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El asesinato de KITTY GENOVESE

Por Héctor MARCOS VÁZQUEZ

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Artículo con fotos: ARTICULO_KITTY

El caso KITTY GENOVESE, dio cabida a la creación del síndrome del observador, también conocido como efecto espectador o difusión de la responsabilidad.

Catherine Susan Genovese, conocida popularmente como Kitty Genovese, nació en Nueva York el 7 de julio de 1935, donde tuvo cinco hijos y trabajaba como gerente de un bar.

Winston Moseley, nacido en Nueva York, el 2 de marzo de 1935, tuvo tres hijos y trabajaba como operador de máquinas comerciales. Winston fue ladrón (treinta a cuarenta robos), delincuente sexual (violación de ocho mujeres) y un asesino en serie que arrebató la vida a tres mujeres. Todos sus crímenes estaban relacionados con la necrofilia y la tortura. Cumplió cadena perpetua hasta su muerte en 2016.

El día 13 de marzo de 1964, Kitty salió de su trabajo y se dirigió a su domicilio. A las 03:15h aproximadamente, Kitty, estacionó su vehículo a unos 30 metros de su casa, Winston Moseley, que la estaba siguiendo, se abalanzo sobre ella y con un cuchillo de caza le asesto tres puñaladas por la espalda.

kitty, mal herida, grito socorro, se estaba muriendo, varios vecinos se asomaron a sus ventanas e increparon al agresor, lo que hizo huir a este del lugar.

Winston, al percatarse que no acudían, a la petición de socorro, los vecinos o la policía, a los diez minutos volvió al lugar y encontró a Kitty tumbada en el suelo seminconsciente en el portal del edificio de su casa.

Winston, en aproximadamente media hora, siguió apuñalándola más veces. Mientras Kitty moría, Winston la violó, le robó 49 dólares y la dejó tirada en el portal de su casa. Según el testimonio de Winston, el motivo para el ataque fue simplemente «el deseo de matar a una mujer».

Minutos después del ataque final, un testigo avisó a la policía y a los servicios sanitarios de urgencias, estos llegaron al lugar pocos minutos después de la llamada del testigo. Kitty fue llevada en una ambulancia y murió en esta durante el camino al hospital a las 4:25h.

The New York Times, dos semanas después del asesinato, publicó un artículo afirmando erróneamente que 37 testigos vieron u oyeron el ataque, y que ninguno de ellos llamó a la policía ni acudió en su ayuda, excepto el testigo 38 que dio el aviso demasiado tarde, razón por la cual Kitty había sido brutalmente asesinada.

Este artículo del Times (ver foto en documento inicial adjunto), fue impactante para la población neoyorquina, que quedó escandalizada ante la pasividad y la poca empatía de los testigos presentes, que, ya no es que no ayudaran a Kitty, es que nadie dio la alerta a los servicios de emergencias.

Actualmente sabemos que la noticia publicada en el New York Times se trataba de un ‘fake news’. El informe policial no hablaba de 38 testigos, sino de 38 notas sobre el asesinato, en las que se precisa que la mayoría de los posibles testigos, no podían haber presenciado la agresión durante media hora como se decía en la publicación, ya que, por la localización geográfica de sus casas, no pudieron presenciar el asesinato. De las manifestaciones oficiales recopiladas por la policía, unos pocos creyeron que se trataba de una pelea de novios, otros escucharon ruidos identificables, y, hubo algunos que si se dieron cuenta de lo que estaba pasando realmente allí.

Kitty Genovese acabo muriendo entre los brazos de una vecina, que, aunque demasiado tarde salió a socorrerla. A día de hoy, el New York Times no ha rectificado formalmente su artículo, aunque ha publicado varios artículos cuestionándolo.

Este suceso dio a lugar a una serie de estudios y experimentos psicológicos sociales, de estos estudios, surgió la Teoría de la Difusión de la Responsabilidad (Darley y Latané, en 1968).

El Experimento psicológico social de Darley y Latané, consistió en la realización de un simulacro de una emergencia en un área controlada. Los participantes pensaban que estaban en una discusión de grupo por medio de intercomunicadores con varios participantes, estos otros participantes, en realidad, eran grabaciones preestablecidas. Durante la discusión, un participante (un actor) finge una emergencia médica, cómo un ataque al corazón.

En los resultados de dichos estudios, se observó significativamente la influencia del Tamaño del Grupo, lo que demostró, que cuanto mayor era el número de testigos directos, menor era la posibilidad de que un individuo interviniera.

Por el contrario, cuando los participantes creían que estaban solos, eran mucho más propensos a intervenir rápidamente.

Esto dio fruto a la teoría de la «difusión de la responsabilidad». Los participantes, eran menos propensos a sentirse personalmente responsables de intervenir en la emergencia, cuando creían que había otros también presentes que podrían hacerlo.

Se tiene que destacar también, que a causa de la repercusión social que tuvo aquella falsa noticia, la policía y los bomberos de Nueva York, se coordinaron para crear un sistema de comunicación para las llamadas de emergencias y así se creó el número telefónico 911 en 1968. El número de teléfono de emergencias europeo 112, se introdujo en 1991, y desde el 2008, se puede acceder a los servicios de llamada de emergencia desde todas las redes fijas y móviles de la UE de forma gratuita.

Grado Superior de Igualdad de Género. Postgrado de Victimología. Postgrado de Atención a la Víctima. Périto en Malos Tratos. Agente 014. Unidad de Víctimas e Igualdad. Policía Local de Viladecans.

«SEMPRE IN DUBIO PRO VICTIMA»

Héctor MARCOS VÁZQUEZ

PÉRITO EN MALOS TRATOS

MÁSTER EN ATENCIÓN A LA VÍCTIMA

POSTGRADO VICTIMOLOGIA

GRADO SUPERIOR DE IGUALDAD DE GÉNERO

Policía Local de Viladecans

 

 

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