuando no algún delito, era retirarse de inmediato, dimitir y dejar paso a otros que tal vez lo hagan mejor. Encastillarse y dar largas a ver si amaina la tormenta antes de pasar a algún retiro de conveniencia, lo único que puede traer como consecuencia es una sangría de intenciones de voto, un descrédito para el partido y una alegría para el enemigo. Bueno, solo para algunos porque van a conseguir lo que no querían: hacer buenos a los de Vox. Y menos mal que está vox para pescar en aguas turbulentas porque de lo contrario nos veríamos en manos de alguien mucho peor. Ya me entienden……

Manolo Giménez Cuevas. Inspector-Jefe jubilado de la Policía Nacional, periodista, “escribidor” y presentador de Tv.

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